Archivo por meses: septiembre 2012


IV Edicion Certamen Internacional Microrrelatos San Fermín

Mª JOSÉ JIMÉNEZ CAVA (BILBAO, VIZCAYA)

LA MÁQUINA DEL TIEMPO

– La gente vestía de blanco, hombres y mujeres por igual, permitiéndose únicamente como adorno ante semejante minimalismo un pañuelito de color rojo anudado al cuello. Aunque paseé entre edificios y palacios, tuve la certeza de que aquella gente vivía en la calle. Los vi comer y beber conjuntamente a la intemperie e incluso observé a muchos durmiendo en grupo, sobre la hierba o sobre estructuras creadas a propósito para el descanso del somnoliento. Pienso que esta manera despreocupada de comportarse era fruto de miles de años de evolución del hombre y la constatación de su superioridad sobre cualquier otro ser de la naturaleza, pues ¿quién come, canta y duerme bajo cielo descubierto sino el que ya no teme a nada? Confirmando esta teoría, al doblar una esquina me encontré de bruces con un grupo de hombres que corría delante de bestias negras con cuernos como lanzas, y, atención señores míos ¡corrían por diversión! ¡No era un castigo de la justicia, ni eran esclavos de circo! ¡Eran hombres libres! ¡Hombres del futuro! Como les digo, ¡eran hombres sin miedo! El viajero en el tiempo, extasiado, calló y estrujó de pronto frente a su cara una especie de zurrón aerodinámico que llamó “bota de vino”.

 

AGUSTÍN MARTÍNEZ VALDERRAMA (GAVÁ, BARCELONA)

CASTA Y TRAPÍO

Tras el oficio en San Lorenzo y el posterior piscolabis en los parterres del restorán, los invitados se dirigieron al salón. Atendiendo a la disposición de las mesas, tomaron asiento frente al pliego donde lucía su nombre. Luego las luces se apagaron, y apenas un halo tenue iluminó la puerta. En silencio, expectantes, con los pañuelos rojos dispuestos, aguardaron a que sonara la música e hiciera su aparición la joven pareja de recién casados. Entonces sonó el chupinazo, y tras él, irrumpieron seis miuras de más de seiscientos kilos, bufando y embistiendo por doquier. Fue un encierro rápido y limpio, y en apenas dos minutos el último morlaco, de nombre Místico, huía despavorido y trémulo acuciado por Natichu y sus amigas que, pamelas en ristre, trataban aún de darle alcance.

 

JAVIER LLORENTE GRANGER (BELICENA, GRANADA)

San Fermín sí es.

No es el astado bravo y amenazante, ni la carrera que imprime adrenalina en el corazón que quiere salir, escapar y correr más que tú. No es el vino que te embriaga, ni el chupinazo que hace temblar los timpanos, ni el «Pobre de mi», ni la marea roja que hace que las calles parezcan más angostas. No es el deleite de ver mujeres bonitas, ni el de ver hombres valientes. No es por Saturnino, al que le queda lejos Francia, ni por Hemingway; ni es el eufórico cansancio al llegar a Jarauta. No son los gaiteros, la música, el estruendo, la diversión ininterrumpida. Son el alcalde, la abuela, el concejal, napoleón, coletas y los demás; es la gente, es por San Fermín, por la cultura; es por Pamplona. Es por Quintana, por Ordoñez, por la generación perdida. Es porque el viejo llegó, sin ver el mar, a la madre de las fiestas, y pudo con el tiburón; pudo con el toro. Es una de esas cosas que son por todo lo que son, y también por lo que no.

 

Remisson Aniceto (São Paulo – São Paulo, Brasil)

La bolsa y el cuerpo

Durante 13 años el veterinario Roberto Ryuji Assakawa siempre ha sido el médico de la Cherry, el perro de mi familia. Si se quedó más tiempo en nuestra casa en Huesca, habló acerca de las curiosidades de su profesión. Un día, tomó a incinerar un perro muerto y escondió el cuerpo en dos o tres bolsas de supermercado detrás del coche. Dejó el coche aparcado delante de una farmacia por unos minutos y cuando regresó el vehículo estaba abierto y la bolsa con el cuerpo del perro había desaparecido. El ladrón pensó que era probablemente una bolsa de dulces y galletas. Roberto se rió, como si pudiera ver la expresión de sorpresa y decepción cuando el ladrón abrió la bolsa. Luego, Roberto no tenía más remedio que pedir disculpas al propietario del animal muerto y devolver el dinero pagado por la cremación.


