Los Hunos y los Otros 4
Uno de los servicios que hay que cerrar en San Fermín es el Servicio de Jardines del Ayuntamiento.
En Pamplona siempre ha llamado la atención de los forasteros la cantidad y la calidad de las zonas verdes. Esto es una realidad, pero fuera del período sanferminero. Período en el que nuestras zonas verdes se degradan de una forma bárbara.
En ese período es inútil realizar trabajos de mantenimiento en los jardines del centro de Pamplona, así que los jardineros de vacaciones.
Hay dos actitudes diferentes que al final llevan al resultado de destruir el césped, flores o árboles.
Unos son los Hunos entre los que me encuentro y seguro que más de uno de vosotros también. Nos caracterizamos por realizar actividades “al aire libre” como ir a ver los fuegos artificiales a la nueva Estación de Autobuses.
Después de todos los espectadores que pasamos por allí el césped quedó completamente seco y destruido. No creo que la solución hubiera pasado por un mantenimiento del mismo ya que el número de personas que lo pisamos diariamente le dimos un tute que ni Atila el de los Hunos. Desde mi punto de vista es un mal menor, porque es una zona privilegiada para que los mortales podemos ver los fuegos artificiales con nuestras huestes. Otras victimas que tenemos son los céspedes de la Plaza del Castillo, Paseo Sarasate o Antoniutti. Estos se destrozan generalmente por uso relativamente normal como cruzarlos por medio, dormir los guiris, sentarte mientras oyes música, o tomas unas birras con la cuadrilla, etc.
Entre los Humos y los Otros están todos los que aparcan en las medianas haciendo una especie de vivac en el coche, con jardincillo que es la mediana. Por éste motivo quedan diluidos los pasos de cebra y la gente pasa o pasamos por el lugar que nos resulte más cómodo. No digo que el pasar por las medianas lleve asociado el machacar las plantas que nos encontremos en el camino de una forma consciente, pero muchas veces las pisamos sin darnos cuenta y más si es de noche, tenemos prisa y hemos bebido. Pero en definitiva también destroza los céspedes.
Luego quedan los Otros, que son aquellos que se dedican a romper por romper, ya sean plantas, árboles o mobiliario urbano. Es una pena todos los árboles jóvenes que rompen por romper. Estos destrozos sí que los tendrían que pagar de su bolsillo.
Para mí el gasto que se produce por el uso y obliga a resiembras no me duele tanto en exceso porque después disfrutamos el resto del año de nuestras zonas verdes.
Lo que realmente me molesta es la actitud de los Otros, si Atila levantara la cabeza…