Archivo por días: 15 de agosto de 2018


X Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

PASIÓN Y MAGIA.

Miren Arlaban Mateos

Iruña resplandece como una novia desbordante de dicha. Se acerca el momento mágico; ¡el famoso Chupinazo!.
Un mar cuyas olas, hechas de brazos barnizados de sudor y alegres gargantas regadas con champán, me va empujando hacia el Ayuntamiento.
Me dejo envolver por ellas, arrastrada por este auténtico tsunami rojo y blanco.
Todas las miradas, teñidas de emoción, convergen en un balcón donde unas manos, trémulas por los nervios del momento, prenden la mecha.
Al grito; ¡Gora San Fermín!, ¡Viva San Fermín! se abren los cielos, perseguidos por uno, dos, tres, varios cohetes sucesivamente.
Un clamor de desbordante alegría estalla entre la multitud. ¡Es el delirio, la maravilla por la cual gentes de la vieja Iruña, y otras venidas de distintos países del mundo, muchas de las cuales no se conocían, bailan y cantan juntas, perdidas en ese anonimato donde no hay ricos ni pobres, nacionalidad, raza o credo que venza a la pasión por vivir unas fiestas que han estallado, cegadoras, disolviendo las penas, triunfando sobre el dolor!. 

EL MAR

Manuel Ramón Bascuñana

La ciudad, vista desde cierta altura, era semejante a un mar embravecido, una marea humana blanca agitándose en su interior. A primera hora del día, una peligrosa corriente recorría sus calles hasta desembocar en la arena de la playa del ruedo, donde arrojaba los heroicos cuerpos de los náufragos supervivientes. Pero como todo mar, encerraba peligros en su seno; manchas de chapapote que se adherían a los cuerpos de las sirenas, o pulpos, medusas y otros depredadores que surcaban la blanca espuma de la marea buscando la víctima inocente y propicia. Sin embargo, a pesar de todos sus peligros, contemplar el mar, aquel mar, era un espléndido y maravilloso espectáculo.  

¿Y DÓNDE ESTÁ EL CABALLO BLANCO?

ángela Martín Gómez

Que llegue San Fermín y no verte es como un 6 de julio sin almuerzo. Como salir un Juevintxo y no sacarse una foto en el reloj de Kukuxumusu. Como no llevar garroticos de Beatriz cuando es tu cumple al curro.

Estar al otro lado de la barra nunca fue tan oportuno. Te hablé en inglés. Sonreíste. Todos parecéis guiris. Bebiste. Este vuelve. Volviste. Modestia Navarra.

No te das cuenta de lo bonita que es tu ciudad y de lo poco que sabes de ella hasta que adoptas el rol de guía turística. No sé si es más difícil desmontar los clichés que tiene la personalidad del norte o no reírte de una persona intentando hablar Euskera. No haber querido que esos días se quedaran en una anécdota ha sido una de las mejores resacas de mi vida.

Desde entonces la superficialidad de la pregunta mar o montaña se esfumó igual de rápido que el verano en Pamplona, la palabra “marea” pasó a ser más polisémica, las villavesas más grandes y los kalimotxos más fríos.

Encerrarse a base de fuegos artificiales, dosificar los trascaos, sentirse gigante y no vestirse de blanco en 5 años es Joderla, con JOTA.

#mipañuelosanferminerosigueenvalencia