IV Edicion Certamen Internacional Microrrelatos San Fermín

CECILIA VIOLANTE (Castellon de Rugat – Valencia, Espana)

En Los Fermines con un inglés

Tim, mi amigo inglés, y yo nos pusimos cómodos en la habitación de hotel en Pamplona. Quien hubiera dicho que mi sueño de venir a Los Fermines se iba a realizar de la mano de un inglés! La mañana siguiente por las calles del centro antiguo palpitábamos con la cuenta regresiva para el comienzo de la fiesta. Volvimos al hotel, incautos, cortos de tiempo, abriéndonos paso entre el gentío embriagado de vino y alegría. No entendíamos bien cuales eran las reglas del juego, que estaba bien y que estaba mal, y todo nos parecía una transgresión. Tomamos nuestro lugar en el balcón con una vista privilegiada. Casi inmediatamente, estruendosos entre la polvareda aparecieron, los verdaderos protagonistas de la fiesta: los toros. Y a su lado los jóvenes con su arrojo, su valor y su algarabía. Fueron tal vez unos minutos que habrá durado esa corriente humana y animal, tradicional y sagrada, que imprimió nuestra memoria para siempre. Tim quiso participar, bajar a festejar, a beber, y a «seguir o a romper» esas reglas tácitas de aquel pueblo bullicioso y emocional, sanguíneo y fuerte que corría junto al riesgo, como la vida misma. Fue así como Pamplona se adueñó de nuestro corazón.

 

Daniel Martirena Indart (Eraso, Navarra)

A su edad, pero la más coqueta

Felisa prescindirá del luto en Sanfermines. Durante el año, más parece una nube indigesta de piedras. Desde que enviudó, claro. Pero por fiestas será otra cosa. Pese a la pena impuesta por el fallecer temprano de su marido, desde el 6 al 14 vestirá alegre según la moda de la buena pamplonica. Esto es, de rojo sangre y blanco impoluto desde la más alta cumbre de su moño cano hasta el hemisferio más al sur de sus pies enfermos por osteoporosis y ampollas por tacones. Sépase que no dejará detalle de su atuendo a la improvisación. Para empezar, pendientes de aro o bolas bermellón y carmín cereza para emborronar sus finos labios. Siempre faldas plisadas y blusas que entre botones dejarán entrever a posta la cuenca de sus pechos; chaquetita de punto bobo tejida por ella. Quien tuvo, retuvo; se justificará por semejante pecado de coquetería. Hace siete años un cáncer inmisericorde mató a su marido. Otro 6 de julio. Desde entonces, también él viste de mozo peña, enterrado como fue con camisa y pantalones blancos, faja, pañuelo, y alpargatas con lazada. Borracha de recuerdos, a Felisa hasta le parecerá bailar del brazo de Fermín, que es así como se llamaba.

 

César Berrozpe Toral (Artica, Navarra)

50 años

Fermín seguía suspirando, con los ojos permanentemente húmedos por las lágrimas. Lágrimas de emoción, de alegría, de melancolía y añoranza también. Iñaki, su nieto, le miraba entre complacido y extrañado. Sabía que estaba feliz, pero no alcanzaba a comprender el porqué de las lágrimas. Fermín le miró y comprendió su extrañeza. Sin soltar una mano del balcón pasó la otra por el hombro de su nieto y haciendo un esfuerzo para que el ambiente ensordecedor de la Plaza del Ayuntamiento no acallara sus palabras le dijo al oído: – Querido Iñaki, han pasado 50 años, esto ha cambiado mucho. La gente, el ruido, los colores, las canciones, todo parece distinto. Pero algo no ha cambiado. La emoción, esa sensación que provoca un nudo en el estómago, que te impide hablar y provoca que tus ojos se llenen de lágrimas. – Por eso lloro. En ese mismo instante un estruendo casi atronador se apoderaba de la Plaza, de la ciudad, de los corazones de los presentes y de algunos ausentes. Eran las 12 en punto. Era 6 de Julio. Iñaki miró a su abuelo. Las lágrimas cubrían los ojos de ambos. Lágrimas de emoción y felicidad. Iñaki comprendía al fin a su abuelo.

