Archivo por días: 3 de marzo de 2010


Textos participantes en I Certamen de Microrrelatos San Fermín (XXIV) 6

–  Perdido  –  , Jesús Espejel
 
El estallido feroz de un cohete me recuerda que no sé donde estoy.  Perdido entre mis pasos miro el cielo. Las nubes se ven iluminadas por las chispas que bailando en el aire presumen su belleza y yo me pierdo inexplicablemente en ellas.

Se detiene el tiempo frente a mí y al recobrar el sentido, soy sorprendido por una gigantesca forma humana que baila con gracia, incitándome a sonreír pero me abstengo. ¡Que lugar tan extraño!

Continúo mi camino, escuchando las incesables voces de la multitud, que de pronto se transforman en gritos que con furia expresan emoción. Sin entender lo que ocurre, me topo con una criatura cornuda.  ¡Qué sucede! ¿Cómo pueden disfrutar de los ataques de aquella criatura? Y sin más pensar, me dispongo a correr por mi vida. Mis pies exhaustos al no poder mas se detienen, dejándome escuchar mi corazón que latiendo a golpes suplica por un descanso.

Nuevamente, un estallido me recuerda que estoy perdido. Y esta vez las luces liberadas por la explosión iluminan en mi rostro una sonrisa. Es esta la emoción que en mi vida había sentido; doy un suspiro y después de una breve risita me digo “aquí me quiero perder.”

–  La estampida  –  , Lorena Fernández

Un luminoso día baña las calles de Pamplona. La ciudad acaece abarrotada, hay gente por todos lados vestida de blanco y con pañuelos rojos. Todos celebran un tipo de acontecimiento que desconozco, llamado “San Fermín”.

De repente, alguien da el pistoletazo de salida. No pasa ni un segundo cuando todos echamos a correr como despavoridos. El sol y las miradas de los vecinos nos acompañan desde el principio de la trayectoria. Descendemos por la cuesta de Santo Domingo y empezamos a atravesar violentas y serpenteantes curvas. Mi corazón empieza a bombear con tal energía que siento que se me va a salir del pecho.

Torpemente intento seguir el ritmo de los ágiles corredores. Creo que intentan asemejarse al majestuoso viento que ondea sus pañuelos rojos. Siento por mi espalda que alguien me empuja y veo que otros se caen. Miro a la gente, me miran a mí. Los personajillos con ondeantes pañuelos vitorean alegres la carrera mientras me resbalo impotente ante el duradero desnivel de piedra.

No sé cuánto llevamos corriendo, parece que estamos llegando. ¿Es esa la puerta? Parece que sí. Danzamos al unísono, como una bandada. Oigo un chasquido, por fin nos dejan tranquilos. Y he salvado mis cuernos…

 

–  Doscientas palabras  –  , José Del cabo

Doscientas palabras, doscientas palabras para describir lo indescriptible, para contar lo incontable:

San Fermín hay que vivirlo. El rojo, el blanco, el toro, el gentío, la fiesta sin fin y sin freno. San Fermín, el capote, el ajoarriero, la charanga y los fuegos. La fiesta, el vino y el encierro. San Fermín, Pamplona, Navarra al mundo entero.