Archivo por meses: noviembre 2010


La vida oculta de los kilikis 10

Para varias generaciones de niños pamploneses, la silueta de los kilikis ha infundido siempre una terrible jindama. Era verlos a lo lejos y sentir pronto una sensación terrible de pánico. Pero lo peor no queda ahí, porque de ese miedo se han servido los adultos, generación tras generación, para infundir pavor a los muetes díscolos: si no comes, Caravinagre vendrá a darte la merienda. Si no te portas bien en la peluquería aparecerá «Patata» a cortarte el pelo. O si no te duermes… llamaremos al Verrugas…

Y aunque sólo sean una entrañable ficción de cartón piedra, en la que todos creemos, los kilikis han calado en nuestros subconscientes.

Un pamplonés, Jesús Carlos Gómez Martínez, lanzó en 2001 un libro de ficción sobre «La historia secreta de los Kilikis de Pamplona». Quiero recordar que el autor y el ilustrador se vengaban de los «aquis» achacándoles mil y una prácticas furtivas. Incluso los situaban dirigiendo el hampa.

César Oroz, en los pasados sanfermines, los colocaba en una viñeta en la escena del 23-F, dando un golpe de estado armados con sus vergas. Porque no podemos negarlo: cumplen como nadie el papel de “malos de la película”.

Pero en ocasiones, hay imágenes reales que disparan todavía más la imaginación de los represaliados por el palo y la verga. Toparse con esta foto de internet y ponerse a especular es todo uno. Os acordáis de aquel bodrio de Telecinco llamado “hormigas blancas”. Este documento es una forma de venganza similar.

¿Es una ilusión óptica?, ¿los de la foto son los que parecen?, ¿es el infierno de Dante?, ¿fueron los percusores del «ambiente» de Sitges?, ¿nos hizo una pirula Benito Escaler?

Seguro que algunos habituales de este blog conocen la verdadera historia, pero no nos engañemos: la ficción será siempre mucho mejor.

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El verdadero significado del encierro 7

Mesas del encierro, Museo del encierro, tertulias televisivas y patochadas varias, pero en ninguna se entra a fondo en el significado del encierro. Seré yo el que hoy ponga el dedo en la llaga y trate el encierro como lo que realmente es: La representación taurina de una noche de ligoteo por la Vieja Iruña. Por lo evidente que es, la explicación es innecesaria, pero dejarme que la desarrolle.

Entendamos que la manada (dígase grupo de mozas) tienen que abrirse hueco por los tramos del recorrido (dígase zona de bares) entre borrachos, gente que no sabe de que va el tema y figurines de vestimentas atrevidas (dígase borrachos, gente que no sabe de que va el tema y figurines de vestimentas atrevidas).

La manada sale a primera hora por una zona tranquila del Ensanche donde no hay mucha gente (lo que sería Sto. Domingo). Se encuentran con veteranos valerosos, y que no se andan con chiquitas. Ven carne y quieren ir a por ella. Les gusta el riesgo. Ante ellos aparecen a dar cornadas a diestro y siniestro para abrir camino a la manada, los toros más bravos. Que la manada les pase por encima suele ser los mas cerca que van a estar del triunfo estos aventureros.

A continuación deciden que lo mejor para salir de marcha son los bares de lo viejo (Ayuntamiento y Mercaderes en el encierro). La manada va unida, aunque todavía la abren las que vienen rebotadas por considerar irresponsables algunas actitudes de los veteranos. Ya aquí algunos mozos intentan coger asta, retirándose rápidamente hacia la barra, perdón, vallado, dándose cuenta de que la manada aún es compacta y sería un suicidio intentar cualquier alarde. Es la zona donde los mansos mejor hacen su papel de protección.

