Archivo por días: 5 de junio de 2014


Maremagnum mental 2

No sé vosotros, lectores abnegados, pero yo ya he entrado de lleno en la fase de maremagnum mental presanferminera.

En los tiempos de los áifons, esmárfons y agendas electrónicas, sigo siendo incapaz de centralizar toda la información que hay que manejar de aquí en adelante para a) no dejarse ningún preparativo en el tintero, y b) no duplicar citas.

Así que sigo fiándolo todo a las capacidades que me ofrece mi masa gris, ocupada en un alto porcentaje de su superficie en las tareas habituales, que no por ser junio dejan de serlo, antes al contrario, se endurecen con condiciones más radicales, como las derivadas de la autoadjudicada conciliación laboral y familiar del profesorado en las tardes del mes en cuestión…

Los riesgos están ahí. Nos podemos encontrar el día 5 de julio con que esos pantalones están mucho más amarillentos que cuando los guardaste por última vez, hace ahora once meses. O con que, aunque ya sospechabas que no te iban a entrar, realmente no te entran, pero lo que se dice no entrar, no lo que presumías que sería no entrar. O con que ese pañuelo que te ha acompañado durante tantos años terminó anudado al cuello de un escocés al que estuviste enseñando la versión local de la exaltación de la amistad. O con que el restaurante de barrio donde tradicionalmente se almuerza el día 6 aunque ya nadie viva en el barrio ha pasado a manos vietnamitas y de la reserva hecha hace un año no queda ni rastro. O con que alguien, y no miro a nadie, había quedado en recoger en la estación a las primas manchegas que vienen a pasar unos días. O con que quien tenía que ocuparse de hacerse con las llaves del piso franco de Calceteros antes de que las tías emigraran a Alicante allá por Semana Santa no se dio cuenta de que lo tenía que haber hecho antes de que emigraran a Alicante allá por Semana Santa. O con que los tres amigos catalanes que anunciaron que vendrían a pasar tres días van a ser al final once, y se quedan cinco días. O con que, a pesar de que llevas ya cerca de un mes apurando su uso para plantarte a las puertas de las fiestas con lentillas nuevas, tu óptico de cabecera te repite desdeñosamente que el año pasado ya te había avisado que no fueras a encargarlas con tan poco tiempo, y que calcula que estarán para el quince. O con que sabías que algo se te estaba pasando pero no caías en qué, y al final vas a tener que afrontar los rigores sanfermineros con esa medio melena tan incómoda y que te hará sudar tanto. O con que estás seguro de haber tenido en tus manos las entradas de los toros, el pase para el encierrillo, las tarjetas del casino y el ticket de la comida de la peña, y ahora lo único que sabes a ciencia cierta dónde están son los «reúnas» de la Tómbola. O con que o con que o con que o con que…

Cada uno podrá aportar innumerables «o con ques» a esta lista que responde a riesgos de los señalados anteriormente en el apartado a).

Porque también están los del b), los referidos a duplicidades desgraciadas que te impedirán disfrutar de alguna de esas compañías que te obligan a concentrar en los cuatro primeros días de las fiestas todo tipo de citas, quedadas, comidas, cenas, vermuteos, etcétera, obligándote a darlo todo en cada una de ellas, ya que ellos lo dan al no heber un mañana en su programación, y dejando como un auténtico erial la cuesta abajo sanferminera, aunque en tu interior sabes que se irá llenando sin ningún tipo de problema de acontecimientos varios, y todo porque se van a Salou.

Más vale que la experiencia es un grado, y volveremos a sortear todos estos obstáculos con alegría, utilizando para ello nuevamente el modo stand-by del cerebro, que accionaremos el día seis y que nos volverá a permitir encarar todas estas adversidades con una medio sonrisa en la cara y un cierto empanamiento que nos costará alguna colleja que otra.

 

¡¡¡¡¡¡¡¡ YA HUELE A TORO !!!!!!!!!