Archivo por meses: abril 2010


La plazuela de San José 3

La plazuela de San José ya es de por sí uno de mis rincones favoritos de nuestra vieja Iruña.

Lo que pasa es que es sanfermines se acentúan sus virtudes.

Es la plaza del descanso del guerrero. Un remanso de paz y tranquilidad coronando la zona cero de la fiesta, como vigilándola.

Es una gran desconocida, pero muchos la disfrutamos aunque sólo sea cruzándola en nuestras esporádicas escapadas al Redín. No voy a entrar en su historia marcada por su emplazamiento, ni en destacar lo parapetada que se encuentra por edificios de  carácter religioso, uno de ellos ni más ni menos que la catedral. No voy a entrar en todo eso porque quiero centrarme en el lugar como tal.

Con sus árboles, tan altos y tupidos que no dejan pasar un rayo de sol en esos días de canícula veraniegos. Con su fuentecilla, que adormece con su runrun. Su silencio, roto generalmente sólo por las cuadrillas de críos que corren arriba y abajo. Su frescura. Su cercanía… su lejanía…

Está a un paso de todo y sin embargo está lejos, como en otro plano. Sólo los sábados de mercadillo cobra vida propia.

Todo esto es así durante el año, pero amigos, lo curioso es que también es así en sanfermines. Si alguna vez buscas un rato de evasión del griterío, del jolgorio o de la masifiación, acércate a la plazuela de San José. No importa dónde estés, está cerca. Llega y relájate. Es inevitable que haya más movimiento que durante el año, pero parece mentira que exista semejante balsa de aceite a escasos metros del corazón de los sanfermines. Todo ruido pasa a ser un rumor lejano. Toda actividad huye de la plaza, que sólo parece útil como lugar de paso.

Ya sueño con sestear en un banco de la placica, repantingado como si acabara de caerme del palco.

¿Cuáles son vuestros escondrijos?


Literatura Sanferminera 10

El pasado 13 de Abril os endosé un pequeño artículo sobre el escritor James Michener y su libro »The Drifters» (traducido como »Hijos de Torremolinos») ambientado en nuestras fiestas, a modo de muestra de literatura relacionada con los Sanfermines más allá de la archifamosa »Fiesta» de Hemingway.

Entre los comentarios se mencionaron otras obras (gracias a Josemiguelerico y al náuGrafo por los apuntes), por lo que me vais a permitir que haga un breve comentario sobre tres libros que aparentan ser bastante interesantes:

»Las bodas de Pamela», del sueco Hans Tovoté.
La información sobre el autor en Internet es totalmente inexistente, por lo que lo único que podemos saber al respecto se reduce a alguna reseña sobre el libro.
A saber, una visión de las fiestas en los años 70 basada en las propias vivencias del escritor.

»Plaza del Castillo» del pamplonés Rafael García Serrano.
La obra está ambientada en los Sanfermines del 36 y narra los días comprendidos entre el txupinazo y el Alzamiento militar.
Si bien el escritor era falangista y afecto al régimen, parece que la descripción de los caracteres no es en absoluto maniquea; teniendo la novela especial valor como descripción del ambiente en los días previos al estallido de la guerra civil.

»El barrio maldito» de Félix Urabayen
Se trata de la segunda parte de la trilogía navarra del escritor.
Se publicó en 1925 (poco antes que »Fiesta») y por lo que sé es la primera referencia literaria de las fiestas.
A diferencia del caso de Hemingway, en este libro se hace un retrato de San Fermín por alguien »de casa».
Por cierto, a modo de simple curiosidad, decir que este autor se sitúa políticamente en el polo opuesto al anterior.

Para más información sobre estas obras y más material relacionado con nuestras fiestas (películas y discos incluidos), podéis echarle un vistazo a este folleto de la Biblioteca General de Navarra.


Textos participantes en I Certamen de Microrrelatos San Fermín (XXX)

–  Poesia  –  , Viviana Katherine Quispe

Una estrella,  es verdad, en el cielo con toda su belleza puede ser para el poeta que lo mira una verdadera poesía pero yo os digo que dirigiendo luego la mirada al pueblo querido como lo haría seguro el poeta, entonces sentirán como yo ahora lo siento, la magia de la algarabía, en una copa de vino que alguien me ha dado luego que me ha dicho: “hoy en la tarde un toro en la corrida me ha corneado” y yo pues, entonces, que lo he abrazado, le he dicho: “toma mas vino, Buen Hombre, que el dolor por él, se calme, y calme como todos calman ahora, lo ves, las penas del alma, en una celebración, sin freno de una noche sin estrellas, donde el poeta fracasaría seguro, si ha describir se dispusiera, el tamaño de la alegría que ahora se vive en esta fiesta; cuando todos como una sola alma se han abrazado; al compás del vino alegre, y al son de una música lejana, hermosa. 
¡Viva, viva la fiesta de San Fermín!

