El caldico. 4
Cuántas veces nos hemos pasado la noche de juerga, y al empezar a ver las luces del día hemos buscado ansiosos un buen vaso de caldico caliente.
Yo aún recuerdo aquellos años en los que el Ayuntamiento repartía caldico caliente en la Plaza del Castillo. Ahora no queda más remedio que buscarlo, previo pago claro está, en bares y cafeterías.
Que rico sabe, como te reconforta el maltratado estómago, parece que es como un masaje estomacal, que te permite irte a la cama sin peligro de poner toda la cama hecha una porquería. Nosotros en los últimos años degustamos el caldico en el bar Larumbe, alguna vez acompañados del cocinero Juan Mari Arzak.
Señores, hoy que ya hemos pasado el que yo llamo último escalón, aunque en teoría es el penúltimo, tenemos que hacer como los futbolistas. Empieza la pretemporada, hay que poner el cuerpo a punto, fuera barrigas, ponerse a punto físicamente. Pero lo más importante, poner a punto nuestro maltratado estómago. Este último mes hay que mimarlo para que soporte todo lo que vamos a meterle durante las fiestas, esos caldos recios, esos cubatas de garrafón, esos kalimotxos nauseabundos………
Volviendo al caldico, es algo muy típico en San Fermín, la gente lo suele tomar un rato antes de que comiencen las dianas, para coger fuerzas y bailar con la Pamplonesa hasta la hora del encierro.
Sus ingredientes es mejor no conocerlos, pero nada tiene que ver con la pócima de Panoramix, así que no os hagáis ilusiones. Salud.
Por cierto, quiero dedicar unas líneas por lo menos para alabar a los ganadores, y a todos los participantes, del concurso de carteles de San Fermín de los más pequeños. Algunos de ellos me atrevo a decir que tienen bastante más calidad que algunos de los presentados al concurso de carteles anunciadores de nuestras fiestas. Un beso a todos.
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