Fallo del jurado del V Certamen de Microrrelatos
Estimados amigos y lectores, esta misma tarde a las 19.30 en el Nuevo Casino (que como los nativos sabéis está situado en el mismo centro de Pamplona, en plena Plaza del Castillo), se ha hecho público el fallo del jurado de éste V Certamen de Microrrelatos, con los siguientes resultados:
Primeros tres clasificados:
Ganador: ‘’Una mancha blanca’’ por Pablo Laporte Miqueléiz.
2º clasificado: ‘‘Pesadilla sanferminera’’ por Atxu Ayerra Alfaro.
3º clasificado: ‘‘Sin dolor’’ por Juan Molina Guerra.
Resto de finalistas:
4º clasificado: ‘‘El almuerzo setenta y cuatro’’ por Diego Maya.
5º clasificado: ‘‘Frustración’’ por Pedro Pastor Arriazu.
6º clasificado: ‘‘El sonido más anhelado del año’’ por Mertxe Labrador Otamendi.
7º clasificado: ‘‘Estafeta 21’’ por Esther Imízcoz Campos.
8º clasificado: ‘‘El resto de tu vida’’ por Raquel Gil Díaz de Cerio.
9º clasificado: ‘‘Instantáneas’’ por Roberto San Martín San Julián.
10º clasificado: ‘‘Ferspotting’’ por Chema Oroz Martija.
Nuestra más calurosa enhorabuena a todos ellos, así como al resto de participantes en este V Certamen que nos han hecho disfrutar con sus trabajos.
Tal y como os hemos comentado estos últimos días, durante la ceremonia se ha hecho lectura en voz alta de estos 10 relatos, a cargo de otras diez personas relacionadas con las fiestas.
Además, al igual que en años anteriores, el acto se ha retransmitido en vivo por streaming para todos aquellos que no hayan podido acompañarnos en persona.
Y sin más preámbulos, aquí tenéis el texto ganador (no os preocupéis que la próxima semana seguirán el resto de textos en sucesivas entradas):
UNA MANCHA BLANCA, de Pablo Laporte Miqueléiz
En las oficinas de Google Maps, en Palo Alto, California, un técnico trata de entender la foto que acaba de recibir del satélite. Desde mil quinientos metros la foto es correcta, pero a partir de los mil aparecen esas malditas manchas blancas. Mejor llamar al jefe.
El jefe acude y mira la foto. Es una ciudad europea, explica el técnico, Pamplona 42°49′ Norte y 1°38′ Oeste. No lo entiendo, la foto se disparó ayer, seis de julio, exactamente a las doce del mediodía hora local, según el protocolo, y el día está despejado. No hay error posible.
El técnico mira curioso a su jefe, que ha cogido el ratón y se pasea por la foto con una sonrisa melancólica, impropia de él. Está recordando el viaje que hizo por Europa a los veintiuno. Y se acuerda muy bien, como si fuera ayer, de cuando cayó por azar en aquella ciudad, convirtiéndose, de pronto, en una de esas felices manchas blancas durante una semana. La mejor, sin duda, de toda su planificada vida.
El técnico interrumpe el ensueño de su jefe. ¿Deberíamos repetir la foto? Me temo que sí, responde. Pero avisa a Satélite y díles que esperen hasta el 15 de julio.