Archivo por días: 30 de agosto de 2013


MICRORRELATOS PRESENTADOS EN LA V EDICIÓN DEL CERTAMEN

Pulpos

 

A veces, en San Fermín, hay que hacer una paradica gastronómica, que de eso sabemos un rato. Como uno es diablo viejo ya conoce las especialidades de cada casa, y aquel día se me antojó una ración de pulpo en Jarauta. Fui con mis amigos guiris donostiarras, así que no sólo comí pulpo sino que vi pulpos en acción. Porque ella había entrado al bar, una moza recia espléndida vestidica de blanco y rojo con la mirada linda y risueña. Mi corazón comenzó a latir con ansia al ritmo de «era un 7 de Julio cuando la vi», una casualidad tonta y cursi, como en las películas. Su mirada perdida buscaba algo, quizás el baño, quizás un trago, quizás compañía… Mis amigos pulpos la agasajaron, pero ella ya no tenía ojos para nadie… para mí tampoco. Comenzó a bailar al son de la música que ahora era Shakira con unos movimientos sugerentes y provocadores. Yo, desde mi fría barra la observaba y deseaba hablarle, pero seguramente me rechazaría. No tengo nada de especial. Así que me quedé allí, contemplando la obra de arte con la satisfacción de una copa de vino, el tumulto despreocupado con mi cara de fiestas y rodeado de gran diversión.

 

Maider Saldías

 

 

A flor de piel

 

La verdad que es emocionante. Este año no tenía muchas ganas pero un 6 de julio, en Iruña, no me iba a quedar en casa. Por la noche me cuesta conciliar el sueño. La ropa blanca está preparada, la más vieja que tengo claro, ya que al final del día el color será una mezcla de sustancias indescriptibles. Me visto y me gusta la sensación, la faja en la cintura y el pañuelo a la muñeca, todavía no es el momento. El almuerzo es alegre, el nerviosismo se contagia entre unas y otros, hay como una prisa injustificada por acabar y marchar al casco viejo. Subimos a mercaderes y a media hora del estallido ya nos adentramos en el bullicio pamplonés. Aunque parezca que ya estamos de fiesta todavía falta escuchar el cohete, alzar los pañuelos al aire. Ese momento, saltando, cantando, esperando que explote el txupinazo que nos da la señal de que ya han comenzado los sanfermines. Esos minutos previos en los que se percibe una euforia colectiva que embriaga sólo con vivirla. Ya está, ya sí que no queda nada. Alguien sale al balcón, no escucho lo que dice pero me lo imagino. Enciende la mecha y explota el petardo. Zorionak!!

 

Ioana Armendariz Fernandez

 

 

POR TI SERE INMORTAL

 

Pasó delante de mí con la inmaterial levedad de los sueños. Un pañuelo rojo hacía contraste con la cegadora blancura de su blusa. Por eso, cuando una mano invisible aflojó su nudo y los extremos resbalaron por su cuello como un abrazo que se suelta, un escalofrío me recorrió de arriba abajo. Alelado, y con su pañuelo en mis manos, un tatuaje en su hombro recién descubierto me hizo continuar tras sus pasos. Hubiera dado la vida porque el embrujo de este místico momento perdurase eternamente. Pero…repentinamente detuvo su marcha y se giró hacia mí levemente, lo suficiente para que en sus ojos se reflejara toda la inmensidad de mi miedo: -Devuélveme el pañuelo-me dijo entre el desafío y el enojo. -Pero sólo si permites que sea yo quien vuelva a anudártelo al cuello. Y al hacerlo fui inmortal por un segundo, un Divino en mitad de la Estafeta: porque había tocado su piel y había rozado su alma. Luego, ajena al temblor de mis manos, su mirada repasó toda la verticalidad de mi estatura. Me observó despótica. Me ignoró con desprecio y , girándose de nuevo, se perdió calle arriba en mitad de un silencio casi religioso.

 

Felix Senis Díez