La curva de Mercaderes es la entrada al bar de moda. Hay golpes, empujones y alguna caída, pero es aquí donde los integrantes de la manada van a encontrar corredores que estén a su nivel. Dentro del bar (primer tramo de la Estafeta) las cosas empiezan a quedar claras. Algún miembro de la manada siempre sale con ímpetu y se encuentran con los primeros grandes conocedores del arte amatorio. Corredores que aguantan las   fuertes embestidas en las distancias más cortas y que suelen tener premio. Los menos avispados tienen que intentar hacerse hueco con mayor o menor maestría entre una manada ya rota. El gracejo y arte a la hora de correr también puede tener recompensa. Aquí la manada es más dócil, pero como te confíes y pretendas tocar lomo te pueden mandar al hule.

De aquí hasta el callejón la masa se apodera del lugar (discoteca). Los ligones con sus curiosas vestimentas se dan codazos y sacan sus móviles para tener alguna foto con la más guapa de la manada. Son bastante pesados y babosos y no suelen dejar en paz a la moza  hasta que esta se va a casa harta de tanto sobón. Curiosamente estos personajes son los que al final de la noche fanfarronean y dan lecciones, aunque muchos de ellos son meros mamarrachos que están pasados de moda. También alguna se queda haciendo la remolona en busca de algo interesante, aunque sabe que a esas horas sólo quedan deshechos y lo mejor será, tras un par de derrotes, irse a casa.

Para rematar llegamos al afterhour (la plaza de toros). Aquí no hay ni orden ni concierto. Generalmente encontramos gente pelín pasada cuyo único fin es no acabar la noche sin intentar tocar algún culo ya sea de toro, cabestro o doblador (segurata).Esto suele provocar el enfado de ellas y de sus novios (pastores) y suele acabar con un par de hostias antes de que la manada al completo se retire a chiqueros.

Como os decía al principio, la representación pura y dura de una noche de ligoteo.

Como entenderéis, esto solo pretende ser una broma y espero que ningun@ se tome a mal las comparaciones.


Patrimonios… 14

El tango, El arte de los ashiqs, El Noruz, El rito de los Zares de Kalyady, La procesión de la Santa Sangre, El nestinarstvo, mensajes del pasado: “Panagyr” de San Constantino y Santa Elena, El diseño y las técnicas tradicionales chinas de construcción de puentes con arcadas de madera, La fiesta de Año Nuevo de los qiang, Técnicas textiles tradicionales de los li: hilado, tinte, tejido y bordado,El Manas, El arte chino del grabado de sellos, El arte chino del recorte de papel, El conjunto de instrumentos musicales de viento y percusión de Xi’an, El culto a Mazu y sus rituales, El festival del Barco del Dragón, El gran canto del grupo étnico dong, El hua’er, El khoomei, arte mongol del canto, El nanyin, La artesanía del brocado yunjin de Nanjing, La caligrafía china, La danza de los campesinos del grupo étnico coreano de China, La sericultura y la artesanía chinas de la seda, La tradición épica del Gesar, La técnica de cocción tradicional de la cerámica celadón de Longquan, La técnica xilográfica china, La ópera tibetana, La ópera yueju, Las artes regong, Los oficios artesanales chinos vinculados a la arquitectura tradicional con armazones de madera, Los encajes de Lefkara o lefkaritika, El Carnaval de Negros y Blancos.

Las procesiones de Semana Santa de Popayán, Canto y música a dos voces en escala istriana, La fabricación de encajes en Croacia, La fabricación tradicional de juguetes infantiles de madera en Hrvatsko Zagorje, La fiesta de San Blas, patrono de Dubrovnik, La procesión Za Krizen (vía crucis) en la isla de Hvar, La procesión de primavera de las Ljelje/Kraljice (reinas) de Gorjani, Marcha de los campanilleros de la región de Kastav en el carnaval anual, El Silbo Gomero, lenguaje silbado de la isla de La Gomera (Islas Canarias), Tribunales de regantes del Mediterráneo español: el Consejo de Hombres Buenos de la Huerta de Murcia y el Tribunal de las Aguas de la Huerta de Valencia, El leelo, canto polifónico tradicional del pueblo seto, El maloya, El trazado tradicional en la carpintería de construcción francesa, La tapicería de Aubusson, El cantu in paghjella, canto profano y litúrgico tradicional de Córcega,  Fiesta de los busós de Mohács: carnaval enmascarado tradicional del final de invierno…

Todas estos tienen en común que son parte de las obras maestras del patrimonio oral e intangible de la humanidad patrocinado por la UNESCO.

