Archivo por días: 16 de septiembre de 2019


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

DAME ESPERANZAS

Alberto Casañal Abad

Seguramente pocos saben que bajo el ritmo bailón y alegre de la pegadiza canción GIMME HOPE JO’ANNA de Eddy Grant se esconde un duro alegato contra el apartheid. Aún son menos los conscientes de sus poderes mágicos que te permiten viajar en el tiempo, a un lugar preciso, Pamplona, en unas fechas muy concretas, Sanfermines de 1988. Cada vez que escucho sus reconocibles sones me encuentro formando parte de una cadeneta humana en la que me acompañan todos los que alguna vez fueron, incluso aquellos que nos abandonaron antes de tiempo, y no puedo evitar que una sonrisa serene mi ánimo.
No me hagas esperar a que llegue la mañana y resuena otra vez en mi cabeza que quiero estar allí donde el reloj no corre y la vida es un baile, representar de nuevo la ficción de una satisfacción conseguida gracias a frenéticos balanceos de caderas. Danzamos malditos en un maratón, sin importarnos el resultado final, porque sabemos que mientras suena la música no hay lugar para la derrota. Dame esperanzas, Jo’anna y haz realidad mis deseos. Al año siguiente no hubo playa, pero eso es otra historia y otro desplazamiento a una sucesión de acontecimientos que tuvieron lugar en el pasado.
 

PAÑUELO ROJO

María Soledad Navarro

Rojo como el fuego flamea en el aire. Ondea y me acaricia. Eriza mi piel. No sé si es la seda o lo que ella significa. El pequeño legado de mi abuela dejó de ser un recuerdo para ser presente.
Mi pecho se mueve cual orgasmo. Las piernas tiemblan. La respiración se entrecorta. El sudor despierta la sensación de existir sin temor a lo que suceda. Maravillosa excitación.
En segundos, como condenada convencida del delito cometido, celebraré el encierro y sabré si agradecer o no a Hemingway, por sacarme del ostracismo y llevarme a recobrar mi herencia.
¿Hace falta ésto?, señaló mi madre con lágrimas contenidas, luego de proponer la visita a las iglesias en lugar de la carrera. Su madre y la lectura taurina en la que insistió que navegue, me han empujado. Ella es la única causante de esta locura tan perfecta.
Antes de subir al avión y dejar Buenos Aires, debo confesar que lo dudé. Justifiqué mi indecisión con ridículas frases que pronto se esfumaron.
En este momento, entre cánticos y multitudes, encomendándome al Santo y presa del azar y la pasión, escucho el estruendo del cohete, cierro los ojos, y rozo el pañuelo con mis dedos.