 

DEI GAZTELURRUTIA ZUBIA (BERANGO, BIZKAIA)

TRADICION FAMILIAR

– A San Fermín venimos, por ser nuestro patrón… Con los periódicos firmemente sujetos, las manos se agitan al ritmo de la canción. Cuando termina el tercero de los cánticos, Txomin comprueba que tiene los cordones bien atados. No consigue ver nada por encima de las cabezas de los demás. Comienza el encierro. Los mozos se abren paso a empujones; algunos buscan refugio a los lados de la calle. Txomin tropieza y cae al suelo. Se hace un ovillo, abrazando sus rodillas firmemente con los brazos. No le queda otra opción que esperar. El último toro se detiene junto a él. Patea el pavimento con furia. Txomin cierra los ojos y se encoge aún más, preparándose para recibir el golpe. Un grito irrumpe en plena calle: – ¡Niños! ¡A comer! La voz de su abuela devuelve a los jóvenes Billalabeitia a la realidad. Los más mayores se quitan los cuernos de juguete que su abuelo les compró hace años.Txomin, rodeado por sus hermanos y primos, se dirige a la casa. Caminan con una sola idea en la cabeza: el deseo de poder acompañar pronto a sus padres en un encierro de verdad.


IV Edicion Certamen Internacional Microrrelatos San Fermín

ESTEBAN TORRES SAGRA (ÚBEDA, JAÉN)

LA HISTORIA DE MIS CICATRICES

La pequeñita me la hice en el 99, en una montonera, a la entrada del coso; ¡ah!, esta otra, que parece una escolopendra, fue una caída en Mercaderes, con doce puntos de saldo; ¿la del brazo?, sí la recuerdo como si fuese ayer, un manso me piso cuando me arrojé al suelo por la curva de Estafeta y me partió el húmero; ¿la del abdomen? 8 de julio de 1996, un morlaco jabonero me empitonó al terminar la Cuesta de Santo Domingo, cinco días en la UCI… Mis amantes improvisadas alucinan con las historias de mis cicatrices, adornadas con todo lujo de detalles por mi fantasía sanferminera, aunque yo en realidad nunca he corrido delante de ningún astado, y menos en Iruña. Todas mis conquistas se las debo al atuendo pamplonica y al fútbol: ¡Delantero centro titular doce temporadas en el Atlético Osasuna, que no se sabe qué es peor!.

 

JORGE OSVALDO COLONNA (CASTELAR – BUENOS AIRES, Argentina)

EL SOUVENIR

-Un chupinazo y todo explota en Pamplona: el colorido, el jolgorio, el alcohol, la sangre y los toros -dijo el guía, y agregó: -San Fermín es una fiesta irrepetible, para vivirla en estado de trance. Y “el encierro” es un juego de locura, un flirteo con la muerte, consistente en correr delante de los toros, guiándolos desde los corrales de Santo Domingo hasta la plaza donde serán lidiados. ¿Alguno quiere participar? Solo un obeso yankee, vestido de blanco y pañuelo rojo, se animó a emular a Hemingway. -Ten cuidado -le advirtió el guía- estos animales corren que se las pelan, es imposible ganarles, ni aguantarles mucho tiempo, pero es posible apartarse de su trayectoria. Cuando sonó el cohete, el turista americano corrió sin darse vuelta, le bastaba oír el ruido de las pezuñas sobre el adoquinado. Hasta la peligrosa curva de la estafeta, todo iba bien y logró doblar sin separase de la pared. Pero en la bajada de San Javier el yankee resbaló y cayó. En fracción de segundos llegó un astado, lo embistió con violencia, levantándolo por el aire como a un guiñapo y dejándole un autógrafo en el culo, como imborrable souvenir de su participación en el encierro de San Fermín.

