Archivo por meses: enero 2009


Salou o Shangai 6

Creo que el museo del encierro está llevando una evolución a menos que resulta cuando menos sorprendente.

De un proyecto novedoso arquitectónicamente que comenzó siendo un “museo puente” que unía La Rocha con el Casco Viejo y ocupar 8.000 metros cuadrados (aprox) ha llegado a fecha de hoy a ocupar el edificio de los Bomberos y con una superficie de 1.800 metros cuadrados aprox. El tiempo nos dirá en que queda, si en algo de lujo o en una patraña.
Una cosa que hay que tener en cuenta es que en éste tema no sólo «habla» el Ayuntamiento, sino que también «habla» el Gobierno de Navarra, soltando los 20 millones de euros para su construcción y «cediendo» el edificio «foral» de los bomberos. También es lógico abrir las miras y, como en todo negocio, se pretenda un retorno de la inversión vía ingresos turísticos. El Museo debe expresar unas sensaciones pero no deja de ser un negocio, que sin euros debe cerrarse.

Como bien apuntabais en un comentario, éste aumento de turismo no tenemos que verlo como algo que se reduce del 6 al 14, sino como algo que dura del 15 de julio al 6 de julio.
Es más, creo que el museo se podría cerrar del 6 al 14, porque es cuando realmente se pueden vivir los Sanfermines en la calle.
Bueno, pero hay gente a la que esto le queda un poco lejos.

He encontrado información sobre una peña. Esta peña se llama “el kiliki mandarín” y está ubicada en Shangai.

Se me hace curiosa la presentación que hacen ya que tienen un origen similar a nuestro blog, y seguramente a más blogs amigos, ya que buscaban vivir los sanfemines allí donde no se celebran y en nuestro caso es vivirlos cuando no se celebran. Al final a todos nos mueve lo mismo.
Su celebración es una cena en el restaurante “La Verbena” (por si alguien lo conoce) y para ella exigen ir vestidos de blanco nuclear (como salimos el día 6 por la mañana). El pañuelo y la faja están incluidos dentro del precio de la cena.
También destacan que habrá auténtica chistorra Navarra, supongo que no será fácil que llegue hasta allá una buena chistorra.
Además te puedes comprar una camiseta de kukuxumusu con un tema sobre la peña del kiliki… original no copias !!!!.

Ya sabéis siempre se puede cambiar Salou por Shangai, seguro que seréis bien recibidos por el kiliki mandarin.


Esos kilitos de más 5

Ando preocupado estos días. No consigo desembarazarme del exceso de equipaje obtenido en Navidades. El corderico, los mazapanes y turrones, las cenas con la gente del trabajo o la cuadrilla, las tardes de vinos y pintxos o los cubatas de Nochevieja han redondeado aún más mi figura.

Y claro, mi asombro supera límites cuando veo que, del 6 al 14 de julio, como y bebo mucho más, y no sufro estos efectos colaterales, sobre todo en los laterales de mi cintura.

Aunque trasnocho, en Sanfermines procuro levantarme relativamente pronto. Aunque no me haya planificado oficialmente un almuerzo, me suelo pasar por la Peña y siempre alguien me obliga a sentarme. Y no se trata solamente de huevos con patatas y jamón, divinos ellos, sino que muchos días cae ajoarriero, o albóndigas o callos, por citar un par de ejemplos. Obviamente, con abundancia de vino y café (nada de leche descremada, claro) y copica.

Luego toca aperitivo. De sobra es conocido que el martini o la cerveza entran mucho mejor con gambas, croquetas o rabas, productos absolutamente hipocalóricos, como todo el mundo sabe.

Lo más probable es que luego hayas quedado para comer. Una buena ensalada siempre cura la conciencia, aunque sabe mucho más rica acompañada de un revuelto de hongos y un chuletón. Más vino y otra copa, claro, y café con su leche entera.

Un par de patxaranes entran cojonudamente antes de los toros y, ya en la plaza, la sangría es un buen caldo para empujar langostinos, encurtidos y otros aperitivos que entran fenomenal durante la lidia de los tres primeros.

Luego hay que merendar, y quiera Dios que no te coincida el menú con el del almuerzo, pero siempre es posible que repitas los callos, los menudicos o el estofado de la mañana. En el quinto, un poco de dulce entra bien: tartas, pastelitos y pastas circulan con alegría.

