Archivo por meses: junio 2009


Sesenta años no son nada 10

Anda estas semanas la Peña Anaitasuna metida en jaleos onomásticos. Cumple sesenta años de historia. Y como reza el tópico, son sesenta años de historia viva, pues muchos de los que tuvieron la feliz idea de crear aquella peña todavía viven. Y lo cuentan, vaya si lo cuentan.

[simage=156,320,y,left] Cuentan cómo se ha pasado por la Perrera de la calle Jarauta, por la calle Mayor, por otros dos locales en la calle Jarauta y, desde hace unos años, por su ubicación actual de la calle San Francisco.

Desde los garrafones de tinto a granel y los cestos de mimbre repletos de barras de pan hasta los cubatas de primeras marcas y las meriendas de alta cocina, desde los antiguos DIMASUs hasta la plena integración de la mujer en la fiesta, la Peña ha evolucionado con la ciudad, sufriendo a sus munícipes la mayor parte de las veces.

Este año los medios de comunicación les prestarán mayor atención, a cuenta de aniversarios y demás, quedándose en lo folklórico, superficial y anecdótico, pero olvidando la esencia de hermandad, la sangre, la solidaridad y tantos otros valores que inundan la Peña Anaitasuna más allá de nueve días de juerga compartida al año.

Porque lo saben hasta en Guatemala.


Semana presanferminera 10

A una semana del comienzo de los Sanfermines nos encontramos en la verdadera cuenta atrás y que, dependiendo de nuestra pericia y experiencia, nos dejará en las puertas de las fiestas con el menor número de cosas pendientes por hacer.

Hagamos un pequeño repaso aunque no de forma exhaustiva.

  • En el plano laboral, nos encontramos ante el primer «cierre de año» en el que queremos dejar todo resuelto para poder despreocuparnos durante estos días. Si además te toca trabajar con gente de fuera, por mucho que se lo intentes explicar no entienden lo que un retraso, admisible en otra época del año, puede suponer en estos días. También están los que ahora te avisan que van a venir y que pretenden no sólo que les guíes durante su estancia, sino que les procures alojamiento, entradas para los toros, etc.
  • En el plano físico llega el momento «pantalones de última hora». Si no has hecho tus deberes a lo largo del año te encontrarás con la «venganza de la ropa blanca» ya que al tenerla encerrada en un armario durante un año ha «encogido» y como ya no hay tiempo para procurarnos un cuerpo que entre con dignidad en la susodicha ropa, no nos queda otra que adquirir nueva y ejecutar la «venganza del sanferminero» tirando la ropa vieja a la basura.
  • En el plano preventivo tenemos que procurarnos los medicamentos y/o remedios que nos van a aliviar los momentos «críticos» de la fiesta como cuando el aparato digestivo decide funcionar por su cuenta sin tener en cuenta las circunstancias de su dueño y señor o como cuando el cerebro rebota constantemente con las paredes del craneo creando la sensación de que nuestra cabeza es el badajo de la campana María de la catedral.
  • En el plano organizativo hay que elaborar los «sudokus» para cuadrar quien lleva la merienda qué día, quién se encarga de la sangría y quién de coger las almohadillas. Aun y todo, en alguno de esos días indefinidos en los que la merienda es autogestionada, es probable que el que quiera merendar dependa de la caridad de las cuadrillas circundantes. Si quieres sorprender a tus amigos y a tí mismo con una buena sangría, debes tener claro como la vas a hacer, qué elementos y en qué cantidades vas a utilizar, el recipiente en que la vas a llevar y como conseguir la temperatura idónea en el momento de su consumo (ójala haga calor), así como el transporte hasta la plaza. Lo mismo con la merienda, ya que llevar unos bocatas comprados a última hora no te va a hacer ser el amigo del día. También en este ámbito, como no hayas reservado ya el sitio para el almuerzo o comida del día 6, mejor que vayas pensando en un plan «B». Además, esta semana hay que recoger el abono (al menos nosotros en nuestra peña ya que los de la Meca lo hicieron la semana pasada).

Lo bueno que tiene este año al ser lunes el próximo día 6 es que tenemos un fin de semana de transición para desocupar la cabeza de preocupaciones y entrar limpios a disfrutar a tope.

Por mi parte me despido de todos los lectores, aunque espero encontraros en estos días en las rúas pamplonesas, deseándoos que disfrutéis de las mejores fiestas de la historia.

YA HUELE A TORO.


¡Por favor, dejen trabajar a los dobladores! 4

Fernando Moreno se retira. Bueno, por mejor decir, se retiró el año pasado, cuando seguramente le quedaba alguna esperanza de volver al ruedo en 2009. Su rodilla ha dicho basta. Como ha dicho basta la rodilla de Cruchaga, o en su día dijo basta la de Andorinho.

Dos décadas de doblador, con la responsabilidad de rematar los encierros. De él y sus compañeros dependía la tranquilidad de miles de pamploneses que esperaban con el alma en vilo a que sonara el cuarto cohete del encierro.

