Archivo por días: 16 de agosto de 2013


MICRORRELATOS PRESENTADOS EN LA V EDICIÓN DEL CERTAMEN

CERRADO POR VACACIONES

 

– ¡Pásame el patxarán, Juan! – ¡Este pintxo está de vicio! – Santiago, ¿No nos estaremos pasando? – Shhhh…¡Calla y disfruta!, que para una vez que Fermín nos invita a sus fiestas y ‘el jefe’ nos deja venir. – Me temo que tras el ‘Pobre de mí’ vamos a tener el ‘pobre de nosotros’. – Venga Pedro, deja ya de preocuparte. – ¡Claro! Como no eres tú el que va a tener faena acumulada cuando volvamos. – Te aseguraste de cerrar la puerta con llave y pusiste el cartel, ¿no? Pues entonces que esperen. Mientras, en otro lugar alguien está cruzando el oscuro tunel. Vislumbra la luz y se dirige a ella. Siente paz. Cuando llega queda cegado por la luminosidad. Recupera la vista y ante él descubre… ¡muchísima gente! – ¡Eh, tú! ¡A la cola! ¿Qué no has visto el cartel de la puerta? «CERRADO POR VACACIONES. Estaremos ausentes durante unas horas (204). Por favor, vayan guardando su turno. A la vuelta serán atendidos por riguroso orden de llegada. Disculpen las molestias.»

 

Manuel Llongo Renat

 

 

INSOMNIO

 

La noche trae sus olores, se engalana de sonidos nunca antes oídos, algarabía. Estoy nervioso, no puedo dormir. Mañana corro el encierro, es la primera vez. Sé que soy rápido, más que corro vuelo, intento tranquilizarme. La fiesta, que tiñe el aire nocturno de luces, no debería perturbarme. Empieza a clarear. Se aproxima la hora. Mis nervios de punta, sin embargo aparento tranquilidad, nadie nota mis temores. Un cohete lanzado al aire y a correr, veloz, limpio, sin tropiezos, mirando a la cara. Potente. No me caigo. El ruedo, arena, aplausos…muchos. Si sigo así esta tarde me indultan.

 

Marisa Fernandez Puig

 

 

Nuestro encierro particular.

 

Tienes que venir. Llevas meses sin salir. Y ya tengo la habitación preparada. Así que allí estaba. La mochila llena de ropa blanca y el corazón en un puño. Rodeada del bullicio sintió que la vida volvía a estallar en ella. Tenía La camiseta empapada y en la cara la misma sonrisa amplia y llena de siempre. Ves?- Es imposible estar triste en San Fermín. Hacía mucho que no veía esa luz en tus ojos Aquel siete de Julio caluroso y azul se dejó llevar pegando brincos de calle en calle hasta que se cruzaron Él no la vio .Una muchacha más joven que ella le pasaba la mano por la inconfundible cabellera rubia. Apretó los dientes y en un segundo sintió que alguien tiraba con fuerza de su brazo. Vamos!- rugió- y corrieron sorteando la multitud hasta que con la lengua fuera pararon resoplando apoyadas en las rodillas Este ha sido nuestro encierro particular- dijo su amiga guiñando un ojo. Ese miura te ha pegado un revolcón pero hoy, tú y yo, entramos en la plaza, sanas y salvas. Y ambas echaron a reír con la misma alegría limpia de los diez años que tenían el verano en que se conocieron.

 

nuria torres claver