A la salida, no hay nada más refrescante que unos katxis de cerveza compartidos con la cuadrilla. Luego alguien propone ir a cenar; como no tenemos mucha hambre, con un bocata bastará: bien de pan con txistorra o lomo grasiento y, si tienes suerte, otro cafetico con leche para asentar.

 Y en la vorágine nocturna, coca cola a mansalva mezclada con los más variopintos licores. Antes de ir a la cama, los churros son mano de santo.

Llega el 15 de julio y he adelgazado.

¿Cómo es posible? Doctor, ¿por qué en enero esto no me pasa?


El apartado 6

A uno le gustan los toros, que le vamos a hacer, y toda la liturgia que los rodea, así que sentía curiosidad por asistir a uno de los actos taurinos por excelencia, el apartado de los toros.

El apartado de los toros, que se celebra todos los días de corrida a las 13:00, consiste básicamente en separar cada uno de los toros de la corrida de la tarde, para ello los mozos de espada de los matadores que los lidiarán establecen tres lotes de dos toros en los que se compensan las características de cada toro, acto seguido se anotan los números de los toros que conforman cada lote en papel de fumar y se introducen en el sombrero del mayoral y se adjudican a los toreros según se extraen respetando el orden de antigüedad. A continuación se realiza el apartado propiamente dicho separando a cada toro en un chiquero individual donde permanecerá hasta la corrida.

Esto que he descrito en el párrafo anterior es el apartado, pero en Pamplona, el apartado se ha convertido en un acto social en el que se mezcla el mundo del toro con el mundo social de Pamplona y provincia en el que hay mucha gente que únicamente va para dejarse ver sin que le importe demasiado el acto que se está llevando a cabo. Esto ha desembocado en una afluencia de gente tal que, condicionado, además, por el propio espacio en el que se desarrolla el acto, el que quiera ver toro no le queda más remedio que buscar entre las fotos de la prensa local.

Como a uno no le va lo de ir a un evento para dejarse ver, si no para disfrutar del mismo y, por supuesto y en este caso, ver toro, siempre había escuchado que el día ideal era el día 6 de Julio por razones obvias, la gente está disfrutando por el comienzo de las fiestas y casi nadie se le ocurre pasarse por la Plaza de Toros. Pero desde que Pablo Hermoso de Mendoza con sus indiscutibles méritos consolidase la corrida del día 6 como corrida de rejones, la Meca decidió trasladar la novillada al día 5. Esto ha permitido que haya una corrida y por ende un apartado en la víspera de la víspera, dia de locura colectiva en Pamplona, por lo que hace ya un par de años aproveché esta fecha para cumplir con este acto taurino, sin ningún agobio, en familia, sin «ver» a nadie y sin dejarte «ver» y, por supuesto, «viendo» a los protagonistas del acto sin ningún problema. Otra cosa es el precio de las entradas, que me pareció excesivo, pero es lo que hay.


Begitarte ozpin. 4

El que suscribe es un enamorado del euskera. Muy a su pesar, no lo domina, y tan distante se encuentra de quienes desean la aniquilación del idioma como de quienes querrían verlo como única opción disponible.

Dicho esto para evitar suspicacias, me gustaría referirme a la iniciativa que pretende que este año el tercer cántico al santo antes de comenzar cada encierro se haga en euskera.

Es verdad, como dicen en el manifiesto que han publicado sus impulsores, que el euskera es oficial en la ciudad de Iruña. Y que tenemos derecho a usarlo, escucharlo, etc. Faltaría más. Tenemos derecho incluso a no usarlo. Por este lado, nada que objetar a que se cante en euskera.

Sin embargo, no me gusta que se alteren las tradiciones. La estrofilla en cuestión, que como bien dicen forma parte del himno de la peña La Única, fue ideada por un miembro de los Iruñako, y añadida a la composición inicial de Manuel Turrillas. Tanto la estrofilla como la letra del himno, como las letras de todos los himnos de peñas de entonces, fueron escritas en español. Y así las hemos escuchado a nuestros padres, y así las hemos cantado hasta la extenuación. Son letras que actualmente serían impensables, con formas, giros y fondo propios de mediado el siglo pasado. El haberse mantenido y el ser vociferadas con orgullo hoy en día es de un valor incalculable a mi modo de ver.