Cuando yo era pequeño los dobladores me parecían superhombres que se metían con los toros por un túnel, y encima venía un capullo y les cerraba la puerta. No contaba con las gateras y los burladeros del patio de chiqueros.

Todo son limitaciones en su labor. El ababol que no se ha abierto «en abanico» y viene recto hacia los corrales presa del pánico con los bureles resoplando detrás. El borracho que repite esa jugada pero sin ser presa del pánico. El macarra que viene detrás de algún toro a citarlo o a agarrarle el rabo, como si fueran las añojas de Paracuellos de Jiloca. El divináceo que no se ha dado cuenta de que ya le han hecho la foto…

Ojo, y que no se les ocurra dar una verónica a la locomotora bovina que se les viene encima, no vaya a ser que desarrolle sentido y por la tarde el Platanito de turno diga que no ha podido hacer nada. Capote a tierra, a una mano y  al trán trán.

Aunque su nombre viene del hecho de que su misión inicial era la de estar al quite y «doblar» al toro, girarlo para evitar que embista o persiga a alguien. Los dobladores eran unos protagonistas más en las corridas de toros, aunque no participaban en la lidia. Estaban repartidos por los burladeros para estar al quite (en las grandes plazas, que habría que ver qué pasaría en la portátil de Burlada si hubiese existido hace 100 años…).

En Pamplona se aprovechó la idea en los años 30 para el encierro, y así debutó el «Chico de Olite» en estas faenas.

Sólo un pero: con lo dados que somos aquí a la parafernalia y a la ortodoxia folclórica localista, creo que un simple brazalete verde es poca distinción.  Uniforme, y bonito, ¡ya!


A ver si nos va a pillar el toro… 5

Bueno, después de estas jornadas de ilustración literaria, volvemos un poco a los comentarios de cada día.
De todos modos, a los que os hayan gustado estas microhistorias, deciros que nuestra intención es continuar publicando, ya después de Sanfermín, una amplia selección de relatos, de entre aquellos que se quedaron fuera de la final. Ya veréis como muchos de ellos no desmerecen en absoluto de los que os hemos ofrecido estos últimos días.

En fin, yendo al grano, estos días vamos viendo como se prepara la ciudad para las fiestas.
Hace ya tiempo que se inauguró la Tómbola de Cáritas y que tenemos el vallado instalado. Ayer mismo pude ver de pasada como ya se están instalando las primeras atracciones en el nuevo recinto Ferial.
Ya se masca la fiesta en el ambiente y se están ultimando los preparativos; sin embargo si os habéis pasado recientemente por la Navarrería, habréis podido ver que las obras continúan y allí donde está la fuente, no hay ahora más que un hermoso ‘zulo’, tal y como podréis ver en estas fotos caseras.

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Que digo yo (tampoco lo sé seguro), que ya habrán calculado el tiempo que nos queda (11 días pelados) y que la obra estará terminada para el txupinazo, porque de lo contrario, me imagino la decepción de los visitantes foráneos cuando vayan el día 6 a tirarse de la fuente y no encuentren en su lugar más que este agujero con un montón de escombros.
Aunque por otra parte, con lo cepos que van algunos, igual tampoco se iban a dar cuenta.
¡Se admiten apuestas!


Relatos Sanfermineros, con la boca hecha agua. 2

Aqui incluímos los cuatro relatos faltantes de los 20 que fueron seleccionados en el I Certamen. Uno de ellos en su versión original y traducido. Que los disfrutéis, porque hasta después de fiestas no publicaremos más relatos, sino que volveremos a otros temas de actualidad sanferminera.

¿Y AHORA?……. ¡A LAS DIANAS!, de Magdalena Luna

¿Quieres venir a San Fermín? Piénsalo, tengo sitio.
Será especial, porque yo: Amo esa Fiesta.
Mes de Junio en Madrid. Los de “la secta”, así nos llama un amigo, ya no hablamos de otra cosa. ¿La culpable? ¡Mi Madre! 5 de Julio. Todos a Pamplona. ¿Amigos?, los que queráis, pondremos colchones. De las cenas, me ocupo yo. Ella, nos acoge a todos.
Con once años, agarrada de su mano, mis primeras Dianas, “La Pamplonesa” me conoce: niña, adolescente, madre…nos cruzamos las miradas, y sabemos lo que sentimos…
Noche de San Fermín, un año cualquiera. Las 6.30 a.m: ¿Y ahora?… ¡A las Dianas!
No os separéis, hay que cruzar el vallado. Seguro que salen por detrás. ¿Las oís? No, esa no es la Pamplonesa, corred, latigazo de emoción, y ya estamos. Brazos en alto y gargantas vibrando.
Vamos entrelazados. Levanto los ojos hacia el trozo de cielo que se ve entre las casas de la Parte Vieja. Me invade una sensación única e intensa: olor, temperatura, mi voz, la de todos…y los acordes de esa música querida rebotando contra las paredes que forman la calle… las caras iluminadas… otra vez, el Santo.
Los “nuevos”, nunca lo borrarán de sus recuerdos… Y repetirán.

