Archivo por meses: marzo 2013


Dennis 1

Todavía recuerdo aquellas finales entre Los Angeles Lakers y los Detroit Pistons que protagonizó el bueno de Dennis. Estaba en la cumbre de su carrera, no era el jugador franquicia de su equipo, los que fueron llamados BadBoys de Detroit, pero era uno de los líderes por su sacrificio y capacidad a la hora de defender y coger rebotes, no había otro igual.

Su carrera en la NBA acabó en el año 2000, consiguiendo un total de cinco anillos como campeón de liga, siete veces mejor reboteador, dos veces mejor defensor de la liga y un largo etc. de éxitos que no vienen a cuento.

La siguiente vez que escuché el nombre Dennis Rodman fue a través de un amigo mío que me aseguró que el mítico jugador de baloncesto se encontraba disfrutando los sanfermines de 2004 en nuestra ciudad, y que había corrido el encierro del 7 de julio para recaudar fondos para una fundación estadounidense que luchaba contra la esclerosis múltiple.

El organizador de la colecta era Golden Palace Casino, que destinaba a la causa 10 euros por cada persona que corriera el encierro con la camiseta del citado Casino, vamos una forma de darse publicidad a costa de una noble causa y utilizando un acto “anónimo”, como lo era el encierro.

La carrera de Rodman por la Estafeta no pasó a la historia y prometió volver a Pamplona a disfrutar del encierro.

De momento anda más entretenido visitando al líder de Corea del Norte o la mismísima Plaza de San Pedro dando su apoyo al cardenal de Ghana, el primero de raza negra que pudo convertirse en Papa.

Rodman


Cosas de padres 3

No lo recuerdo con exactitud, pero yo no tendría más de dieciséis años.

Un seis de julio,tras el chupinazo, cuando algunos amigos volvíamos a casa a comer presenciamos una escena, tirando a tierna:

Un niño, al pasar por un jardín junto a Antoniutti, preguntaba a su madre por qué estando el sol en lo alto, podía haber alguien durmiendo en el cesped. Mientras la madres le respondía, a las dos del mediodía, que «era un mozo que dormía para correr mañana en el encierro» uno de nosotros creyó ver algo familiar en el borracho  dormilón.

Al acercarnos, y darle la vuelta, vimos que era Güevo, un compañero de cuadrilla, al que habíamos perdido antes del cohete y al que por lógica, no le había sentado bien los ponches con chocolate en sesión matinal.

Como no vivíamos tan lejos, cargamos con él cual ecce homo y emprendimos camino a su casa. El hombre podía andar con ayuda, e incluso se le entendían algunas palabras, de manera que paramos junto a una fuente para mojarle la cabeza y espabilarlo. Vamos, una escena que habremos protagonizado todos a esas edades pensando que Pamplona es Guasinton y que la gente que pasa al lado no nos conoce de nada.

En pleno «momento fuente», divisé la silueta de mi padre viniendo camino del surtidor  junto a un grupo de amigos que hablaban «de sus cosas». El encuentro iba a ser engorroso:  la hora, el remojón, el amigo borracho…

Mi padre, que era una persona bastante observadora, pasó a tres metros de nosotros en una plaza semivacía, sin que en apariencia reparase en nuestra presencia.

Nunca me atreví a preguntarle si se había hecho el sueco.

En ocasiones, un padre nos hace el mayor de los favores ignorándonos.


Nostradamus 3

Durante estos días,  en concreto desde el pasado uno de marzo hasta el próximo día veintisiete, se  entregará en la oficina consistorial de la Ciudadela el cartel que anunciará  nuestras fiestas durante los siguientes Sanfermines. El plazo ya ha comenzado,  así que numerosos artistas habrán plasmado sobre un fondo blanco sus ilusiones  en ser la obra elegida.

Semanas más tarde ya  sabremos cuál es y el autor además de embolsarse los tres mil seiscientos euros  de premio (sin descontar impuestos, que esto no son las dietas de la can),  tendrá también que exponerse seguramente al escarnio público por su obra, ya que  jugando a ser un Nostradamus foral, voy a reproducir una de tantas  conversaciones que a buen seguro tendrán lugar en nuestra querida Iruña de aquí  a unas semanas, en cuanto el jurado elija a las ocho obras seleccionadas como  finalistas.

—¿Has visto ya los  carteles de este año?

—Los acabo de ver, ¡vaya vergüenza!

—¿Pero te has fijado  en el número cuatro? Si parece que es una mancha. Seguro que se le ha caído el  bote de la pintura roja encima y lo ha entregado así.