A lo que voy es a que el hecho de que no se hayan cantado nunca en euskera, ni menoscaba su esencia, ni menoscaba su vigencia, ni ese hecho menoscaba la esencia ni la vigencia del propio idioma euskera.

En cambio, y esto es lo grave en mi modesta opinión, que se empiecen a cantar en euskera, como varias peñas han empezado a hacer, supone abrir una diferenciación inútil en un aspecto de una fiesta que se jacta de universal e integradora. Ahora corremos el riesgo de que haya gente que catalogue al personal en función de en qué idioma cante el himno de su peña o pida protección al santo. Hasta ahora daba lo mismo ser de derechas o de izquierdas, vasco o español, republicano o carlista, facha o batasuno. Tras dos buenos vinos, hombro con hombro, irrintzi va irrintzi viene, desgranamos las estrofillas de «Turradillas» con fervor y en perfecta comunión.

Supongo que pronto le tocará el turno al himno del Osasuna, inocente y casi ridículo en su letra escuchada hoy en día, pero con el que los seguidores rojillos nos identificamos a morir. Y para que no exista discriminación lingüística, imagino que al personaje más temido por la chavalería habrá que rebautizarlo como Begitarte Ozpin*.

No veo iniciativas, por contra, que busquen traducir al español las letras de las letanías que se cantan a Santa Águeda por parte de numerosos coros en la víspera de su festividad (al loro que está al caer, y lo recomiendo vivamente). Ni veo intentos de convertir al español los estribillos que se le dedican a Olentzero. No los veo, y me alegro de no verlos, porque serían forzados, y porque llevarían a que tradiciones que hoy nos unen, las acaben disfutando unos por un lado y otros por otro. Me niego.

*: Caravinagre.


Tecnología y Museo de los Sanfermines 4

Ya que menciono la tecnología, primero de todo disculparnos por los pequeños problemas técnicos que nos impidieron la semana pasada publicar un par de días los artículos a tiempo. Afortunadamente todo está solventado gracias a la pericia del amigo festix.

Pero bueno, al grano. Ya que estos días hemos hablado del posible museo de marras aquí aporto unas ideas que se podrían utilizar para con la ayuda de las nuevas técnicas de realidad virtual instalar unas atracciones de primer nivel y conseguir que éste museo sea reconocido a nivel mundial.

1) La fuente mágica
Especialmente dirigido al público anglosajón. Consistiría en una reproducción a tamaño natural de la fuente de Navarrería, a la cual habría que subirse previa ingestión de 3 litros de sangría de tetrabrick, para saltar desde el punto más alto atravesando un aro de fuego y caer en un estanque infestado de pirañas y cocodrilos.

2) Alegría en el tendido
El usuario se sienta encajonado en un horno de unos 20 cm de ancho, aproximadamente a unos 45ºC durante dos horas y va dando cuenta sucesivamente de media docena de langostinos a medio descongelar, bocadillo de magras con tomate, tres o cuatro pastas, un litro de sangría, otro de vino y un carajillo, mientras simultáneamente se le arroja por encima todo tipo de líquidos y se le lanzan trozos de fruta y restos de comida.

3) Vive el encierro como un experto
Rodeado por 6 toros virtuales y ataviado con una camisa naranja fosforito, vas por la Estafeta haciendo esas cosas tan típicas y castizas como: tirar de la cola a los bichos, citarlos por detrás y sobre todo apoyarse en el lomo de las reses al más puro estillo Padilla.

4) Comete una rosca
Pensado para los visitantes varones. Se trata de recorrer 20 metros para invitarle a tomar una copa a una simpática moza, venciendo la oposición de sus obstinadas amigas que te atizan constantemente con unos sarmientos en las pantorrillas para disuadirte y si lo consigues, hacer luego frente a los comentarios sarcásticos y fríos de la moza en cuestión, sin perder la sonrisa de los labios.

5) Salir viva del intento
Este para las chicas. Esta vez consiste en recorrer esos 20 metros para reunirte con tus amigas y echarte unas risas, pero para ello tendrás que sortear a 200 tiparracos sucios y con un fuerte olor a sudor, que ebrios y con frases inconexas te intentarán apartar de tu objetivo y sobar rasa en cuanto te descuides.

¡Que no se diga! Tomen nota los políticos y que con estas humildes ideas, hagamos un museo que de a los visitantes la sensación de estar viviendo las fiestas desde dentro.