 

FERNANDO CLAUDÍN DI FIDIO (Leganés, Madrid)

PENSAMIENTO DEL SANFERMINERO

A las doce del mediodía del 6 de julio, cuando se lanzó el chupinazo desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona y mi corazón cantó su Sanferminak particular, tras acordarme del joven alcalaíno a quien vi perder la vida al ser embestido por Cachupino, me tiré de cabeza, al compás del Riau-Riau y entre cánticos a San Fermín, a ese periplo gozoso de encierros jaleados por comparsas y gigantes de madera, que a las ocho de la mañana te entregan tres minutos de éxtasis y liberación visceral,849 metrosde adrenalina en los que la vida y la muerte, que siempre nos van a la zaga, mantienen su pulso inmortal, corneadas por la furia de la bestia taurina, con cada amenaza de pitonazo, con cada finta que te libra de la cogida en la calle Estafeta, para acabar con la gloriosa entrada junto al toro en la plaza y la alegre suelta de las vaquillas, porque, Hemingway lo sabía, es fácil ser héroe de tu destino en los Sanfermines, basta con vivirlos y llegar entero a las 24 horas del 14 de julio, al son del Pobre de mí, y ya el resto del año Dios te ayuda. Fin

 

Angel Mª Urtasun Uriz (Pamplona, Navarra)

Magia

Magia Estaba en una tienda de Pamplona comprobando lo menguado de mis fondos, cuando al alzar los ojos, encontré una mirada que, entre compasiva y sugerente, me atraía hacia el precioso objeto que tantas veces deseé poseer. De pronto mi interés se desmoronó por un marasmo de nuevas sensaciones y desprecié mi dinero. ¡Qué difícil un encuentro así en esos grandes comercios impersonales del entorno de Iruña!. Me satisfizo tanto la atención recibida, que volví durante cinco días, cuando se cerraba el local. El deseo de comprar aquello tan admirado, se desvaneció. Lo eclipsaron sus ojos. Fueron tan intensos los momentos de disfrute convividos durante esos días, tan compartidos con la muchedumbre que cada noche vivía la alegría de las calles, tan largas las conversaciones sobre la ciudad que le vió nacer, tan dulces sus besos, tan exquisitos los alimentos de esta tierra, comidos entre codazos, nada culpables, en los múltiples bares del entorno y tan bien regados con los vinos de las fecundas cepas navarras, que, irremediablemente, el tiempo y el espacio me abocaron a un precipitado final de fiestas. Así que, aunque tarde, aquel 15 de julio volví para llevarme el San Fermin que desde entonces preside mi librería. Gracias, Nerea.


IV Edicion Certamen Internacional Microrrelatos San Fermín

Márcio Montemegro Areias (Santa Cruz de Tenerife, Tenerife)

Salir de casa

Contemplo por la última vez la sala que vió lo que terminé siendo: yo, con todas mis pertenencias viscerales, con la sangre que me compone, con toda la intensidad física y química en la búsqueda de mí. Los móviles quietos, el suelo gastado, el aire cargado con cada segundo del tiempo que aquí me vió crecer. Yo era todo eso, y ahora, por decisión de última instancia, lo rompo y salgo para un exilio en un mundo ahí fuera, en un lugar que me haga sentir feliz. Me voy a comer un mundo entero de cultura y tradición, a aprender de la historia la materia de que está hecha la gente. Me espera la ciudad en fiesta, la romería con el perfume de las mujeres guapas, los hombres que casi explotan de alegría y los toros ilustres que no quieren quedarse fuera. Voy a ensuciarme con tierra, llenarme de flores, a perseguir aventuras y miles de amores. Voy a salir de casa. Voy a vivir San Fermín.

