De las cosas del vestir 5
Dice la leyenda que eso de vestirnos de blanco por fiestas viene de los carniceros de Santo Domingo, que interrumpían sus labores en el mercado para correr el encierro en traje de faena y reincorporarse a continuación a su trabajo.
Dice.
En fotos antiguas de primeros del siglo XX, se ve a los mozos de la Peña La Veleta, una de las primeras que surgieron en la ciudad, vestir así.
Los trajes de nuestros dantzaris se inspiran en los trajes de fiesta de muchas localidades navarras, sobre todo del norte de nuestro territorio.
Los orígenes de esta costumbre en el vestir son, por tanto, difusos.
Pero de lo que nadie duda es de que dotan a las fiestas de San Fermín de una peculiaridad, la de hacer a todas las personas iguales y anónimas, peculiaridad que es precisamente la que hace magnífica a esa semana larga de principios de julio en Pamplona-Iruñea.
Así que no sé qué cojones hace toda esa panda de mamarrachos que cada mañana pretende correr el encierro luciendo más colores que un desfile de Ágata Ruiz de la Prada.
Por mí, como si os vais todos a la puerta del circo, a haceros fotos y a que os saquen en la tele.