Archivo por días: 15 de febrero de 2011


Somos decididamente »monárquicos» 9

Alguno ya estará poniendo el grito en el cielo al leer el título del post de hoy.
Tranquilos, que a estas alturas de la semana no quiero entrar en debates de corte político y contaros las bondades de monarquía o república.
No voy por ahí, sino que me refiero a la afición que tenemos a cantar en la Plaza de Pamplona, en pleno trajín taurino, la canción »El rey» del compositor y cantante mexicano José Alfredo Jiménez.

En este blog ya hemos hablado unas cuantas veces del tema, clasificando algunos la tonada como parte esencial de la corrida en la que se les pone la carne de gallina, mientras que otros afirman estar hasta las mismísimas narices de la misma y claman por la renovación del repertorio de la afamada coral de Tendido de sol.

Bueno, a mí es que igual me van las rancheras, corridos y demás, pero es que si no vocifero a voz en grito aquello de »no tengo trono ni reina…» con un vaso de sangría en la mano, es como si la tarde no estuviese completa.

Igual es que soy un punto aldeano, pero para aquellos que no se hacen a la idea, sirva este vídeo como muestra del ambientico que hay al entontar la susodicha.

httpv://www.youtube.com/watch?v=SQzlw-a9K7A&feature=related

Por cierto, para todos aquellos que se saben la letra a medias y solo aciertan a corear el estribillo, aquí tienen la pieza entera, ¡a ver si nos la aprendemos de una vez!

Yo se bien que estoy afuera
Pero el día que yo me muera
Se que tendrás que llorar
Llorar y llorar
Llorar y llorar
Dirás que no me quisistes
Pero vas a estar muy triste
Y así te vas a quedar
Con dinero y sin dinero
Hago siempre lo que yo quiero
Y mi palabra es la ley
No tengo trono ni reina
Ni nadie que me comprenda
Pero sigo siendo el rey
Una piedra en el camino
Me enseño que mi destino
Era rodar y rodar
Y después me dijo un arriero
Que no hay que llegar primero
Sino hay que saber llegar
Con dinero y sin dinero
Hago siempre lo que yo quiero
Y mi palabra es la ley
No tengo trono ni reina
Ni nadie que me comprenda
Pero sigo siendo el rey