 

Emilio Casbas (Sarriguren, Navarra)

9 DIAS SIN BARNIZ

Mi acompañante escuchaba atento, cigarrillo humeante colgando de los labios. Entornó de nuevo los párpados. – ¿Y dices que se trata de algo religioso? – Bueno, en sus orígenes, allá por el siglo XIV, los actos religiosos se mezclaron con las ferias comerciales de la época y las corridas de toros, evolucionando hasta lo que es en la actualidad. Pero eso es lo que la hace grande, tienen cabida en ella personas de todo el mundo, independientemente de su condición, creencia o raza, en el fondo no hay distinción. Me volví con un ademán que abarcaba a la gente sentada en las terrazas de la plaza del castillo o que paseaba por ella con sus pantalones cortos, sus niños y sus perros. – Mírelos. Tan civilizados y correctos. Pero está en nuestros genes. Vístelos de blanco y rojo, que sientan el estruendo. Llévalos el 7 de Julio a almorzar muy temprano por la parte vieja y contemplen con lucidez la belleza de un encierro. Que se estremezcan con alguno de los “momenticos”. Que se mezclen con las peñas… Todo ese barniz artificial que les impregna rutinariamente se irá diluyendo y ella sacará lo mejor de cada uno sin convencionalismos.

 

Carmen Portillo García de las Bayonas (Leioa, Bizkaia)

EL CALENDARIO IMPACIENTE DE SAN FERMÍN

Uno de enero, empieza la cuenta atrás: Pamplona prepárate que ya falta menos, dos de febrero, mi corazón se altera y galopa: San Fermín cielín, cuanto te quiero, tres de marzo, me entreno a tope para los encierros: los corro, los amo y los deseo, cuatro de abril, por miles del mundo entero hemos de ir: todos unidos con San Fermín, cinco de mayo, me abordan la impaciencia y los nervios: hay madre que me desmayo, seis de junio, a preparar desde ya: los pantalones la camisa el pañuelo y el fajín, siete de julio, a disfrutar de las fiestas: nos vemos, es la hora cero, viva San Fermín.

 

Alfonso Echarte Vidarte (Pamplona, Navarra)

El gran estruendo

Se levantó a las ocho de la mañana, desayunó como todos los días y después de recoger el saco y meter todas sus pertenencias en la mochila se despidió del pueblo y se puso en camino. Fue atravesando una serie de pueblicos y llegó a un puente romano sobre el rio Ulzama, ya este pueblo parecía un poco más grande y tenía un poco más de vida, después llego a otro pueblo también con casas altas y comenzó a ver a cada vez más gente vestida de forma extraña y además todos de forma idéntica: pantalón, camisa y calzado blancos y una especie de cinturón de tela roja atado alrededor del pantalón; Qué extraño!!!… Conforme se iba acercando a Pamplona se cruzaba cada vez con más gente vestida de igual manera, hasta que llegó a la conclusión que todos vestían igual por algún motivo que todavía no había descubierto, subió una cuesta empinadísima que culminaba con una puerta de piedra y todos con los que se cruzaba se les veía muy contentos, hasta que llegó un momento que no pudo andar más y sólo se dejo llevar por la muchedumbre hasta una plaza y de repente: Viva San Fermin. PUUUUUUUM!!! El gran estruendo.


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Frank Bashara, who is referred to as a Mi bondage grasp, can currently commit life in prison following his wife’s demise. On Thursday, http://essayswritingsupport.com/essay-help/ USA Today contributed how Frank did not have to consider the stand because of factors he had previously stated in regards to the scenario. They certainly were able to-use his e-mails text messages, and much more to convict him. Juror Joe Fernandez said that the problem of Bob was he ostensibly advised everyone he was planning to employ popular guy to destroy his girlfriend. He didn’t retain it quiet therefore people realized how it just happened when she died. Last month he was convicted, but recently he was handed existence in prison. William was convicted on first-degree murder, conspiracy to devote first-degree solicitation of murder, murder and watch intimidation while in the demise of his partner. Their wife Jane Bashara was murdered back 2012.

I eventually genuinely believe that both universities of therapy could work.

Linda was found strangled to death in her Truck. The fact William Bashara was a master that is bondage makes some people wonder why he did not doit herself and try and make it appear to be a collision. It was revealed during the trial that Joe hired his ex-handy-man to eliminate his partner. (más…)