Archivo por meses: agosto 2014


VI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

SAN FERMÍN NO TIENE EDAD

Sandra Izagirre Carretero

Hoy voy de blanco. No me riñen si me mancho. Observo la fiesta a hombros, hasta llegar a Conde Rodezno.

Alucino con los gigantes y kilikis, sin tener la valentía de acercarme demasiado.

En los corralillos, veo los toros. ¡Me impresionan! Y mucho más las barracas. Me mandan pronto a dormir. Mañana será otro día.

 

Voy haciéndome mayor.

¡Ya puedo salir sin padres!

Empiezo a vivir la fiesta, y a saber lo que se siente.

Un toro de cartón piedra, me hace vibrar de emoción.

Aún me acuesto bien temprano.

 

He cumplido 17. Salgo de casa impecable, pero llego de granate.

Muchos nos apachurramos, deseando que den las 12h.

 

Ya llegó, ¡El chupinazo!

 

La celebración se alarga; la noche se vuelve corta.

Enseguida amanece.

Y por fin, vivo el encierro, aunque desde la barrera.

 

¡El tiempo vuela!

Almuerzo, poteo, estruendo, comilonas en la peña, desmadre al sol de la plaza…

Pero los años no perdonan.

Trasnochar se deja atrás, levantándonos prontico, para aprovechar el día.

Revivimos tradiciones, como cuando éramos niños, enseñando a los pequeños, lo que nosotros aprendimos.

Procesión, tómbola de Sarasate, toros en sombra, churros con chocolate, bailables en las verbenas…

 

A descansar.

 

Pobre de mi.

 

¡Viva San Fermín!

 

GOD SAVE THE QUEEN!

Alberto Barcia Gonzalez

Llegué al hotel reventado tras la reunión con los proveedores y allí vi el flyer de Free Tour Sanfermin. No tenía intención de quedarme durante las fiestas, pero estos dos chavales, ‘PTVs’ decían ellos, me liaron la manta a la cabeza con sus historietas sobre la ciudad y me animé. Chupinazo, riau-riau, comparsa y todo el combo festivo de los más castas. Como me dijeron que los toros eran un imprescindible, pillé una entrada de sombra en reventa y, siguiendo sus instrucciones, conseguí colarme en sol. Allí estaba yo, entretenido en esquivar langostinos que surcaban por el aire, meter la mano en las fiambreras que circulaban de acá para allá y sumergir mi ya maltrecho vaso en el cubo de sangría cuando la vi. Debía ser su cumpleaños, porque le cantaron y acto seguido… ¡Miss camiseta mojada! Yo, que ya iba nubladillo de mente por efecto de la sangría y envalentonado por el ambiente festivo, me acerqué y, sin dilación, ataqué. Mi sorpresa se produjo al comprobar que no me hacía la cobra y que la cosa marchaba. Ya me habían comentado que en San Fermín Pamplona era diferente con las guiris, pero tanto… God save the Queen!

MINUTOS ANTES

Raúl Garcés Redondo

Toma los recientes datos del paro, los nuevos casos de corrupción, los últimos resultados deportivos, la previsión meteorológica y los enrolla con firmeza para, seguidamente, agitar ante la hornacina del Santo, en la cuesta de Santo Domingo, al compás del popular “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón …”

SAN FERMIN, TODO LO PUEDE

Marcos Ahechu Albeniz

7 de Julio de 2024, Milán, San Siro. Final de la Champions League entre el Manchester United y Osasuna. Tras el descenso de Osasuna en Mayo de 2014 y la regeneración del equipo, en aquel entonces, con sus chavales juveniles, estos mismos disputan la finalísima de Europa.

En el once rojillo, los mismos once jugadores que jugaron el primer partido de segunda división en Septiembre de 2014. Eran niños de dieciséis años en el famoso descenso de 2014 y lloraron, todos ellos, desconsoladamente lo que parecía el fin de un equipo, Osasuna, pero no de un sentimiento. Aquella misma tarde de 2014, se encomendaron al Santo para sentar las bases para un futuro esperanzador.

