Archivo por días: 25 de enero de 2010


Las reliquias de San Fermín 2

El pasado domingo 17 se celebró en la capilla de San Fermín, sita en la iglesia de San Lorenzo,  la conmemoración del hallazgo de los restos de nuestro Patrón por San Salvio, obispo de Amiens, lugar donde fue martirizado San Fermín el 13 de enero del año 615 de nuestra era. Esta celebración que se lleva a cabo el tercer domingo de enero congregó, además de a decenas de fieles, a los cinco miembros de la Corte de San Fermín (Juan José Martinena, José Luis Molins, Jesús Michel, Gerardo Palacios y Enrique Bretos), grupo encargado de custodiar sus joyas, ornamentos y reliquias, y procurar su atención piadosa y cultural. La cofradía, cuyo origen se remonta a la Edad Media, momento en que Navarra fue azotada por una epidemia de peste, suele reunirse cinco veces al año con el propósito de administrar las cuotas de la Corte, en la que hay inscritas unas 600 personas.

[simage=202,320,y,left]La primera reliquia llegó a Pamplona en el año 1186 por mediación del obispo de Pamplona, Pedro de París, también llamado de Artajona. Fue colocada en el busto de plata existente en la Catedral, visible en el pecho de la imagen. Posteriormente, en 1572, Doña Beatriz de Beaumont, fundadora del convento de Carmelitas Descalzas de Pamplona, donó una nueva reliquia, que había venido a raíz de la ocupación de las tropas de Felipe II de la ciudad de Amiens. Otra tercera reliquia fue traída por el Capitán Martín de Olagüe. Fue dividida en dos partes, una de las cuales quedó en ese lugar de Olagüe y con el tiempo desapareció. La otra mitad fue colocada en el relicario de plata, de estilo renacentista, que lleva el busto de San Fermín de la Capilla de San Lorenzo. Por fin, en 1941, el Obispo de Amiens, Luciano Martín, hizo llegar a Pamplona, traída por el Mariscal Petain, una reliquia del fémur derecho, que se halla en el Tesoro de la Catedral pamplonesa.

La imagen que se venera es una talla del siglo XV realizada en madera y revestida en plata en 1687. En el óvalo del pecho se guarda la mitad traída por el Capitán Martín de Olagüe y que se pasea en procesión por la ciudad todos los 7 de julio.