Archivo por días: 8 de septiembre de 2014


VI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

UN OCHO DE JULIO

Aintzane Escribano

Hace casi 36 años que yo nací en las famosas fiestas que tenemos en esta tierra. Fue un día difícil aquel 8 de julio de 1978 ya que hubo una gran trifulca en la plaza de toros donde se llevo a un muerto Germán se llamaba. Mi madre rompió aguas en el antiguo hospital de la cruz roja que dio la casualidad que se encontraba al lado de la plaza de toros, me ha contado que yo vine al mundo en medio de todo el ruido producido por aquel triste acontecimiento, pero yo no aguantaba más y nací dicho día. Mis familiares me han echo saber que para poder venir a conocerme y ver a mi madre después de aquel parto tan intenso, era todo una odisea, tenían que ir desde la calle Estafeta hacia la Milagrosa bajando por Carlos ||| y así poder llegar cerca de la plaza de toros para poder visitarnos toda esto entré coches volcados, policías interviniendo a gente que se manifestaba…Fue un duro día para los pamplonicas pero un gran acontecimiento para mi familia al nacer una niña que a día de hoy esta enamorada de estas grandes fiestas y su gran ciudad. VIVA SAN FERMIN

EL ENIERRO

Laura Arnedo Lafuente

La sala del Palacio del Condestable de Pamplona mantiene la respiración. El señor sentado en el centro de la mesa que hay sobre la tarima, toma el micrófono:
—El jurado del Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín ha seleccionado como ganador al que lleva por título… ¡»El enierro»!
Tras la ola de aplausos del público anuncia que, como es habitual, va a proceder a leerlo. Entonces nota algo raro que ya ha intuido desde el momento mismo en el que ha proclamado el título. En el microrrelato aparecen palabras como «San Ferín» , «ihura», «anso», «uerno», «anada», «haranga», «ozos», «Paplona», «periódio», «Heingway», «ulillas», «abestro», «Santo Doingo», «Ayuntaiento», «ercaderes», «urva», «Telefónia», «balón».
¿Qué ha ocurrido? –se pregunta –. Hace unos minutos he repasado el texto y no faltaba ninguna letra… ¿Cómo es posible…?
En ese momento una chica sentada en la última fila de la sala grita con todas sus fuerzas: ¡corred!
Público y jurado se levantan como alma que lleva el diablo y corren por el patio y las galerías del Condestable perseguidos por una peculiar manada de toros: mC, mC, mC. Por suerte, entre el jurado hay un filólogo que consigue pastorear hasta el microrrelato a las emes y las ces huidas.

HUELGA

David Mangana Gómez

Nada más estallar el segundo cohete, los portones se abrieron y las pezuñas clavaron su goteo arrítmico sobre el asfalto. Tomando poco a poco velocidad, los toros comenzaron a ascender la cuesta.
Y se detuvieron.
Los humanos esperaban en la curva, inmóviles.
Un silencioso eco se instaló entre ambos.
Pasó todo un minuto hasta que el primer morlaco alzó una pata, casi rampante, y la arrastró dos veces sobre el suelo, tratando de escarbarlo.
A su señal, segundo y tercero bufaron.
Los humanos seguían muy quietos, congelados.
Lamía la calle un pesado rocío eléctrico, casi metálico.
Fue el manso más viejo el primero que, andar perezoso, dibujó una curva iniciando el retorno. Le siguieron el tercero toro y después el segundo, arrastrando con ellos el resto del compás astado.
Sólo el lomo del primero seguía apuntando, desafiante, hacia la curva, ojos negros sumergidos en el frondoso bosque blanco.
Pasó otro largo minuto hasta que, tras bajar la cabeza y olisquear el suelo, dio también, lentamente, media vuelta, y se unió al paseo estéril y desmadejado.
La manada deshizo poco a poco la cuesta.
Los portones se cerraron.
La huelga de periódicos había comenzado.