Archivo por días: 18 de marzo de 2008


Esos taurinos temporales o fijos discontínuos 3

Dentro del abanico de personas que van a los toros están los taurinos fijos discontínuos.
Hay gente que tiene su entrada en el tendido pero que hace honor literal a la misma, hace su entrada en el sol e inmediatamente después desaparece en el ambigú.
El ambigú esa zona de la plaza por la que todos pasamos y sólo unos amortizan plenamente. De cara a obtener pingües beneficios se le puede proponer a la MECA que saque a la venta entradas de ambigú sentado o tumbado de sombra y con derecho a merienda, bueno con espacio para colocar la merienda que cada uno se lleve. Estos son generalmente fieles a sus costumbres, no son taurinos fijos discontínuos son fijos.

Otros van a tendido a ver los toros, esos son los taurinos, los que les gusta ver todas las faenas y hacen comentarios con más o menos fortuna sobre el arte de cúchares.
Hay dos tipos de taurinos, los que saben, que nos regalan con ese lenguaje taurino tan expresivo y rico en adornos, y los que no saben que en un momento de lucidez se aventuran a decir con cuantos descabellos terminará el “toreador” con el morlaco. Son los que hacen crítica fácil del matador y de toda su cuadrilla y hasta de la familia de los mismos.

Dentro de los taurinos, existen los taurinos temporales que son aquellos que toman el espíritu de un auténtico taurino, gorro bien calado, silencioso y casi aislado del exterior, gafas de sol, mirada fija al frente, insensible a los estímulos externos (trozos de melocotón, limón, etc), El origen de estos taurinos temporales, o fijos discontínuos, puede ser muy diverso:
– Responsabilidades posteriores (ver artículos del perfecto anfitrión), cena familiar, fuegos con niños, compromisos de trabajo.
– Figuras del toreo, vienen los primeros espadas del cartel nacional y hay que verlos en directo.
– Tu madre te va a preguntar cuantas orejas han dado en la corrida antes de que puedas comprar el periódico de mañana.
– Quieres dartelas de taurino con la pitiki que conociste la víspera.
– Lo más frecuente te has cogido una cogorza de campeonato el día anterior y no te aguanta la cabeza ni el estómago ni medio vaso de sangría fresquita…