Archivo por días: 11 de enero de 2012


Unos kilitos de más 4

No penséis que en mi primer artículo del año me voy a referir a esos kilitos de más que el yerno del rey se llevó de un instituto sin ánimo de lucro. No voy por ahí. Me refiero a los kilitos de más con los que me ha recibido la báscula tras mi ducha mañanera. Y es que, si algo tienen en común las fechas festivas, son los excesos gastronómicos a los que sometemos a nuestros esculturales cuerpos.

En Navidades hay comidas copiosas, a las que se suman los turrones, mazapanes y demás, los cuales suelen acompañarse de algún vino, digestivo o cubata.

En los Sanfermines pasa algo parecido. Nuestros hábitos alimentarios cambian de manera importante. Generalmente al menú clásico habitual de desayuno, comida y cena, añadimos durante los Sanfermines almuerzos, vermutes, meriendas y recenas. Pero no solo añadimos comidas al día, sino que las cantidades ingeridas suelen ser mayores de lo habitual. Los almuerzos son abundantes y el consumo de vino también. Sin acabar de digerir el ajoarriero y con el regusto del pacharán en la boca, ya nos estamos tomando una croqueta y brindando con un marianito. Cuando ya tienes el puntillo, es cuando te sientan a una mesa para acabar de abutardarte. Dos cubatas son la antesala de una merienda propia de la guarrindongadas de Robin Food. Y si eso fuera poco, el bailecillo trotón con el que acompañas a la txaranga de la peña es suficiente para abrirte el apetito y sentarte ante lo que será seguramente la penúltima comida del día. Unas cuantas privas antes de esa autentica bomba de relojería que es un pollo asado, un bocata de txistorra y una jaitxitxa.

Excesos que evidentemente hacen aconsejable tener camisas o polos de dos tamaños, unos para macar tipín los primeros días y otros para no marcar lorzas los últimos. Hay algunos que dicen que como bailan mucho y sudan, incluso pierden peso. Por mucho que bailes, como no seas Giorgio Aresu, engordas seguro, y más pasada la treintena.

Pues eso amigos, tenéis seis meses para recuperar vuestras hercúleas figuras ya que durante ocho días volverán a ser sometidas a infrahumanos esfuerzos gastronómicos, que convertirán vuestra zona abdominal en zona abobinable.

P.D: Como intuyo que el sexo no es la actividad más practicada durante las Fiestas, y no se produce pérdida de calorías por este concepto, que nadie quiera engañaros diciendo que con sus trajines amorosos no solo no engorda, sino que adelgaza.