Archivo por meses: junio 2008


Más cosas que no hay que perderse. 2

Ya hemos hablado de los gigantes y  kilikis. Nos falta de  y nos faltan los cabezudos. Estos son las figuras de grandes cabezas que acompañan a los gigantes y kilikis.
Tienen grandes cabezas pero la diferencia con los kilikis es que los cabezudos no pegan.
Son 5 y también cada uno tiene su nombre, son los siguientes:
El Alcalde al que conoceremos porque es el que mueve los ojos, japones, japonesa, el concejal y la abuela.
Con esto ya hemos dado un repaso a los componentes de cartón piedra de la comparsa.
Pero no van solos.
Van acompañados de las bandas de gaiteros que les hacen bailar al son de su música, sin olvidarnos de la banda de txistularis que acompañan a la reina americana o Braulia.
No podemos olvidarnos del personal de la comparsa que se encarga de dar vida a todos y cada uno de estos entrañables seres de cartón piedra.
Aunque sería gracioso ver al Alcalde pilotando a uno de esos F1 en la avenida del ejército.(Con casco, por supuesto…).

Otra actividad mañanera es la procesión de San Fermín del día 7.
Siempre es duro acudir sobre todo porque hay que madrugar después del duro y largo día 6.
Todo comienza a las 9:50 con la marcha de la corporación hacia la catedral….


Yo también curro en Sanfermines 6

Ésta suele ser una frase muy oída en estas fechas. Normalmente el que la suelta lo hace con resignación, pretendiendo dar lástima. A mí, personalmente, no me dan ninguna, porque a mí también me toca trabajar. Siempre.

Soy ribero y cada vez me da más pereza subir a Pamplona esos días, pero el jefe manda. Además, acostumbrado a andar de feria en feria y de pueblo en pueblo, trabajar en San Fermín es todo un honor. Aunque es cierto que está todo muy masificado, sobre todo los fines de semana, y que resulta muy difícil dormir por culpa del ruido porque yo tengo cama en el mismo Casco Viejo. Y miedo me da este año con las Barracas tan cerca.

Aparte de dormir mal, me hacen madrugar todos los días. Tengo que ir corriendo a la Plaza de Toros cuando más gente hay en la calle. Luego paro un momento para echar un trago y un bocado y hala, al camión, que hay que bajar a la Rotxa para el turno de tarde. No me quejo, que un hermano de mi madre me contó que hasta que llegaron los años 70 tenían que volver andando. 

Por la tarde me suelen presentar a una cuadrilla, normalmente de andaluces o salmantinos, aunque a veces ha caído algún portugués o incluso de Burgos, como la Alcaldesa. Entonces, pues lo típico, charlas con ellos, cenas y bebes algo, y nos subimos a lo Viejo. Pasamos la noche juntos, y como os he dicho antes, apenas pegamos ojo. Y otra vez corriendo a la Plaza. Y todo se repite. Haces amigos, pero da pena no coincidir más con ellos. Os pongo esta foto con tres amigos de Sevilla, unos cachondos los tíos, pero no he sabido más de ellos.

Desde aquel día no me han dicho ni mú.


Ya huele a toro 4

Ya huele a toro, y cada vez más. La tómbola en su sitio y funcionando como siempre, el vallado ya está siendo colocado, en los escaparates predominan los colores blanco y rojo, ya hemos pagado el abono en la peña, ya sabemos cuando se decidirá nuestra suerte (barra o peña), comienzan los sudokus para organizar la infraestructura que conlleva acudir diariamente a la plaza, programas radiofónicos dedicados a Sanfermines, los barraqueros impidiendo que los barraqueros coloquen sus atracciones, la gente más acelerada de lo normal, poco a poco comienzan a notarse los problemas del tráfico, negociaciones con la parienta acerca de los turnos de «hijos» e incluso el tiempo ya es el que debiera acompañarnos durante todas las fiestas, pero aunque falta poco, todavía no están aquí unos de los protagonistas fundamentales de nuestras fiestas, el TORO.

Toros en los corrales del GasEntre san Juan y San Pedro comenzarán a llegar a los nuevos corralillos del Gas los toros que protagonizarán desencajonamientos, encierrillos, encierros, apartados, corridas y suculentos menús de estofado de toro.

Como aficionado no entendido al mundo del toro en general, incluyendo las corridas, espero con impaciencia las noticias en la prensa local acompañadas de fotos en las que nos indican que ya ha llegado la ganadería tal o cual, si ha habido algún tipo de incidencia en el traslado, los pelos e incluso los pesos.

Como podéis ver y sentir, ya estamos en la recta final, cada vez queda menos tiempo y más cosas por cerrar. Me despido con una frase muy de aquí que utilizamos los pamploneses por estas fechas y que da título al artículo, YA HUELE A TORO.


