Archivo por días: 12 de octubre de 2012

Ignacio Lloret (Aróstegui, Navarra)

Tú yo justo antes

Ese año estábamos tan ilusionados con la fiesta que, en vez de meternos en ella, decidimos contemplarla. En lugar de entrar en la ciudad, nos quedábamos cada tarde en una de las colinas de los alrededores y desde allí observábamos todo. Veíamos a la gente en las aceras, los puestos de comida y las bandas de música que recorrían las calles alegremente. Hasta nosotros llegaba el fragor de las voces y la melodía de los instrumentos, el bullicio de tantas personas festejando juntas. Había momentos en que no aguantábamos sentados y teníamos que levantarnos para dominar la emoción. Sentíamos el deseo de mezclarnos con los demás, de beber o bailar con ellos, era un impulso casi irresistible. Y lo mejor era pensar en el día siguiente, saber que volveríamos a encontrarnos los dos allí arriba, en ese sitio que está cerca de las cosas pero donde todavía no ocurren.

jose goig martinez (alcobendas, madrid)

de mañana

Respirar junto a ti fue lo más bonito que viví ayer. Fue de mañana, soleada allá donde los rayos llegaban, pero fresca. Me encontré junto a ti en esa calle, donde resbalamos juntos, donde sentí tu respiración, donde sentí todo tu ser a mi lado. Y de repente desapareciste, te fuiste de mi lado, y me vi al otro lado de la valla, impulsado por la marea, y te perdí. Y hoy desperté para ver que seguías a mi lado, porque nos volvimos a encontrar, ya sin carreras, horas más tarde, ya sin el toro que respiraba para vivir, y eras tú, y ahora tu respiración se había hecho más suave, ya no jadeabas como hace unas horas, ya solo eras tú, a la que yo miraba ensimismado, y afuera sonaba un cohete, 24 horas después, y yo enredaba un anillo de tu pelo y lo apartaba y lo volvía a poner y dejaba caer mi mano sobre tu espalda, deseando casi que abrieras un ojo y despertaras en penumbra y me quisieras, y me dijeras que cerrara la puerta del balcón para protegerte del alba.

Joaquin Palacios Sanz (Madrid, Madrid)

BRAVO

¡Un cohete! Como el de las fiestas del pueblo cerca de donde vivo. ¡Por fin se abren las puertas! Salimos de golpe todos juntos corriendo, uno de los míos se queda atrasado. ¡Es que no cavemos! Somos tantos y encima con los de fuera que siempre tenemos que ir arreándolos. No saben de qué va la cosa, se creen que la fiesta es de ellos. ¡Pero ni hablar, ésta es nuestra, muy nuestra! Subimos con fuerza por la cuesta, torciendo ligeramente a la izquierda, el camino es estrecho y largo. Ahora ya es más ancho y luminoso. Giramos bruscamente a la derecha. ¡Vaya golpetazo que se ha pegado contra un lado al doblar un primo mío! Ahora sí que corremos rápido. ¡Qué de gente hay en este trozo! Pero nosotros vamos en un puño, tan solo se ha quedado atrás uno del grupo. Ya nos cogerá. Viramos en cuesta abajo a la izquierda y veo el ojo oscuro del túnel. Entro el primero en la plaza ¡Ésta sí que es más grande que la de casa! ¡Llena de gente hasta arriba! Se me echa encima uno de los de fuera, ¡estos mansos! Lo aparto de un pitonazo. La gente grita ¡Viva San Fermín!

Agustín de las Heras Martínez (Madrid, Madrid)

Alzheimer

-¿Dónde me lleva ahora? -Vamos donde ayer. -Huele a sudor. Hay mucha gente en la calle. Tengo sed. -Entremos aquí.  -Huele a serrín. -Es normal, acaban de abrir. ¿Quieres lo de siempre? -¿Lo de siempre? -Sí, un vino. -Tengo hambre. Huele a panceta. -¡Dos de panceta por favor! -¿Qué es ese ruido? Huele a pólvora. -Tenemos que darnos prisa. Va a empezar. -¿El qué? -Lo de ayer, ¿no te acuerdas? Donde la gente. -No quiero al sol. -No, no estaremos al sol. -¡Miguel! ¿Dónde vas con esta chica tan guapa? ¡Qué bien te veo! Entonces mi abuelo se quedó callado, muy serio, mirando alrededor. Le cogí de la mano. -¿Por qué lloras abuelo? -Estamos en fiestas, ¿a qué sí? El olor a pólvora, a serrín, a toro, a panceta recién frita. Es San Fermín.  -No llores abuelo. -Mi princesa… Zu gabe ez naiz ezer. Maite zaitut.

ENRIQUE ORTIZ AGUIRRE (COLLADO VILLALBA, MADRID)

ACASO CAOS

Nidae sbae lo que tenein los snaefimrnes praa que toods andmeos ttoalmnete trasotcados, doserdneados y sumamnete fleices. Unos decin que es el alohcol, otros que el drmoir pcoo, presnaloemnte cero que es la beuna copamíña. Todo este coas premite que nos coprmendmaos prefacteemnte. ¡Sreá el epsíritu de San Freímn!