Últimamente salen continuamente en la prensa o en televisión noticias sobre el problema del botellón en pueblos y ciudades. Algunos ayuntamientos ya han sacado normativas que prohíben beber en la calle. Ésta costumbre, que no se ha inventado ahora, ya que en los años 80 ya se hacía, por lo menos en Pamplona, poco a poco se ha ido convirtiendo en un problema.
Pero no por el hecho de beber en la calle, sino por el poco respeto que tienen hoy en día los jóvenes por la gente que quiere descansar, o por cómo quedan las plazas o jardines después de éstas reuniones.
¿Os imagináis que en Pamplona no se podría beber en la calle? Ciertamente en San Fermín es impensable, ni en ninguna macrofiesta parecida a la nuestra. El ruido que hay en fiestas, la música realmente ensordecedora, y la basta suciedad que siembra nuestras calles es algo realmente bárbaro.
El botellón que llaman hoy, ya se hacía en los años 80, con varios sitios ya preestablecidos por las cuadrillas para beber, eso sí, mucho mas limpias que las de estos tiempos. Yo recuerdo que en San Fermín solíamos hacerlo detras del Parque de Bomberos en la Media Luna. Allí una noche mientras nos metíamos unos bokatas y unos litros de caldos, nos sorprendió ver a una pareja que parecía en actitud más bien lujuriosa. Uno de nosotros se dió cuenta de que el movimiento pélvico delataba claramente lo que hacían.
Tuvimos un espectáculo porno-festivo mientras cenábamos, y cuando acabaron les dedicamos una cerrada ovación, que agradecieron satisfechos.
Aquí lo de beber en la calle está muy enraizado, lo que si podían todos los jóvenes es, ya que su educación cívica está en entredicho, es intentar por lo menos ser tan limpios como lo éramos nosotros.
Pues sí Marcelo, será que todos nos estamos volviendo cada vez más marranos (tanto jóvenes como los no tan jóvenes).
Cada vez oigo más cosas del tipo »que limpien otros que para eso pago mis impuestos» con lo que no estoy en absoluto de acuerdo.
Asi que erais vosotros los que aplaudiais cabroncetes.Nosotros soliamos hacer botellon sanferminero en la calle Sandoval ,viendo los fuegos.Comprabamos en Los Abetos y a trincar.Eso sí,generalmente imperaba el civismo.
Nuestro centro de operaciones era la plaza de la O. Y no sólo éramos más limpios, sino también menos desagradables.
¡Dios Mío!, ¿será que ya no me acuerdo bien o que me estoy convirtiendo en un carca de esos de los de «cualquier tiempo pasado fue mejor»?
El problema del botellón es directamente proporcional a la cantidad. Tres tíos bebiendo en la calle no molestan; treinta probablemente sí y trescientos provocan alteraciones del orden público. Eso sí, en Sanfermines dejan la plaza del Castillo perdida de botellas de licores.
Nuestra generación era más de litrona o kalimotxo.
Entre los que haciamos botellón antes y los que hacen botellón ahora siempre hay gente respetuosa-limpia y desagradable-sucia, yo lo compruebo todo los días en la Plaza de los Burgos, uno de los lugares tipicos para hacer botellón. Eso sí, me harían más feliz si lo prohibieran.
Siempre todo es cuestión de educación, el problema es ser educado cuando vas ya servidico de licores y demás. También es verdad que los precios de las consumiciones en los bares no ayudan. Otra modalidad que creo que se impone es la de ir a echar unos cubatas a la peña que siempre saldrá más barato. Buen ambientico se monta en la peña el sábado.