Himnos de más de medio siglo 12

¡Cómo cambian las cosas! Sólo hace medio siglo. ¿Pensáis que hoy sería posible que una cuadrilla de amigos se autodenomine «La armonía», o «los jóvenes alegres»? Me da que no. Todo va en consonancia. Tanto en fiestas como en prefiestas nos hartamos a interpretar una y otra vez, aunque sea por lo bajini, los himnos de las peñas. Que sí, que sí, que nos los sabemos prácticamente todos. Y lo hacemos con orgullo, son deliciosos, a pesar de que rezuman una candidez y una felicidad rayanas en lo hortera.

Pero claro, esto es así si lo analizamos desde la perspectiva actual. Habría que situarse en la década de los 50 para ver seguramente que los mecanismos de exaltación de la amistad eran más profundos, que la retórica era más limpia que la actual, y que, no olvidemos, había una hermosa censura que podía dar al traste con cualquier coplilla mínimamente transgresora.

¿Cómo sería hoy el himno, por ejemplo, de la Anaita? Hagamos un esfuerzo para decir lo mismo… (si lo leéis entonando queda mejor):

 

¡Anaitasuna!, vaya peña jatorra y molona, ¡Anaitasuna!, vaya peña saliendo a privar.

Ya está Pamplona en pleno cachondeo,  ya me mareo entre tanto jaleo,

y los peteuves del Anaitasuna, en este rollo lo saben flipar.

Si tú te quieres quitar el estrés, ven a esta peña estés donde estés,

pues ya lo saben hasta en Australia, que Anaitasuna se enrolla el copón.

Que no las tiene ni blas, cosicas tiene Pamplona, que no las tiene ni blas,

impresionantes tordones, carísimos cubatones,

y lo más fuerte del mundo, las fiestas de San Fermín.

(Jota).

¡Kaña en las fiestas de San Fermín, que son la hostia de tanto salir!

¡kaña en la peña Anaitasuna, que es la mejor de aquí!

¡Anaitasuna!… ¡Anaita!

Todos privando caña y kalimotxo, chapamos bares a eso de las ocho,

con los incansables de la Malatxo, sin parar hasta la hora de almorzar.

Si alguien no sabe a qué carta quedarse, que venga al Anaita y verá qué desmadre,

pues todo quisqui lo tiene clarito, que Anaitasuna desfasa hasta hartar.

Que no las tiene ni blas, cosicas tiene Pamplona, que no las tiene ni blas,

impresionantes tordones, carísimos cubatones,

y tócate los cojones, las fiestas de San Fermín.

(Jota).

¡Kaña en las fiestas de San Fermín, que son la hostia de tanto salir!

¡kaña en la peña Anaitasuna, que es la mejor de aquí!

¡Anaitasuna!, ¡Anaita!


Esas verbenas de antes… 5

Espoleado por el artículo de ayer de Marcelo y por los comentarios de algunos lectores, me he decidido a hacer unos apuntes sobre lo que ha sido de las verbenas en San Fermín.
Yo he sido uno de esos (al igual que muchos otros de mi generación) que estaba abonado a las verbenas de la Plaza del Castillo y cuando ésta acababa a las 3, me pasaba por la de Antoniutti. Eso hasta que el Ayuntamiento decidió acabar con la primera.
A mi me da un poco de pena, ya que he pasado muy buenos momentos en ellas, cuando intentábamos sacar a bailar a las mozas y procurábamos no tropezarnos al son de rancheras, pasodobles y similares.. ¡Menuda escuela de baile!
La liquidación de la verbena de la Plaza del Castillo vino aparentemente por un supuesto ahorro por parte del Ayuntamiento que pretendía que los costes los sufragaran los hosteleros de esa zona.
La cosa no cuajó y aunque se llegó a organizar una verbenilla algo más sencilla junto al Bearin en vez de en el mismo kiosko, la cosa ya no tenía el mismo éxito que antes.
De cualquier modo y supongo que al ver que esa zona se estaba quedando bastante triste, se organizaron los conciertos ‘Plaza abierta’ que tenemos hoy en día
Que queréis que os diga … aunque lo de los conciertos está muy bien, yo hecho a faltar el típico y tradicional baile con orquesta.
Será que los tiempos cambian y me estoy quedando anticuado, porque me parece que los chavales de ahora pasan ampliamente de esto.
Quizás sea el signo de los tiempos y las verbenas abiertas sean cosa del pasado, de igual manera que también desaparecieron en su día los bailes y actuaciones en sociedades como el Club, Larraina, Tenis, etc. que en su momento fueron una parte muy importante de la noche en fiestas y si no nada más recordar los pollos que se montaron en su día cuando vinieron los pop-tops (eso solo lo sé de oidas) o bastantes años después con los Pecos (que viví como adolescente).
¡Si es que no se puede llegar a viejo!