Navarra, tierra de santos y trabas – Nafarroa, santu eta oztopoen lurra 5
El próximo jueves 29 de noviembre es San Saturnino, patrón de Pamplona, ya que como casi todo el mundo tiene claro, en este mismo blog se ha hablado varias veces sobre ello, San Fermín no es patrón de nuestra ciudad sino que es co-patrono de Navarra, junto a San Francisco Javier.
El culto a San Saturnino en Pamplona data del siglo X, por la construcción de los francos de una iglesia en su honor. Alrededor de esta se formó el burgo de San Cernin. Frente a la puerta de la iglesia se encuentra una discreta plancha de bronce que tapa el “pocico” donde el patrón iruindarra bautizó a los primeros cristianos de Pamplona.
¿Pero qué pasaría si las fiestas de Pamplona se hiciesen en honor a San Saturnino y en estas fechas?
El tema de las cenas de escalera sería bastante complicado y las corridas de toros también. Si ahora es complicado traer a las figuras, a estas alturas de la temporada sería imposible.
¿Y los atuendos? Anoraks y cazadoras blancas sustituirían a las camisetas de oferta de tres euros. ¿Y qué harían en este caso los estafeteros corredores de encierro? Probablemente veríamos imágenes de hermosas carreras delante de los toros con unos estupendos trajes de esquí. Podría ser una especie de pasarela de moda, previa a que abriesen las estaciones de dicho deporte. Los mejores modistos de ropa especializada en moda invernal, se pasarían por la ciudad en busca de nuevas tendencias e ideas. Pamplona se podría convertir en la capital de la moda de deportes de invierno y esto podría compensar la menor afluencia de visitantes por no hacer las fiestas en épocas estivales.
Pero hay algo que hace totalmente inviable el hacerlo en estos días. El probable frío que normalmente iba a hacer en estas fechas, haría que se tuviese que beber más para sacudirse las bajas temperaturas y esto es absolutamente imposible.
Así que parece que las cosas serían diferentes. ¿Diferentes? NO
Siempre hay algo seguiría igual:
Las trabas del ayuntamiento para organizar actos populares.
Y es que esos impedimentos da lo mismo que sean en julio que en noviembre, que sean para San Fermín o para San Saturnino. De nuevo bailes, cánticos, comidas populares y conciertos en peligro por una serie de condiciones inasumibles. Por un lado, se les recortan las subvenciones y por el otro se les limita el poder autofinanciarse.
Hay cosas que desgraciadamente parece que nunca cambiarán.