Archivo por días: 31 de julio de 2008


Hostelería y fiestas 6

De sobra sabemos los de casa, que en San Fermín se suelen producir dos efectos sobre los precios:
a) Aumento exponencial de ellos del 6 al 14 de Julio
b) Bajada el día 15 a un nivel más razonable aunque superior al del día 6 (este momento del año es en el que tradicionalmente se aprovecha para aplicar la subida anual.

Los palos que se suelen repartir en prácticamente todos los hoteles y un buen número de restaurantes están ya teniendo unos efectos notables, entre los que me gustaría destacar los dos siguientes:

1-Proliferación del visitante con pensión completa a cuestas.
Todos hemos podido comprobar como cada vez más abunda el espécimen que cae por aquí con el maletero lleno hasta las cartolas de bebercio y comida (en bolsa de Alcampo, Día. etc..) y que normalmente suele dormir en el coche o bien con todo el morro, plantando una tienda de campaña en cualquier sitio no autorizado (como por ejemplo la mediana de la Avenida de Bayona).
Además ésta gente tan maja se suelen dejar caer por las peñas e intentan darse el piro sin pagar, aprovechando que los que hacemos barra en estos locales no somos profesionales (a mí me ha pasado).
De acuerdo que las cosas son caras en Pamplona en San Fermín, pero tampoco hay que llegar al extremo de querer todo por el morro.

2-Bajada de la ocupación en los hoteles.
Aunque según lo que he leído en los periódicos, parece que la ocupación ha rodando prácticamente el 100%, si que comentan que ésta se ha conseguido a última hora.
Apenas una semana antes de fiestas, se pudieron ver declaraciones de algunos hoteles señalando que aún disponían de plazas libres (cuando siempre se decía que todos los hoteles estaban llenos del 6 al 14 desde mucho tiempo antes).
Como factor determinante, se señala la importante bajada del número de visitantes estadounidenses (lo cual no me extraña un pelo, porque si además de los palos que meten por una habitación, miras como está el cambio euro-dólar llegas a la conclusión de que los precios son absolutamente prohibitivos).

¿Será que estamos entre todos matando esa gallina de los huevos de oro que supone San Fermín para la hostelería?