Archivo por días: 30 de octubre de 2008


¿Explicarlos? No, gracias 4

El otro día estuve comentando con unos amigos extranjeros cómo veo los Sanfermines y me quedé sorprendido sobre como lo ven y como lo entienden.(bueno la verdad es que no muy sorprendido).

Es legendaria la fama que nos precede, y muchas veces está manifiestamente orientada a los excesos, claro que los sanfermines son una fiesta “excesiva” en todos los sentidos.

A veces pienso en cómo poder medir la internacionalidad de una fiesta, ¿quizás preguntando quién las conoce?. Me temo que no es un buen método ya que los 1.400 millones de chinos conocerán más fácilmente las fiestas de Pekín que las fiestas de Sanfermin… ¿o no?.

Bueno a lo que iba, estos amigos se sorprendieron al explicarles los muchos actos populares (entiéndase municipales y no municipales) que se realizan a lo largo del día y de la noche.

Una vez leído el artículo de Festix, creo que efectivamente venían con una visión de los Sanfermines que se reducía a los encierros y a la noche.

Entre las cosas que les comenté estaban los kilikis y gigantes. Creo que lo llegaron a imaginar pero no les hizo mucha ilusión.

Esto lo entiendo porque también nos pasa a los que somos de aquí. De niños nos producen miedo hasta que entendemos lo que son y tenemos el valor suficiente para picar al coletas y que nos persiga en esos sprints de 20 metros… luego, durante la adolescencia, pasamos ampliamente de los mismos, básicamente porque llevamos un horario diferente y posteriormente volvemos a valorarlos porque queremos que nuestros txikis tengan y vivan lo mismo que hemos vivido nosotros. Claro que explícale esto a alguien que no es de aquí (nacional o extranjero), ¡Que esfuerzo!…

Pero eso no fue la mayor dificultad. Al hablar de los toros, ellos se declaraban antitaurinos aunque por los argumentos que me dieron creo que eran antitaurinos por moda más que por sentimiento, no hubo forma de explicarles que en Pamplona van a los toros tanto taurinos como toristas como ni lo uno ni lo otro… y lo que es lo mejor, al morir el tercer toro a merendar de todo… Ya me dijeron que el año próximo quieren ir a los toros (por lo que dudo de su antitaurinidad real). Creo que lo que mejor entendieron fue lo de la merienda.

Luego pensé que hay cosas que se venden bien como la noche y la juerga, pero hay otras que, muchas veces, son las que realmente valen la pena que no merece la pena explicarlas. Qué pena.