Archivo por días: 24 de julio de 2012


El descanso del guerrero 5

Que los sanfermines tienen su componente de dureza es indiscutible, sobre todo para los que no aprovechamos para cargar las pilas ni yéndonos a Salou unos días ni renunciando a hacer vida sanferminera normal el fin de semana.

El que suscribe se echa a la calle cada día a media mañana para disfrutar de la vista de ocho figuras acartonadas aparcadas mientras hay no sé qué almuerzos, para echar algún frito clásico (qué cambio en las barras de los bares, de la micrococina durante el año a la fritangada sanferminera), y los vermutes que procedan. Y hace tiempo decidió que no merece la pena volver a casa al mediodía. Esto eleva el presupuesto y agota a la muchachada, pero volver a casa al mediodía tiene el riesgo de caer en la debilidad, rendirse y apoltronarse.

Ahora bien, se crea un tramo muy difícil, justo después de comer, donde el sopor se impone. Pues bien, este año cayeron en mis manos unas invitaciones para el Casino Princnipal y ¡Oh sorpresa!:

Ahí nos esperan unos sofás señoriales en los que caerse del palco, con una mesa a la distancia suficiente como para alcanzar el gin tonic especial con sólo alargar el brazo. Gin tonc especial de ginebraTen, con semillas de cardamomo y con la tónica escanciada deslizándose por la varilla de revolver para que no pierda la burbuja… sólo falta el hielo seco, a ver cuándo llega a Pamplona.

Detrás, el cuarto de estar de Pamplona, con el ir y venir de gentes tan entretenido de observar desde la balconada. No niego que cae una pequeña koskadica, reparadora, regeneradora. Y a fe que no soy el único que cae en los brazos de Morfeo en la sala.

Y se va formando un pequeño revuelo en uno de los extremos de la sala, y es que a las cinco de la tarde da comienzo una tertulia taurina en la que Pedro Berrozpe, al que no se podrá acusar de no mojarse, disecciona la corrida del día anterior y aventura qué pasará en la del día. Y con algún invitado/a relacionado con el mundo del toro. Y aprendemos cosas tan curiosas como que está mal dicho «herido por asta de toro», ya que se llaman «astas» a los cuernos que se regeneran, cosa que no ocurre en el caso de los de los toros, por lo que se les debe llamar así, «cuernos».

Y de pronto jaleo fuera: las mulillas en su desfile hacia la plaza pasan junto al Casino, y detrás la Pamplonesa, y en el cogollo el reportero más dicharachero de la radio local.

Y tontamente se hace hora de dirigirse hacia la plaza de toros, no sin antes apurar ese segundo cubata que sabe riquísimo en la tranquilidad del ambiente y que termina de entonarte para encarar lo que viene…

Un descubrimiento. Uno de esos momentos íntimos de los que hablaba Estafetakoa el otro día, y casualmente en la misma franja horaria.

En fin, enfrentamos otra travesía del desierto, ¡¡¡ que nos sea leve !!!, por nuestra parte aquí estaremos para compartirla…


Parece que fue ayer 1

Es lo que tienen los buenos momentos y los buenos recuerdos. Parece que ocurrió ayer mismo pero ya han pasado 19 días desde que lanzaran el chupinazo. 19 días pero parece que fue ayer.

Para mi uno de los ratos mejores de los Sanfermines sucede curiosamente antes de que comiencen. Para muchos es el almuerzo previo al comienzo de las fiestas, algo así como un arranque de fiestas no oficial, pero para mí este rato previo no se basa en el almuerzo (qué tiempos!) si no en la batalla de siempre…. con los críos, parece que ese día les cuesta especialmente todo, levantarse (probablemente les ha costado dormirse), para desayunar parecen inapetentes no quieren desayunar nada y si desayunan les cuesta un montón… ponen en práctica eso de hacer veinte masticadas por cada bocado antes de tragar… para mi que lo hacen hasta con el “cola-cao”!!!. Y tu preocupado ya que tienen que aguantar hasta los fuegos y necesitarán energía!.

Tras el desayuno las preguntas típicas de los críos y de los mayores ¿Dónde está mi pantalón?, ¿Cuál es mi pañuelo?, ¿Está la camisa con el escudo de la peña?, a coser!!… y a mirar el reloj. Los que dependemos de villavesa en este día estamos echando al reloj un ojo cada 5 minutos… “tenemos que coger la de menos diez y son menos veinte…” De aquí surgen las primeras amenazas (y creo que las únicas) sanfermineras…. El que no venga YA se queda en casa!.

Todos los años igual y tras mucho pelear y llegar a la villavesa a tiempo y con más o menos apreturas (aprovecho a brindar por el buen servicio de las villavesas especialmente durante el día 6) llega el momento de pasarnos las responsabilidades de padre a madre e hijos y viceversa para tratar de buscar el causante último de las apreturas en el horario. No hay manera de ir holgados de tiempo.

Es en ese momento cuando me suelo dar cuenta de que ya está todo en marcha… Ya estamos embarcados en la villavesa del chupinazo!….y a al espera de la fatídica frase de todo día 6: “¡ya sé lo que nos hemos dejado!”. Muy importante tiene que ser para volverse a casa a por ello.

Y pese a todo es uno de los mejores ratos de los Sanfermines.

De ahí a tomar unas cervezas o vinos con los amigos apurando hasta las 12:00. Solo puedo decir que son sensaciones de plenitud.

Estar en Pamplona, con los que quieres (de want y de love) y con todas las fiestas por delante… ¡No tiene precio!.