Fotografía erótica o las cosas que nunca cambian 8
Al hilo del post del otro día, se me ocurrió entrar en sanfermin.com para ver si había salido ya la foto ganadora del certamen de fotografía erótica. Y efectivamente, ahí está.
Y ahí, disfrutando absorto con escenas que todos hemos visto en fiestas, me he dado cuenta de lo dispar de la evolución de las cosas.
En tiempos en los que ya hemos visto incluso a las gigantas de Pamplona bailar la mutildantza, resulta que:
1º: sólo un 18% de los que han presentado instantáneas al concurso son mujeres (11 de 59).
2º: abrumadoramente los participantes han optado por exaltar el cuerpo femenino. Hay fotos espontáneas, las hay preparadas como una coreografía, y las hay de estudio; las hay sensuales, las hay sicodélicas, las hay ortopédicas… pero el denominador común es seguir basando el erotismo en el cuerpo de la mujer (que conste de todas formas que esto es una constatación, no una queja).
3º: ¿os acordáis del landismo? Alguien acuñó este palabro para definir ese género cinematográfico que tantas alegrías dio en el que auténticos cazurros con ínfulas machoibéricas alternaban con exuberantes suecas, refinadas francesitas o arrolladoras alemanas. El término se puso porque nuestro paisano Alfredo Landa (primer Golden Cock de Napardi, por cierto) solía ser protagonista de esas películas setenteras. Pues bien, la foto premiada es un auténtico homenaje al landismo, basta ver el aspecto ababóleo y de mutilzarra de los que observan a la neska, como tratando de decidir en cuál de los muchos puntos de interés que ofrece la muchacha centrar la mirada.
En fin, lo dicho, tanto avance conviviendo con tanto anclaje…