Peñas, política y calle 7
Desde hace muchos, muchísimos años, cuando se habla de las Peñas de Pamplona-Iruña, una palabra llena las bocas de muchos: ¡¡¡politización!!! Curiosamente, muchos de los que la emplean son, precisamente, políticos. Como dice un amigo mío, bajo concepto tiene el político de su oficio, cuando lo emplea para desacreditar a alguien. ¿Os imagináis que los carniceros hicieran lo mismo? ¡¡¡Las Peñas están carnecerizadas!!! ¿O los relojeros? ¡¡¡Las Peñas están relojerizadas!!! Ridículo.
Lo que ocurre es que, desde su nacimiento, las Peñas han criticado al poder. Y eso, a algunos no gusta. También en Valencia se escucha, a veces, que las Fallas están politizadas, porque critican a este o al otro.
Y son las Peñas, también, las que pelean, contra viento y marea, por programar actividades deportivas, lúdicas y culturales al margen de gobiernos, multinacionales, cuarentas principales y culturas oficiales, y son también las que mantienen en buena parte el ambiente de calle característico de los Sanfermines. Y cada vez organizan más actos durante el año. El pasado fin de semana, sin ir más lejos, una cena con fines solidarios con Kenya en una peña y una fiesta «revival» de los años 70 en otra.
Son, por tanto, los «partidos apolíticos» y los medios de comunicación «apolíticos» de toda la vida los que pretenden desprestigiar a estas organizaciones, alguna de ellas centenaria, porque no bailan al son de sus dictados.
Mientras tanto, somos muchos, muchísimos, los que bailaremos detrás de sus pancartas.