Un barrio vivo 7
Anoche acabaron las fiestas de San Fermín de Aldapa. Tres días de sol, buen ambiente y mejor humor.
Han sido una nueva demostración de un barrio, de una ciudad viva, alejada de la ciudad oficial, conformista y gris, que promueve cierta clase política incapaz de respetar a su propia población.
El ingenio y el esfuerzo desinteresado de mucha gente han vencido los obstáculos planteados en forma de pavimentos sin asfaltar y prohibición de escenarios.
Peñas, dantzaris, toricos, gigantes, electrotxarangas, atletas carrozas y sobre todo gente, mucha gente, han demostrado una vez más el vigor de la iniciativa social pamplonesa.
Algo tristes, y muy cansados, ya sólo nos queda gritar Ya falta menos para San Fermín Txikito.