Uro de enero… 6
Genealógicamente parece que los estudiosos clasifican al toro de lidia en un sucesor del primitivo uro (cuya última hembra desapareció allá por 1600 en Polonia). Geográficamente vivieron tanto en Europa como en Asia y África, demostrando su carácter bravo. Normal en épocas en las que para sobrevivir hay que luchar.
De hecho para nuestros antecesores, que también eran depredadores y depredados (no lo tenían tan fácil como nosotros), el toro era un animal más que podía ser una fuente de alimento y de abrigo. Y claro al ir a cazarlo conoció los hábitos del animal y en este momento empieza el toro a ser un posible animal de entretenimiento ya que carece de malicia y cae en los engaños debido a su pronta embestida.
De éste Uro inicial se derivaron varias especies, entre ellas el bisonte, el toro de lidia y las vacas lecheras.
El toro ya lleva siglos proporcionando entretenimiento a la raza humana, en época de los egipcios hay informaciones en la que se indica que los toros eran criados para espectáculos en la que peleaban contra leones.
Esto da idea del concepto de bravo o agresivo que tenían los egipcios de los toros.
También en época de los griegos los jinetes corrían tras los toros para cansarlos. Estos toros una vez cansados eran tumbados por los jinetes cogiéndolos de sus defensas.
Por lo visto al emperador Julio Cesar que los introdujo en el circo romano.
El toro que se nos quedó a nosotros fue el toro más pequeño, que se cruzó con el que provenía de Asia dando lugar a toros bravos debido a su estado semisalvaje y justamente en nuestra tierra dió lugar a un toro bravo. Por el sur se cruzó con el que provenía de África dando lugar a otro tipo de toro más noble.
En definitiva, que tras cruces, descruces y demás bastardeos, se puede hablar de 3 tipos esenciales de toros correspondientes a las variedades navarra, castellana y andaluza.
Destacando el toro navarro por pequeño en cuerpo y armas pero bravo, el castellano como corpulento y resistente y el andaluz como noble. Curiosamente toda esa variedad de toros se ha quedado en el toro de lidia que conocemos actualmente.
Salvo en los tiempos en que el uro era parte de la dieta de nuestros antecesores el único motivo por el que no se han extinguido como los bisontes es su caracter lúdico, lo mismo que mantenemos las vacas lecheras para proporcionarnos la leche o las terneras para proveernos de carne, etc.
Generalmente en cuanto piensa la gente en toros el subconsciente les lleva a la lidia pero hay otros espectáculos en los que el toro participa y se muestra en plenitud, yo me quedo con dos el recorte y el encierro.
Es por estos tres eventos que los toros sobreviven, aunque hay que tenerlo claro, sin corridas no habría toros para el recorte y el encierro. Han nacido para el espectáculo y «correr los sanfermines» (para Sanferman y Rahola)….