Tras errar inexplicablemente Cristian Ronald, estrella del Manchester, un penalti en el que había engañado al arquero rojillo, a falta de un minuto para el final, el asombro y estupor invade a los miles de aficionados: los once jugadores rojillos se anudan el pañuelico de San Fermín al cuello.

No se sabe cómo ni porqué, pero los jugadores realizan una jugada espectacular con paredes y desmarques asombrosos y … gol, golllllllll de Baigorri. Estupenda jugada que da el triunfo de la Champions al equipo navarro. ¡¡Viva San Fermín!!


VI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EL ESTORNUDO

Cesar Romeral Lopez

Los primeros rayos del Sol se reflejan en el Arga. Con paso tenso cruzo el puente Rochapea. Voy con los ojos cerrados. Sigo el sonido de las zapatillas que me preceden. Un poco más de cuesta y llegaré a mi destino. La marea humana se concentra a ambos lados del recorrido. Estoy atónito. Alzo los ojos y leo » Cuesta de Santo Domingo». Sigo caminando hasta la Plaza del Ayuntamiento. Me mezclo entre la gente.
Un cosquilleo empieza a apoderarse de mí. Clavo mi mirada en un mozo vestido de blanco impoluto, faja roja, zapatillas deportivas, lleva un ejemplar del DN en su mano derecha, no debe pasar de los veinte años, pero su rostro revela tensión. ¿Reza? Su mirada cruza desde el suelo al cielo. El murmullo se apodera del gentío apoyado en los tablones. Un estruendo invade el espacio, provocando un movimiento acelerado en los espectadores. El comienzo del encierro, mozos mezclados con los toros, está cerca. Sus rostros expresan un frió sudor. La cuesta se hace eterna. ¡Maldición!, que estornudo más inoportuno. Levanto los ojos y pregunto con ingenuidad ¿Dónde están los toros? –Ya han pasado, responde un señor. ¿Entonces? – Tendrá que esperar a mañana. ¡Mañana seguro que no estornudaré.

EL GUSANILLO DE LA FIESTA

Alba Martorano Oliver

Desde la ventana del hospital miro hacia la ciudad. Los cohetes, y la alegría de la fiesta invitan a participar. Es la primera vez que estoy en Pamplona y coincide con San Fermín, la festividad norteña más universal.
“Universal, patria, una… me suena a lección casi aprendida.”
La expectación me conmueve, y quiero acercarme, quiero ir de blanco y pañuelico rojo para adentrarme en la orgásmica algarabía a la que toda yo me siento arrastrada. Sin embargo, vuelvo la vista a la cama en la que dormita Edu, mi chico guapo, mi amor primero, en estado casi comatoso. Fue por un resbalar de la moto, en una mancha de aceite de una aciaga carretera. No me atrevo a dejarlo. Sé que él no va enterarse. Sé que la conciencia juvenil que habla y frena la ambigüedad del hecho, puede ser en extremo laxa. Pero San Fermín, vestido de gala, inunda de voces el miedo invisible y atávico que pasea por mis emotivas neuronas. Así que me quedo en la barrera del tendido. A lo lejos los destellos pirotécnicos iluminan el cielo, a lo lejos el patrón, un año más, ríe lleno de satisfacción como un niño. Yo rezo, Edu sana.

SEGUNDA OPORTUNIDAD

Sara Sola Soria

Tal como Oier esperaba, aquella noche había superado sus mayores expectativas. Había festejado durante más de doce horas, y después de una última copa se disponía a hacer la carrera de su vida. Tras el gran estruendo, arrancó con todas sus fuerzas, huyendo de seis fieras bravas como si no hubiera un mañana. El sudor corría por su frente de manera atrevida, y con el mismo atrevimiento él se abalanzó sobre un adoquín que le hizo caer al suelo. Cegado por el miedo y la imprudencia, alzó su cuerpo de nuevo para volver a la carrera cuando otro compañero no pudo esquivarle. El más bravo lo embistió, y entregando su vida entre la muchedumbre, evitó un final desafortunado para Oier. Nunca pudo perdonarse que, por falta de prudencia y exceso de cansancio, un ángel puso entre el toro y él a un ser inocente que le concedió una segunda oportunidad.


