Archivo por días: 22 de octubre de 2008


Cultura 2

A través de este blog estamos dando una imagen de lo que son los Sanfermines.

Si habéis leído varios artículos, os habréis dado cuenta que, incluso entre nosotros, que partimos de una misma base o cultura sanferminera tenemos puntos de vista diferentes e incluso en algunas ocasiones hasta opuestos.

Esa base que nos une ha ido creciendo y la hemos ido madurando a lo largo de los años, desde txikitos, hasta la actualidad.

Ahora, y desde la experiencia, podemos describir unos Sanfermines totalmente diferentes en función de la edad, desde los SF barraqueros, cuando las barracas estaban en antoniuti, los verbeneros de la plaza del castillo, los jarauteros, los…. Seguro que podemos ir aplicando diferentes apelativos en función de la edad. 

Una vez realizada esta clasificación podemos dividirlas un nivel más en función de las experiencias personales que cada uno hemos tenido.

Hasta aquí puedo decir que todo entra dentro de lo normal y de todo aquel que ha vivido Sanfermines supongo que estará de acuerdo. También el que vive en agoncillo también habrá vivido sus fiestas de forma diferente en función de la edad.

Hay una diferencia que es la cultura sanferminera. Sería un inocente si pretendiera que la cultura de los Sanfermines la reciban todos esos ottos pelotos que vienen a pasar unos días de borrachera, o las tiparracas que se aseguran que les van a coger cuando se tiren de la fuente de navarrería, enseñando con más o menos gracias sus encantos. Cosa que no está ni bien ni mal y puede alegrar el ojo.

Si queremos que los Sanfermines sigan para adelante debemos mantener viva esa cultura.

La cultura sanferminera nos hace llegar en condiciones al encierro, nos anima a ir a la procesión, buscamos los gigantes y kilikis, aunque sea por un día, nos lleva a la plaza de toros seamos taurinos o toristas, nos hace correr solos o en compañía con el toro de fuego, nos hace pensar en el encierrillo con el misterio silencioso que encierra, el toro, la noche, el cuerno, el ruido de los cascos, nos hace estar con las peñas y bailar con sus txarangas, nos hace beber en algunas ocasiones algo más de la cuenta, nos ponen los pelos como escarpias con el txupinazo y antes nos llevaba al riau riau.

Claro que para el que no quiere conocer la fiesta, los Sanfermines se reducen a beber, trasnochar y tocar todo lo que se menea… aunque es otra forma de ver la fiesta.

La suerte que tenemos es que el pasar esos valores a nuestros pequeños y amigos está en nuestra mano, al resto que le aproveche pero será igual que en fiestas de Bilbo o Huesca por la noche (sin querer desmerecer ninguna de ambas fiestas, of course).

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