¿Y la comparsa? ¿Y los encierros? ¿Y…..? ¿Y los Sanfermines?. Excelentísimo póngase las pilas.


Idas y venidas 3

Removiendo papeles y recortes de periódico que uno va guardando a lo largo de los años, me he encontrado una noticia que perfectamente la podíamos haber extraído tras la celebración de las fiestas de 2010.

Nos situamos en los Sanfermines de 1993, supuestamente año de crisis, aunque nada comparado con la que llevamos sufriendo desde 2008. El artículo de La Vanguardia del 11 de julio de aquel año cita textualmente: “La menor presencia de gente durante las fiestas podría estar motivada por la crisis económica: muchos pamploneses han decidido salir de la ciudad durante estas fechas en las que el gasto por persona oscila entre las 50.000 y 100.000 pesetas”.

Este es uno de los debates de actualidad en distintos foros, la huida de los pamploneses de la ciudad durante la celebración de sus fiestas grandes. ¿Será una consecuencia de la crisis que estamos sufriendo, como en 1993? Parece que no.

Puede que la gente esté cansada de la repetitividad que se percibe año tras año en el programa de fiestas que emite el consistorio, de la escasa participación de la ciudadanía a la hora de aportar nuevas ideas que relancen la fiesta, de la poca evolución de la propia fiesta en sí manteniendo inflexibles ciertos valores en los que las nuevas generaciones no se ven reflejados, del movimiento antitaurino que persiguen algunos colectivos y gobiernos autonómicos…etc.

Sea cual sea la causa, esperemos no tener que aplicarnos nunca el dicho “tenemos lo que nos merecemos”.


Nuevas formas de masoquismo: Salou 3

Ahora que se analiza qué hacer para que la gente de Pamplona no se vaya de Pamplona durante las fiestas de Pamplona, quisiera compartir con ustedes una reflexión que versa sobre la gente de Pamplona que para irse de Pamplona durante las fiestas de Pamplona escoge irse a Salou.

No es poca gente, por algo será que cuando algún miembro de la cuadrilla empieza a flojear en su dedicación sanferminera se le suele invitar literalmente a «irse a Salou». Otra sinécdoque, creo, ya que se puede ir a donde quiera, no necesariamente a Salou, pero Salou ya se ha erigido en la representación de todo lugar de exilio sanferminero.

En efecto, para huir de los sanfermines debería valer cualquier sitio fuera de Pamplona y Comarca, lo mismo Salou que Zarautz o La Almunia de Doña Godina. Las familias que huyen aprovechan para hacer vacaciones, así que predomina la migración a zonas de litoral.

Pero bueno, nada nuevo, de esto hemos hablado muchas veces. ¿Dónde está pues la anuncuada reflexión?

Pues en el masoquismo que imagino que supone huir de los sanfermines, muchas veces obligados, a un lugar que se llena de gente de Pamplona que huye de Pamplona durante las fiestas de Pamplona, con el riesgo real de acabar participando en los numerosos paripés que allí se organizan para «vivir» sucedáneamente lo mismo que vivirían aquí. Me consta que se lanza el txupinazo y que la gente se junta para festejar al santo morenico.

Qué queréis que os diga. Si algún día me veo en la tesitura de tener que abandonar, supongo que preferiré un aislamiento absoluto al que no lleguen ni siquiera las noticias sobre la magnífica carrera de los frikis delante de los pablorromeros.