VI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EL ENCIERRO

David Moreno Sanz

El tercer cántico al Capótico de San Fermín ha finalizado. La emoción se dispara con el primer cohete. Con el segundo, vemos aparecer la manada, espectacular sentir la intensidad con la que retumban sus pezuñas contra el suelo. Y quizá debido al miedo, cuando quiero empezar a correr me siento como un pez, agitando las aletas futilmente pues apenas consigo avanzar por la Cuesta de Santo Domingo. Menos mal que alguien me salva in extremis y me transporta como un pajarillo hasta Mercaderes donde puedo recuperar el resuello, aunque sea brevemente. Tumbado en el suelo zigzagueo como una culebra para alcanzar la curva de Estafeta. Desde los balcones noto ahora que me apremian a continuar ante la inminente llegada de las reses. Sin apenas energía intento gastar las últimas que me quedan. Ya veo al fondo, por fin, el pasaje que da a la plaza y a saltos, como un sapo, sorteo a corredores que han tropezado delante de mí. Por detrás, las bestias siguen avanzando, enormes, parecen Tyranosaurus Rex. Un tapón atasca el final, me temo que nos van a pisar como a simples escarabajos y sólo puedo gritar… Alguien me toca la cara: -¡Hijo, despierta! ¡No vas a llegar al encierro!-.

ESTO SÓLO PUEDE MEJORAR

Juana Algaba Jiménez

Está asustado. Se ha quedado pegado a la pared, mirando para todos lados, vigilando. La verdad es que los Gigantes y Cabezudos son impresionantes.
Lo que lo ha asustado, han sido los Kilikis propinando golpes a los niños, sobre todo Verrugón, que le ha dado tres “vergajos”, que lo ha dejado paralizado.
Ya sé que no le han hecho nada, que sólo es el susto, ¡pobrecito mío! espero que se le pase pronto. Ahora llegan los zaldikos, esos seres mitad hombre mitad caballo, pero por suerte, no se meten con él.
¡Pero bueno! se está riendo, menos mal, no me gustaba verlo tan serio. Ya veo de qué se ríe, un grupo de niños han rodeado a uno de los zaldikos y ahora son ellos los que le están dando de lo lindo. ¡Jajaja! como se descuide, lo tirarán al suelo.
Sólo llevamos una hora en Pamplona, y ha sido una hora llena de emociones. Tengo una lista con todo lo que queremos ver y hacer, que hicimos entre los dos, pero me parece, que vamos a tener que aprender a disfrutar el momento, dispuestos a dejarnos sorprender por todo y por todos
¡Viva San Fermín!

INTERCAMBIO DE PAPELES

Mikel Ayerra Comino

Este 7 de Julio, como todos los años, nos reuniremos para celebrar el cumpleaños de mi prima Sheila. Pero será distinto, pues este año se nos unirá un invitado muy especial: el pequeño Markel, su primer hijo. A partir de ahora, sus papeles se invertirán. Será Markel quien dentro de unos años huya de Caravinagre; quien se suba a las barracas con una sonrisa de oreja a oreja; quien vaya a la plaza del ayuntamiento para celebrar el Chupinazo; quien madrugue para ver el encierro con sus amigos; quien disfrute de las noches sanfermineras llenas de fiesta y alegría; y quien se una a las peñas en la plaza de toros a ver las corridas. En cambio, será Sheila quien sonría cuando Markel se quede boquiabierto al ver las explosiones y colores de sus primeros fuegos artificiales; quien aguante su peso en los hombros durante los gigantes y cabezudos; quien disfrute viéndole reírse mientras asciende en la noria; quien llame preocupada por si le ha pasado algo viendo el encierro; y quien maldiga mientras limpie la bata manchada de suciedad y kalimotxo. Quisiera desearle a ella un “Feliz cumpleaños” por adelantado; y a Markel, darle la bienvenida con un gran “¡Viva San Fermín!”.


