X Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín
SIEMPRE ME LA DEVOLVÍA…
Eduardo Cabero Barba
Cuanto más luchaba, golpeaba y me frustraba, ella más fuerte me la devolvía.
Llegué a gritar, llorar y a desesperar, pero, siempre, siempre me la escupía.
Creí que era mi destino. Siempre sería mía.
Alcé la vista, contemplé el inmenso muro verde y me resigné con la pelota en la mano.
(a Juventino).
AMANECER EN SANFERMIN
Gabriel Sánchez Bermejo
Cuándo el Alzheimer arrasó con todos sus recuerdos, la última escena que se diluyó en el olvido fue aquel amanecer, una mañana de sanfermines, con 17 años recién cumplidos.
Bajando por la cuesta Beloso, después de una exuberante noche, llena de cánticos, abrazos a los amigos, esa noche en la que se beso en la verbena de Antoniuti con aquella andaluza tan guapa, amiga de su prima, lo más parecido que tuvo a un amor de verano. Después de aquella noche mágica, llena de txarangas, vaciles, risas y bailes.
De repente la tranquilidad, el sonido de los pájaros dando la bienvenida al sol. Ese olor a hierbas después de la nube de vino, humo y sudor, bajando solo después de haber estado de fiesta con todo el planeta, con la serenidad que contrastaba con la felicidad absoluta como solo se puede sentir en los días buenos de la adolescencia. Ese recuerdo le acompaño toda la vida , el solo, silbando los pasacalles de las Txarangas y recordando esa noche saciado de felicidad por una vez.
MAGIA
Celia Molina Berazaluce
Los años pasan de San Fermín en San Fermín en Pamplona. ¿Quién no mira con ansia el reloj de Kukuxumuxu? Un año más viejos, un año más preparados para disfrutar de los 9 mejores días del año. De un día para otro todos somos iguales, blanco y rojo, los colores que nos unen. Llega el momento más esperado; ‘’ ¡Pamploneses, Pamplonesas, viva San Fermín! ‘’ Emoción, corazón a mil y piel de gallina. La fiesta no ha hecho más que empezar. Pero, no todo es eso; la tradición también inunda las calles con la procesión, los gigantes, los kilikis, las danzas, las peñas, los encierros, los fuegos artificales y un sin fin de espectáculos. Toda la ciudad, 24 horas al día tiene algo maravilloso que ofrecernos. Las sonrisas se dibujan sin parar en las caras. Por ello, San Fermín es magia en estado puro.