Encierro, libertad y riesgo 5
Próspero año nuevo a todos.
En primer lugar, nuestro recuerdo cariñoso para Daniel Jimeno, y nuestras condolencias a todos sus familiares y allegados. Qué mala suerte tuvo. O mejor, qué buena suerte se suele tener casi siempre…
Mucho se está hablando sobre el encierro desde la muerte de Daniel. Como si antes las condiciones no fueran exactamente las mismas, pero enfín. Y mucho se hablará.
En este blog nos hemos caracterizado por dar cera a los divinos mediáticos, lo que no quita para que en este asunto cerremos filas con ellos. Sus declaraciones dejan bien claro el sentir de la gente que ama esta fiesta, una parte de la cual son los encierros.
Voy a reproducir uno de los microrrelatos que recibimos antes de fiestas en el certamen que organizamos, que para mí deja meridianamente aclarada esta polémica inútil. Lo mandó Graeme Galloway, escocés de Aberdeen. Traduciendo llego hasta donde puedo, por eso luego está también la versión original en inglés, por respeto al autor. Me he permitido el lujo, por último, de resaltar en negrita la frase que para mí es concluyente. Gracias, Graeme, por participar, y por ser tan contundente, ahora que las medias tintas no valen.
¿CUÁL ES EL SITIO MÁS SEGURO PARA CORRER EL ENCIERRO?
Ésta es una pregunta que me hacen, con un poco de suerte, un par de veces al día en Pamplona. Y mi respuesta siempre es la misma: el sitio más seguro es la calle San Nicolás. “¿Por qué?”, preguntan seguido la mayoría de jóvenes novatos, “¿es realmente seguro ahí?”. “Es muy sencillo”, respondo, “el encierro no pasa ni cerca de San Nicolás”. Todo este diálogo podría resumirse con estas palabras para todos estos interesados ansiosos: “Si quieres estar jodidamente seguro, ¡quédate en tu puta casa!”. Esto podría ser considerado por algunos como una respuesta ligeramente paternalista, pero aquéllos que me conocen, lo considerarán como un verdadero consejo de amigo.
La esencia de correr el encierro consiste en ponerse a sí mismo en situación de riesgo, por lo tanto, la pregunta debería ser, “¿cómo me involucro?”. Quizás entonces obtendrían una respuesta razonable por mi parte.
Después de más de treinta años corriendo el encierro, puede que no sepa “cómo correr el encierro”, pero sí puedo decir que sé perfectamente “cómo no correr el encierro”.
WHERE IS THE SAFEST PLACE TO RUN WITH THE BULLS?
This is a question that I am asked at least twice a day in Pamplona if I’m lucky. The answer I always give is that the safest place, is Calle San Nicholas. Most young bright-eyed, bushy-tailed new visitors follow up with the question «Why? Is it really safe there?» – «It’s quite simple,» I reply » The Bull Run goes nowhere near San Nicholas.» The whole point of the exchange tends to be summarised in my parting words to such young eager inquisitors, «If you want to be Fucking safe then stay at Fucking home!» This might be considered by some to be a slightly patronising response, but those who know me, will consider it a rather friendly, caring bit of advice. The whole point of the exercise of running with the bulls is to put yourself, in a situation of danger, therefore the question should be, «How do I get involved?» Maybe then, they will get a reasonable answer. After over thirty years of running with the bulls, I may not know «How to run with the Bulls» but one thing that I can say is that I certainly know «How not to run with the Bulls.»