La Cuatro lo deja 13
Hace unos días supimos que la cadena Cuatro deja de emitir el encierro ya a partir de este año.
Analicemos un poco el hecho: hoy en día, en este mundo en que vivimos, si dejan de hacerlo es porque no les sale a cuenta.
¿Qué pasa? ¿Que la Meca se ha subido a la parra pidiendo el oro y el moro por las imágenes de la plaza de toros? Podría ser, pero lo descarto. Si hubiese interés verdadero en Cuatro, presionarían a la Meca con la amenaza de no comprar los derechos de la Feria del Toro. Y claro, no vayas a vender esos derechos a TVE. No está en la onda gubernamental un apoyo tan claro a la fiesta nacional, no vaya a ser que se enfade algún colectivo…
Así pues, más bien da la sensación de que no resulta rentable retransmitir el encierro. Y eso depende de dos variables: el coste de cubrir el evento, y el retorno que se obtiene al hacerlo. El coste se conoce de antemano, y cuando se decide lanzarse al ruedo es porque se ha estudiado el tema y se ve que merece la pena y es asumible.
¿Qué pasa con el retorno? En televisión el retorno es básicamente publicitario. Y el importe facturable por publicidad depende directamente de lo que dicen los estudios generales de medios sobre la audiencia del programa. Si no es suficiente, el anunciante no quiere pagar mucho. Si es grande, el anunciante deberá pagar más. Todo esto son obviedades, que poco a poco nos van conduciendo a la conclusión a la que quería llegar: la gente ha dado la espalda a la Cuatro. no han conseguido la audiencia suficiente, y menos aún la que esperaron tener cuando llegaron aquí como elefante en cacharrería, pontificando sobre cómo se deben retransmitir los encierros.
La competencia es buena, pero yo personalmente me alegro de que Cuatro huya. Nunca me ha gustado el enfoque que dieron al encierro. Sensacionalismo (la Nebot enfocando unas gotas de sangre en el suelo a voz en grito), personalismos (análisis de los presuntos divinos, analizando sus propias carreras), compadreos (celebrando una carrera del Padilla a todas luces denunciable por infringir varios puntos del bando municipal), …
El año pasado, un día a la salida de los toros, nos encontramos con Molés de bruces, y le dimos la oportunidad de hacerse una foto con nosotros. Mientras sonreía, le pregunté por qué se dedicaban a ensalzar carreras de divinos. Me miró con cara de perplejidad, pero sin alterar una sonrisa acartonada que llevaba un rato esgrimiendo. Enseguida nos dimos cuenta de que no era Molés. Era su figura momificada. No articuló palabra. Alguien le había soltado en medio de la calle y sólo sabía poner una media sonrisilla. No tuvo respuesta.
Ya sé que luego habla en las retransmisiones, pero creemos que será un holograma.
Ahora ya sólo falta que TVE reconsidere su claudicación de 2009, año en el que copió el rollo de entrevistar a corredores aparentemente más destacados que el resto (manda g…).