–  San Fermín te espera  –  , Miguel Alfredo Quispe

“El que vino a este mundo y no toma vino, ¿a que vino?” 
Hay momentos en la vida de todo ser que no puede resistir la fuerza de su ímpetu ni el ardor de su corazón. ¿Entonces que sucede? que el aroma de Baco se funde con las corridas para despertar en San Fermín la magia de una algarabía que solo y es única, allí; una poesía de energía que a lo largo de siete días, liberan al poblano de los rigores de la vida, y hay de aquel que no toma vino, vino todavía en esos días, pues como dice la frase del principio:”el que vino a este mundo y no toma vino,¿a que vino?” mejor, Amigo; alza tu copa y baila al son de esa canción, que si Brasil tiene su carnaval, nosotros, los de Pamplona, tenemos nuestra fiesta, la fiesta de San Fermín.
¡ Y salud ¡

–  Me voy a los San Fermines  –  , Benito Gonzalez

“Traigo una rosa de la incógnita cueva de mis deseos. Se la arranqué al viento que eleva los mares.  La corte en el desierto donde la soledad es eterna.  y llego a ti amado mío a dejar en tus manos, la belleza del universo, en la que se encuentra flotando en sus pétalos mi amor por ti, que es viento, mar, y calido desierto.”    ¡entiende ahora cuanto te quiero!    ¿Si?   ¡pues ala, ahí te quedas “bobo” me voy a los San Fermines!


Toros, diestros, encierros 9

Yo alucino pepinillos. Es increible. El sábado nos desayunábamos con la terrible cogida de José Tomás en la plaza de Aguascalientes y ya se están barajando fechas de retorno a los ruedos.

Si señores como ya sabrán, José Tomás fue corneado en la ingle izquierda por el toro de nombre “navegante” en la plaza de Aguascalientes en México.

Fue una cornada de 10 cm que le afectó a la femoral, ilíaca y safena o lo que es lo mismo, le rompió todas las tuberías principales de conexión entre las piernas y el corazón.

Hay que decir que en otro tiempo no lo contaría, pero José Tomás ha tenido la suerte de haber recibido esa terrible cornada en pleno siglo XXI y en México, garantía de que puede ser tratado con los medios adecuados.

Desconozco cual es el nivel sanitario que hay en algunas plazas de esos pueblos de Dios dónde se celebran faenas, pero dudo mucho que estén preparados para reaccionar con los recursos suficientes para atender a los diestros que sufren este tipo de cornadas.

Básicamente me refiero a que seguro que tienen una gran capacidad de medios técnicos pero dudo mucho que dispongan de la sangre (en cantidad y grupo sanguíneo) necesarios para poder atenderles.

Gracias a los servicios médicos que tenemos en Pamplona creo que es muy difícil que fallezca alguien salvo una cornada excepcional de las que se llaman “mortales por necesidad” o “incompatible con la vida” como le ocurrió estos pasados Sanfermines al desafortunado Daniel Jimeno.

Es algo de lo que tenemos que estar orgullosos ya que el despliegue sanitario durante los Sanfermines es una garantía para poder contar los trances del encierro en el 99,99% de los casos.

Recuerdo el microrrelato que ganó el año pasado el I certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín en el que se trataba sobre los muertos en el encierro, porque ni las corridas ni los encierros son broma, y eso que también contamos con el Capotico de San Fermín.
 
Os animo a que lo leáis, cada vez que lo leo me recuerda que es cuando menos serio eso de estar delante de una bestia de 500 kg  ….


No hay tregua… 3

El pasado viernes los componentes de este blog salimos de cena (somos de lo más cultural como bien sabéis) y, en un conocido garito de esta ciudad, donde lo mismo te ponen a los Hombres G que Kortatu, sonó el No hay tregua, de Barricada.

Si en semanas pasadas hemos repasado distintas canciones que me han marcado durante años en Sanfermines, puedo asegurar, sin miedo a equivocarme, que esta canción ha adquirido la categoría de mito, status que se alcanza, sin duda, cuando una txaranga te versionea y consigue que todo el Sol de nuestra Plaza de Toros se arranque con Es el juego, del gato y el ratón…

Gracias, pues, Barricada, por más de 25 años de rock y compromiso.