Archivo por días: 5 de septiembre de 2013


MICRORRELATOS PRESENTADOS EN LA V EDICIÓN DEL CERTAMEN

LEJOS DE CASA

 

El Lempe es un bar en el distrito de Friedrichshain, al Este de Berlín, a dos pasos de mi pensión y a una hora de mi trabajo. Me senté frente a la barra y pedí una cerveza. El local no era agradable y la camarera no merecía dos miradas. Todo allí tenía un aire impersonal, como una estación de metro. Un hombre gordo, grande, con una cazadora azul desabrochada entró, se acodó a mi lado y pidió también cerveza. En el otro extremo, una pareja de jóvenes bebía entre arrumacos algún refresco. El gordo apuró su consumición, depositó unas monedas y abandonó el local sin despedirse. Al poco, la pareja hizo lo mismo. El bar quedó tan solitario como una pecera vacía, bañado con la luz azulada que reflejaba el neón de la fachada. Opté por pedirme otra cerveza. Al fin y al cabo, era un día especial. –Ein anderes Bier, bitte –dije a la camarera. –Hier haben Sie… –contestó ella sin apenas gesticular. Tras el último trago, pagué y salí sin decir tampoco adiós. De regreso a la pensión, sólo sentí el aire cortante de la noche. Mañana es siete de julio, San Fermín. Daría todo por estar en casa. Maldita crisis.

 

MANUEL TORRES MATEOS

 

 

El Cañonazo

 

El seis de julio, a las doce del mediodía, Pamplona salta por los aires en estallido de alegría. Ha sonado un cañonazo poniendo en órbita su metralla. Todo tipo de problemas, preocupaciones y sinsabores de los pamplonicas y de quienes, por unos días, nos visitan, son lanzados lejos en formidable chupinazo y, de momento, darán vueltas por el espacio. Pamplona será durante nueve días, una olla en la que hervirán sabrosos ingredientes como la alegría, amistad, música, arrojo, valentía, exquisita gastronomía que satisfará nuestros exigentes paladares, devoción por San Fermín, nuestro Santo Patrón y amor temeroso de madres preocupadas. Quienes no peinamos o peinamos canas, sentimos añoranza por algunos ingredientes que empiezan a escasear; pero no nos anclamos en los recuerdos y renovamos nuestro baúl. Hay ingredientes para niños, padres, abuelos; para los madrugadores, trasnochadores y los todoterreno. Hay que decirlo: habrá ingredientes que preferiríamos no cocieran en la olla, pues enturbian su caldo; pero recordemos que uno de los más sabrosos y abundante en la olla es la tolerancia. A los nueve días se terminarán de cocer los ingredientes, y con su caldo cargaremos las pilas que ponen en marcha el carácter de nuestro motor y empezaremos a contar los kilómetros que faltan.

 

Mª Teresa Arcón Romeu

 

 

Botella mensajera en la marea de Pamplona /-POR: Maracaibo de Ockham-

 

Sabes: Entrené concienzudamente en el Museo del Encierro,en el simulador de sanfermines;también corriendo de madrugada por las calles,hasta bordar la curva de Mercaderes,robándole hienas a la de la Guadaña.Mi mente,lógica cual nubes en una lluvia,tenía todo calculado.Pero,ay,a veces un cielo azul diluvia y no comprendes cómo y oyes sólo las risas de los ángeles. Así fue.La carrera,perfecta…Hasta Estafeta.Allí,Dios!,ME ATRAVESÓ TU MIRADA y ya nada fue según lo previsto. Ningún simulador me preparó para eso. Cupido disparó tus pitones en mi órden;cerré los ojos y nada recuerdo;sólo olor a vida extra,a yodo y nube de toros como recién salidos siempre del mar,que en perfecto oleaje me llevaron flotando hasta la plaza alejándome de tu peligro. Pero es que yo,desconocida,lo quiero.Te tiento con mi trapo rojo,te busco.Falta nuestra Fiesta. Ví esta botella vacía,metí este mensaje.Echándola a la marea mágica de la multitud de Pamplona sé que te encontrará y tú vendrás a embestirme de vida desbordando las vallas. Soy ese que sabes,el único al que miraste a los ojos,de frente y por derecho. Y aquí mísmo te espero.

 

Alejandro Sande Corral