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EXILIO

Jesús Suescun

Hoy me he levantado más temprano que de costumbre. Tras una ducha templada paso revista a toda mi ropa, perfectamente ordenada sobre el sofá. Es un día importante y me visto despacio, disfrutando cada instante, siguiendo la misma liturgia que repito año tras año.
Las horas pasan volando y a media mañana, siento de nuevo el revoloteo de las mariposas en mi estómago. Son las doce menos diez; compruebo una y otra vez que no he olvidado mi pañuelo rojo mientras clavo la mirada en el gran reloj. Observo las manecillas avanzando lentamente hasta que… ¡bummmm!, el Chupinazo me saca de mi estado de hipnosis y enciende mi mejor sonrisa. Grito, río, salto y siento como mi corazón se infla como un globo. Me invade una amalgama de sentimientos, imposibles de explicar, fáciles de comprender.
A las doce y dos minutos recibo la llamada de mi hermano. Apenas consigo oírle, solamente escucho la algarabía de la Plaza del Castillo e inmediatamente rompo a llorar. Intento disimular y me seco las lágrimas, que brotan a borbotones, con el dorso de la mano. Cuelgo el teléfono, apago la tele y me juro a mí mismo que éste será el último seis de Julio lejos de Pamplona.

CON TODAS MIS FUERZAS

Noelia Mendive Moreno

Recuerdo el pasado Siete de Julio, día de nuestro patrón por excelencia, San Fermín, aunque algunos no lo consideren como tal. Primer encierro de las fiestas. Ocho de la mañana. País extranjero. Sofá incómodo donde los hubiese y portátil frente a mí. Sujetaba con mi mano izquierda un pañuelo rojo que traje de Pamplona cuando me convertí en emigrante. Fue al escuchar el primer cántico de los corredores, esperando a la apertura de puertas más esperada, con el viejo “A San Fermín pedimos por ser nuestro patrón, nos guíe en el encierro, dándonos su bendición”, cuando me derrumbé. Jamás he sentido nostalgia semejante. Las lágrimas comenzaron a inundar mis mejillas y una profunda tristeza se apoderó de mí. Y no es que yo sea creyente, pero en esos momentos recé con todas mis fuerzas para que todos aquellos corredores acabasen el recorrido sanos y salvos. Y seguí llorando todavía con más fuerza, si cabe, mientras corrían hasta llegar a la Estafeta y algunos quedaban atrás, cediendo el paso a los que habían decidido no rendirse todavía. Y apreté el pañuelo hasta clavar mis uñas en la palma de mi mano, mezclándose el rojo de mi sangre con el pañuelo.

AMOR A BORBOTONES

Pilar R De Los Santos

No pensé que separarme de Luis me resultaría doloroso. Desde que planeé con mis amigas el viaje a Pamplona, hace ya un año, he contando los días que faltaban para San Fermín con gran desasosiego, sin embargo ahora no estoy segura de querer alejarme del chico que conocí hace unos meses y que ha robado mi corazón a borbotones. No se parece al príncipe azul con el que sueñan las chicas desde que oyen cuentos de hadas, pero es encantador, alegre y lleno de energía que me transmite en cada cita.
Le propuse venir, incluso le regalé el pañuelo rojo para el cuello, pero el trabajo no lo permite.
Y aquí estoy, sentada en el metro junto a la maleta y mis risueñas amigas, dudando si tomar el tren con destino a mi quimera de siempre o quedarme y vivir mi sueño actual.
Mis pasos siguen los de mis amigas, no yo. Veo el tren que nos espera con las puertas abiertas y los asientos reservados y no me motiva. Hago un esfuerzo para subir la pesada maleta y una mano fuerte desde arriba me ayuda. Levanto mis ojos para agradecer ¡Dios mío, es él!
Ha venido y mis dos sueños se hacen realidad.