MOMENTICO, de Jorge Urdánoz

Piernas entumecidas, el agua se encarama por el bajo de mis pantalones. Las manos fatigadas, marcadas por la fría talla de piedra.
Son ya muchos los minutos observando desde lo alto el continuo trasiego de gente. Me fijo en los pañuelos. Siempre hay quien lleva el escudo del revés, pero no, avisarle sería violento. Lentamente, las páginas de un periódico se suceden justo debajo. No puedo evitar echarle un vistazo, me ameniza la espera. El sol azota mi cabeza, retumba dentro, me hace lamentar la juerga de ayer y el no haber dormido.
Hay un gran revuelo. Entran corriendo detrás de un niño, precediendo el regio cortejo. Se suceden los ocho con su rigidez danzante mientras nos invaden los recuerdos de cuando éramos niños. Dejan lugar a la solemnidad. Banderas y cruces.
El tañido de las campanas le anuncia, ya está aquí. Entra en la plaza bajo un ensordecedor júbilo, los aplausos son su guía. Se detiene. Silencio sepulcral y comienza la jota. El corazón se acelera, sentimiento, emoción, un nudo en la garganta, respiración contenida… “¡Viva San Fermín! ¡¡VIVA!!”. Mientras la ciudad le despide, bajo y me alejo de la fuente.

EN LA PLAZA DEL CONSEJO, A LA DERECHA, de Iñaki Azcárate

Había cosas que nunca cambiaban, y el olor de la Calle Nueva la mañana del 7 de julio era una de ellas. Y tampoco cambiaba que, como cada año, llegaba tarde para coger un buen sitio en la Plaza del Consejo. Siempre había visto la Procesión desde allí, a la derecha del coro que cantaba la jota. No le gustaba llegar tarde, ya que le molestaba tremendamente aquellas personas que llegaban a última hora y se metían entre las primeras filas, con los niños sobre los hombros, quitándole la maravillosa perspectiva que desde allí tenía… y no quería ser uno de ellos. Iba a pasar calor. Con la resaca, el sol calentando sobre sus cabezas, la multitud… Pero todo aquello se esfumaba cuando empezaban a llegar los zaldikos y los cabezudos, los gigantes, las cofradías… y finalmente San Fermín. La jota siempre le sacaba alguna lágrima. Era inevitable, su momentico particular. Después, con la sensación del deber cumplido, unos pintxos en San Nicolás, donde aún había sombra, y a comer con los amigos. El año que viene volvería otra vez para, como siempre, chistar a los que aplaudían en mitad de la jota creyendo que había acabado. 

NOBOBODY PREPARED ME FOR THIS, de Olga Brajnovic

We arrived two days before the Fiesta began. I wasn’t specially excited with this part of our trip to Europe because of the wilderness they have told me about. But I was in minority. So there I was, waiting for the worst.

The 6th of July was like jump to a wild dream. The “Chupinazo”. I have never seen something like this in my life. I came home at night very late with my clothes covered of eggs, wine, flour, and who knows what else. We were so spoiled that we lost the first run of the bulls

The 7th I wake up before the rest and went out alone, just to catch up some fresh air. I found a mass of people clothed in white an red following a procession of San Fermin. People of all ages, and all of them extremely happy. I followed too. I saw some disguised men playing with the kids and eight wooden giants representing kings, with an structure that allowed a man be inside and make the giant walk and dance lightly like a feather carried away by the music. It was magic. I was crying. Nobody prepared me for this.
Nobody prepared me for this.

Traducción de éste último relato preparada por blogsanfermin.com

Llegamos dos días antes de que empezase la fiesta. Yo no estaba especialmente interesado en ésta parte de nuestro viaje por Europa, más que nada por todas las barbaridades que me habían contado. Pero estaba en minoría. Así que ahí estaba, preparado para lo peor.

El 6 de Julio fue como sumergirse en un sueño salvaje. El “Chupinazo”. No he visto nada así en mi vida. Llegué a casa de madrugada con la ropa cubierta de restos de huevos, vino, harina y quién sabe que más. Estábamos tan exhaustos que nos perdimos el primer encierro.

El día 7 me levanté antes que los demás y salí solo, con la simple intención de respirar algo de aire fresco. Me encontré con un numeroso grupo de gente vestida de blanco y rojo, que seguían en procesión a San Fermín. Gente de todas las edades y todos ellos parecían estar realmente felices. Yo también les seguí. Ví algunos hombres disfrazados jugando con los niños y ocho gigantes de Madera que representaban a reyes, con una estructura que permitía a una persona situarse en su interior y hacer que el gigante pudiera andar y bailar con la ligereza de una pluma que es arrastrada por la música. Fue simplemente mágico. Estaba llorando. Nadie me había preparado para esto.
Nadie me había preparado para esto