Archivo por meses: diciembre 2008


San Fermín y la Navidad. 4

    Se acercan unas fechas para unos entrañables, para otros tristes, y para casi todos suponen unos cuantos días festivos. Ayer viendo caer la nieve me pregunté: ¿Alguien se acordará de San Fermín en Navidad? Que atrevidos somos de pensar que habrá gente que lea nuestros artículos.

    Tenía que haber un refrán como ese que dice: «Sólo se acuerdan de Santa Bárbara cuando truena», o algo asi, relacionado con el Santo patrón. Que no sea que sólo se acuerde la gente de San Fermín cuando queda poco menos de 30 días para el inicio de las fiestas. 

En todos estos meses hemos tenido temas variados, unos más aceptados por nuestros miles de lectores, pero nuestra labor tiene mérito. Todos nos hemos encontrado alguna semana con la angustia de no saber de que escribir. Ahora que se acercan estas fechas, hay que devanarse los sesos para encontrar un jugoso tema . Reconozco que hoy es uno de esos días en que estoy con mi cabeza pensando en el lote navideño, la comida de empresa, las vacaciones, etc.

Por eso mismo espero que me venga la inspiración para escribir decenas de artículos.

Por cierto, a punto ha estado de no poder publicarse mi artículo, ya que he estado dos días sin conexión a internet. Sólo me faltaba esto para otra mancha en mi historial, jeje.


El encierro y la DGT 3

Lo peor para correr el encierro es no ser consciente de lo que es el encierro.

En una web preparada para forasteros hacen las siguientes indicaciones para aquellos que quieran correrlo:

«- Es algo que no es recomendable ya que todos los años muchas personas resultan heridas.
– El pricipal problema es que mucha gente corre sin saber realmente el riesgo que significa correr el encierro.

– No corras el primer día, si es posible conoce el encierro y que esperas de el. Pasea por el recorrido para conocerlo a ser posible con alguien que conozca.

– También es posible que no puedas correr porque la policía te haya sacado del recorrido, ya que no permiten que toda la gente corra. Sobre todo el primer día que es el de mayor número de corredores.»

Parece que por la red hay una corriente que se toma en serio el encierro e intentan dar indicaciones sobre el encierro destacando que antes de correr hay que conocer cual es el recorrido y lo que es más importante, saber lo que es el encierro y lo que puedes esperar tú de el.

Estas indicaciones caen, en la mayoría de los casos, como se puede ver en esos personajes que corren con mochilas, grabando el encierro, sacando fotos o con una buena intoxicación etílica, en saco roto.

Aunque las autoridades hagan todo lo posible por retirar a esos destalentados, siempre habrá un porcentaje que traten de infligir las normas, seguro que porque no saben lo que es el encierro.

Ahora que cuando hay que mostrar las consecuencias de los accidentes, hay que fijarse en la DGT.

Igual es necesario, para que la gente tenga verdadero respeto al encierro y sepa lo que es, hacer una campaña de TV, con el empaque suficiente, emitiendo las cogidas del personal con toda su crudeza…

Aunque todas las campañas de concienciación son carreras de larga distancia y a corto plazo, a la DGT, sólo le funciona el carnet por puntos.


Otra de meriendas 3

Un imperdonable error informático, es decir, olvido del autor, ha hecho que esta excepcional receta se cuelgue tan tarde. Así pues, ofrezco mis más sinceras disculpas al cada vez más amplio grupo de fans.

Para compensar, ahí van una serie de consejos para elaborar una típica merienda en tarde de toros: estofado de ternera.

INGREDIENTES (para 6 personas):

2 kg de ternera para guisar.
1,5 kg de patata.
1 kg de zanahoria.
Aceite.
Sal.
Agua.
Un vaso de tinto.
Vinagre.
Ajo.
Cebolla.
Laurel.
1 pastilla de Starlux (yo no soy de Avecrem como Sanferman).

ELABORACIÓN

Ponemos aceite de oliva en la cazuela; cuando está calentito añadimos la cebolla y el ajo troceado, para que se vayan haciendo a fuego lento. A continuación vertimos la carne cortada en cubos que quepan en la boca (muy útil este formato, pues es un engorro andar con cuchillos en el Tendido de Sol) y dejamos que se dore bien.

Mientras tanto pelamos y troceamos la patata y la zanahoria. La mezclamos con la carne y cubrimos con agua, un vaso de tinto y, si gusta, un chorro de vinagre que le da un toque muy especial.

Subimos la potencia del fuego y añadimos la sal y el cubito de Starlux. Cuando el líquido hierva, volvemos a bajar a fuego lento y dejamos que se vaya guisando. Si tienes laurel, pon un par de hojitas.

