Gentilicios 4
Recuerdo que en el colegio el asunto de los gentilicios era una de las típicas preguntillas que nos hacía el profesor y en las que los más linces de la clase se lucían ante el resto de tarugos, entre los que yo invariablemente me encontraba, levantando la mano para responder con extraños nombres tales como turolenses, jacetanos, onubenses, jarreros, culipardos y otros por el estilo.
En el caso que nos ocupa en este blog, gentilicios son las palabras que dan comienzo a nuestras fiestas el 6 de julio a las 12 en punto, cuando la persona elegida para encender el txupinazo dice aquello de ‘‘Pamploneses, Pamplonesas…’’ .
La parte primera de la fórmula empleada, en castellano, es siempre igual y no ofrece lugar a dudas (aunque más de un visitante se sorprende por el hecho de que no se use el coloquial Pamplonica).
En llegando a la segunda parte en Lingua Navarrorum es cuando empiezan las dudas y variantes, según un criterio que parece variar de año en año.
Así pues, hemos oído felicitarnos las fiestas (y lo digo porque todos los años me suelo fijar) como Iruñearrak, Iruindarrak o Iruñatarrak entre otros, e incluso el concejal Gortari en su día empleó el bastante castizo apelativo de Iruñsheme, aunque supongo que el buen hombre no se percató que con eso se dejaba fuera a las mozas.
Pero bueno, consolémonos porque peor lo tienen los habitantes de algunos otros lugares, como por ejemplo esas almas cándidas que habitan en el pueblo chino de Caca de perro y que recientemente han conseguido, tras múltiples gestiones, cambiar este nombre tan simpático y original por otro menos pródigo al cachondeo de los forasteros como Feliz y próspera.
Ayer mismo en la radio, se hacían cábalas sobre como se denominarían los habitantes de la susodicha aldea: ¿Cacaperrenses tal vez? ¿acaso Cacaperreños?.. y eso que por esos pagos no hablan Euskera, porque sino me imagino delicias tales como Txakurkakasheme o Txakurkakatarra…