Archivo por días: 2 de febrero de 2011


Intestinos de vaca 18

Dicho así suena un poco a marranada, pero eso es ni más ni menos lo que contiene un sabroso plato de callos (aunque más de uno no compartirá mi opinión al respecto y el solo nombrarlos le dará arcadas).

A mi siempre me han pirriado exquisiteces como esas o bien otras del estilo, tales como menudicos de cordero, manicas de cerdo, etc.
En tiempos las solía comer de vez en cuando en casa de mi madre, pero aquello ya es historia y la verdad es que nunca me he atrevido a cocinar platos de tripicallería. Me atrevo con otros platos de la gastronomía local, pero eso de limpiar y relimpiar los callos es algo que no sé yo si supera mis habilidades culinarias.

Ahora alguna vez me doy el gusto en algún restaurante de pascuas a ramos, pero siempre sé que un día de San Fermín los tengo asegurados como merienda en los toros.
El tema de la merienda nos lo repartimos con la cuadrilla de tendido, de modo que cada uno se encarga de cocinar un día y llevar el condumio para todos.
Todos procuramos esmerarnos y llevar unos platos dignos de una merienda de toros como Dios manda, pero cuando hacemos el calendario siempre miro el día que tocan los benditos callos.
En honor a la verdad, he de decir que quien los trae hace un poco de trampa, ya que los cocina su suegra (a quien espero que la buena salud le dure muchos años más).

Solo hay un pequeño contratiempo que hace que la dicha no sea completa y es que normalmente nos suele tocar a finales de las fiestas y para esas alturas uno ya tiene el estómago bastante delicado por los excesos. Así ya me ha pasado un par de veces que después de merendarlos como un campeón, los he estado rumiando la mitad de la noche.. pero ¿que leches? , ¡un día es un día!.