Es un plato relativamente rápido y fácil de preparar, y como no tiene huesos ni espinas, es ideal para su consumo en plato sostenido sobre las rodillas.

On egin!


El Encierrillo 3

El encierrillo es uno de los actos que no aparecen en el programa de fiestas, por lo tanto de los menos conocidos entre quienes nos visitan, pero imprescindible para el correcto desarrollo del evento más popular y que dá fama internacional a los sanfermines, el encierro.

El encierrillo consiste en trasladar los toros que van a correr el encierro del día siguiente desde los corrales del Gas, donde habitan desde su llegada a Pamplona, hasta el corral ubicado en la parte baja de la cuesta de Santo Domingo donde pasarán la noche previa al encierro y posterior corrida, actos ambos de los que serán protagonistas.

Estos 440 metros que separan ambos corrales se realizan sin corredores, siendo guiados los toros por una parada de cabestros que los guiarán por el recorrido bajo la supervisión de los pastores que se encargan de que la faena se realice de la mejor manera posible.

Este acto se realiza alrededor de las diez de la noche, no hay una hora concreta, en cuanto la noche cubre Pamplona y la autoridad competente, la Policía Municipal, determina el comienzo tras supervisar que todo está en orden. Este comienzo se lleva a cabo mediane dos toques de clarín. Se desarrolla en completo silencio siendo el ruido que provocan las pisadas de las reses sobre el asfalto junto con los cencerros de los cabestros lo único que se escucha. Es la magia del encierrillo.

httpv://www.youtube.com/watch?v=oquPejhn8hc

Este es un evento de los pocos que mantienen su esencia original y tiene un encanto especial al realizarse casi en secreto. Merece la pena acercarse, tras conseguir la correspondiente invitación, y disfrutar de su encanto y sabor a otra época.


Más sobre las pamplonadas

Me viene al pelo el artículo de Joseba del viernes, porque estaba con ganas de hacer una pequeña reflexión sobre este asunto, sobre todo ahora que está tan en cuestión si promocionar, cómo promocionar, para qué promocionar, por qué promocionar, dónde promocionar, y cuándo promocionar Pamplona. Recordemos que estamos a las puertas de hacer un ridículo estrepitoso optando a la capitalidad europea de la cultura en 2016. Anda que no hay ciudades en Europa que se distinguen precisamente por lo cultural, y nos van a dar a nosotros la capitalidad, ya, ya. De hecho, los de Torun ya están empezando a darse cuenta de con quién se han juntado, dicen que no hacemos nada…

El caso es que el mayor éxito al que puede llegar un publicista es a que al producto que anuncia se le acabe denominando con la marca del producto. Por dar algún ejemplo, todos pedimos cocacolas independientemente de que luego nos aticen una caseracola, una pepsicola o una pocacola. Igualmente, nadie dice que ha echado al estofado de toro de feria de Burgos un cubito de caldo de carne concentrado, sino que ha echado un avecrem, aunque en realidad ha podido echar un cubito de cualquier otra marca. El ejemplo más claro es el del chupachús. Sí, sí , amiguitos, chupachús es una marca, no cualquier caramelo con palo. Hasta tal punto el tema está conseguido en este caso, que incluso para pedir un caramelo con palo de la competencia de chupachús, pedimos un «chupachús de coyac».

Pues algo parecido ocurre con las pamplonadas. El producto es el encierro, y en Mexico, no sé los motivos, se ha producido esa identificación. Da igual si es un encierro a nuestra usanza o si se trata de un rodeo a la americana, se le conoce como pamplonada. A poco más se puede aspirar en cuestión de promoción. Tras darle muchas vueltas, no encuentro otro caso igual, en el que un acto acabe adoptando el nombre del lugar donde se celebra, quizás algún lector conozca alguno. El problema es que explotar esto supone asociar más todavía el nombre de Pamplona al acto del encierro exclusivamente.

Como anécdota diré que aún recuerdo cuando llegó a España el boom de las antenas parabólicas, y con él canales como Sky, Super Channel, Euroniús, y cómo no… Galavisión. Pues en plena resaca del día 6, haciendo zapping, estaban dando en la mexicana unas imágenes del txupinazo con la plaza consistorial atestada. Los comentarios de la presentadora no tuvieron desperdicio: «Ha dado comienzo el festejo de la pamplonada… ¿se imaginan soltar unas reses bravas en esa muchedumbre?»

Por último, en la ardua labor de documentación para este artículo, he recurrido a buscar la palabreja en cuestión en el diccionario de la Real Academia. No aparece. Sin embargo, no me resisto a publicar cuál es la acepción de la palabra «pamplona» en el citado diccionario: «carne sazonada, arrollada y envuelta en tripa que se come asada». Para que luego se pregunten por qué nos gusta tanto la gastronomía.