— ¡Y tanto! ¿Y qué me  dices del número siete? Por Dios, si hasta mi sobrino de cuatro años lo hubiese  hecho mejor.

— Y el número tres,  ¿qué? Todavía no sé lo que pretende ser.

— Se están perdiendo  los valores en el arte.

— En el arte y en todo.

Y es que desde que  sale el veredicto y al estilo de cualquier tertuliano de radio o televisión de  esos que entienden de todo, los habitantes de Pamplona desahogan sus penas en el  jurado y en los autores de los carteles, convirtiéndose por un día en  licenciados en arte o cuando menos expertos críticos en  pintura.

Parece mentira que  una mínima pieza pictórica de cien centímetros de alto por setenta de ancho cree  tantas opiniones y normalmente tan negativas.

Es alucinante como la  gente parece que quiere ver la Gioconda de Da Vinci en un cuadro sanferminero o  el castillo de Windsor en un barrio metropolitano moderno. Los tiempos cambian,  el arte y sus formas también pero el hablar por hablar de la gente nunca  cambiará.


San Fermín en la Superbowl 3

Pues sí, hubo referencia sanferminera en la pasada Superbowl. Al ser el evento más visto en los Estado Unidos de los retransmitidos por televisión, el coste que pagan los anunciantes es muy elevado siendo, además, muy difícil descatar y transmitir tu mensaje por la cantidad y calidad de los anuncios realizados por los mejores publicistas.

Autoconnection, un concesionario de coches de Norfolk (Virginia), rodó su anuncio «Running of the BULLS … dog». El vídeo, versión extendida, del anuncio lo podéis ver aquí ya que el originial que se emitió durante la Superbowl únicamente duraba 30 segundos.

httpv://www.youtube.com/watch?v=8oSOcGj2luo


Que no lo veamos 7

La crisis en que lleva inmersa nuestra sociedad desde 2008 no remite, ya han pasado más de 10 años. El paro alcanza cifras históricas que nadie podía imaginar hace unos años, un 38% de parados en nuestra comunidad, casi nada. Fábricas, comercios, y grandes superficies han tenido que cerrar al no poder enfrentarse a sus deudas. En consecuencia el descenso del consumo es total. Las últimas medidas tomadas desde Europa para intentar remontar los malos datos económicos tampoco parecen tener efecto. Los políticos no dimiten a pesar de los numerosos casos de corrupción que se han destapado todos estos años.

En esta coyuntura económica y social llegan los sanfermines. Este año la programación de las fiestas ha sufrido un recorte brutal, habiendo descendido considerablemente el número de actos organizados.

Este año no habrá encierro de toros, ya que muchas de las  ganaderías optaron por plegar al no venderse ejemplares en los distintos eventos del calendario taurino del año anterior. Por consiguiente, tampoco tendremos corridas. Los encierros han dejado de retrasmitirse por televisión siguiendo la política austera de los distintos canales y por consiguiente el interés de los corredores de fuera es mínimo.

Por la mañana, las vaquillas recorrerán los más de 800 metros del encierro, y por las tardes de los días impares, distintos eventos como, el bombero torero, conciertos de las txarangas de las peñas, amenizarán a estas en el coso taurino.

Porque las peñas también han sufrido recortes, tres de ellas han desaparecido, tuvieron que ser liquidadas al no poder hacer frente a sus deudas por la adquisición de sus nuevos locales, y el número medio de socios por peña no llega a los 150. Los socios de algunas de ellas se plantean futuras fusiones de estas para hacer frente a los gastos de funcionamiento.

Las mañanas se completan con las salidas de la Comparsa de Gigantes y Cabezudos, único acto que se mantiene, junto al Torico de Fuego, intocable desde los años de bonanza, el coste no es elevado y la ilusión que generan entre los más jóvenes, inmensa.

Por las noches, los conciertos de las estrellas venidas a menos de otros años se sustituyen por actuaciones de grupos locales, a pesar de que las letras de sus canciones no hacen más que recordarnos al hoyo en que estamos metidos. Los fuegos artificiales tendrán su hueco las noches de los días 7 y 14 y serán a cargo de la pirotecnia china, única en el mundo en subsistir dentro de este sector.

Menos mal que hay un colectivo popular que, tras muchos años de peticiones, ha conseguido la correspondiente autorización para organizar actividades para todos los públicos que amenizarán los vacíos existentes en la programación oficial.

Lo mejor de todo es que como nadie dispone de un duro para irse de vacaciones, nos quedaremos todos en Pamplona disfrutando de nuestras fiestas, las mejores, junto con los cuatro visitantes y guiris incondicionales que nunca fallan.