VI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

MONÓLOGO INTERIOR

ángel María Fernández Pascual

A quienes se equiparan a mí, soberbios; a quienes se igualan, pobres seres mundanos, a la vera y la fuerza de un dios, les exijo sin rodeos que abandonen la tarea. Me desalojen de sus defensas, simples humanos, detento las mías, naturales, afiladas y perfectas: la esgrima de un gigante. ¿Se aburren? ¿No tienen problemas? ¿No encuentran dedicación? Por todos los cielos, ocúpense de su caso. Les recuerdo que yo soy un toro, yo soy el toro.

UNAS FIESTAS SIN IGUAL ¡¡RIAU, RIAU!!

Patxi Garro Ainzua

-Un billete a Pamplona, por favor.
Todavía no tengo muy claro cómo he llegado hasta aquí. Sé que he venido de Pamplona en avión pero no recuerdo nada más. Me ha despertado en mi asiento una azafata muy amable que, entre risas, me ha dicho que ya habíamos llegado a nuestro destino. “¿Qué destino?”, he preguntado yo. “Madrid, señor, está en el aeropuerto de Barajas”. Estoy despistado y con resaca. Ayer salí a primera hora de la mañana, como todos los días de San Fermín, con la intención de ver el encierro, almorzar y dar una vuelta mañanera antes de ir a casa, comer y preparar la merienda de los toros. Al salir de la plaza, sé que nos juntamos con la cuadrilla de Txema y estuvimos bebiendo y cantando en su sociedad después de visitar todos los bares de camino a la misma. También recuerdo vagamente que entramos en la bajera donde guardan los pasos de Semana Santa. Pero de ahí en adelante, nada. Lo que no me explico es cómo he aparecido en Madrid, quién ha pagado mi billete y por qué estoy ¡vestido de romano! Eso sí, de romano pero con pañuelico rojo. ¡Unas fiestas sin igual, riau, riau!

MARIPOSAS BLANCAS, MARIPOSAS ROJAS

Karmentxu Buldain Pérez

Barcelona 12:00h.
Ssssssspummmm.
El oficial 15 minutos después (Causa: barbudo pescador)
Eunate abre los ojos, por primera vez. Irati, primeriza, siente mariposas en el estómago que le hacen volar 353 km. Cunapañuelicosonrisa.

La Chantrea: Eneko blanco 10%, mis 37 no son como los 17. Carmen: ¡Pues a mis amigas les dejan hasta después de los fuegos! Portazo. Estafeta: Johnny compra pañuelo+faja, convencido pamplonica. Oskia mirando realeza impune, duda entregar Su Chupete. Rey feo. Noáin: Mikel aterriza. Fernando babea colchón verde. Iker busca su foto en sol, ahí, el harinado. Antoniutti: Eunate besa a Fermín por primera vez, mariposas a 70 metros de altura; perderán 70 sanfermines, 772013 besos. Caldicochurroschistorra. Q tal? Bien; me voy a dormir. Narciso vuelve a verse, a cámara lenta. Irurtzun: control, Amaya negativo. Angel otro año tras la barra. Trenza de Wangari baja Chapitela, seducida por nota de fresno. Eau de Jarauta. Plaza sin castillo: Marta con agua a presión. Santo Domingo: astas. Madre llora. Parte médico. Selfie con San Nicolás. ¿Bokata? Telefónica: trae paquí ese vallau.

Quito 14/07/2107
Fermín cierra los ojos, por última vez. La vela le transporta a 8.959 km, su ciudad.
Mariposas en su interior: pobre de mi, que sehan acabau las fiestas…
Cajapañuelicosonrisa.

Chirimiri.