El Encierro: Fórmula 1, Ayuntamiento y payasos 9
En este blog solemos mostrar nuestro cariño por ciertas figuras del encierro: las camisetas de colores, la cobertura de Cuatro y sus presentadores, las vedettes mediáticas (antes conocidos como Divinos) y los guiris ignorantes.
Pues bien, ahora añadimos el perejil de todas las salsas, el que no podía faltar. Nuestro querido Ayuntamiento con su Alcaldesa a la cabeza, que no hay foto que se le resista.
Este gobierno municipal, tan moderno y ecologista, que nos da la turrada para no usar bolsas en el híper, para que vayamos en bicicleta y que se gasta pastones en «desarrollo sostenible» y «planes de movilidad y accesibilidad» nos va a montar un circuito de Fórmula 1 en la Avenida del Ejército (vaya nombre, por otra parte). Despilfarro de combustible y decibelios cortando una de las arterias de la ciudad. La cosa no pasaría de anécdota molesta para unos y de agradable sorpresa para los aficionados al deporte del motor y no tendría demasiada cabida en este blog.
El asunto se convierte en mofa, caricatura y falta de respeto hacia una tradición tan nuestra como el Encierro cuando se va a hacer uno empleando estos bólidos. Y con tíos vestidos de pamplonica corriendo delante. Y con encierrillo, cohetes y oraciones a San Fermín. ¿Qué le van a pedir? ¿Que no les atropellen en medio de una zona peatonal? Por el amor de Dios, ¿qué tipo de burla es ésta hacia algo tan sagrado y querido por el pueblo de Iruña? ¿Es el Ayuntamiento el que permite y autoriza semejante payasada? ¿Y luego tiene la caradura de prohibir a cuatro yankis del PETA en bragas expresar su protesta por la fiesta de los toros? Bien de campañas en el exterior para advertir de la seriedad y peligro del Encierro y luego aquí nos dedicamos a hacer parodias con difusión universal. ¡Qué manera de tirar por tierra el prestigio de la carrera más famosa del mundo! ¿Cuántas camisetas con publicidad vamos a ver en los corredores este año?
Ríanse de su padre, por favor.
Para encierros exóticos y publicitarios, prefiero las ocas de Martiko.