Archivo por días: 2 de octubre de 2019


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EL RITO.

Moises Martinez Quintana

El RITO.

¡Ya estoy aquí otra vez!
Como cada año, frente al portón; donde la adrenalina y la emoción son tan espesas a mi alrededor, que parece que nadamos.
Somos los elegidos para rendir honor a esos Dioses viejos, quieren que nos enfrentemos a lo sublime.
La prueba está en cada cuerno y en cada musculo de esos bravos animales que van a probar que la lucha en el universo será eterna, vida y muerte, dolor y el placer de burlarla.

Tras el chupinazo, el corazón no es nuestro, pertenece a la eternidad donde la lucha nos da acceso a lo sublime.
Corro entre respiraciones agitadas, sudor, locura y orgullo se entremezclan con el sonido de las pezuñas y la caída que veo como a cámara lenta a mi lado, sigo, esquivo y vibro como nunca ¡Jamás me sentí tan vivo!

El bravo morlaco me gana la partida y me prende por la camisa, no siento miedo, solo una emoción extraña que me hace retorcerme, rebotar y levantarme como si fuese de goma.
En pocos minutos todo termina, estamos en la sagrada arena de los vencedores, me siento como un gladiador triunfante.

¡Ha sido sublime! no se puede explicar, ¡Hay que vivirlo y mamarlo!

 

EL SENTIMIENTO DE UN HÉROE DE SAN FERMÍN

Manuela Oliver Torets

El sentimiento de un héroe de San Fermín.

Son las 7.58 de la mañana del 8 Julio; en dos minutos sonará el chupinazo que anuncia el encierro. Entre sus hermanos, el apodado Ligero mira hacia todos los lados; se acerca la hora; hay mucha expectación; lleva años esperando este momento, y se pregunta ¿qué diablos hago aquí? Tengo que hacer un buen papel, por mi padre, por mi madre, por todos mis antepasados. No puedo fallar. Pero es que me falta la respiración, tengo tanta ansiedad, nadie iba a entender que no corriera cuando llegue la hora pero … si me caigo, o me destrozo los morros con el asfalto, y si tropiezo y me rompo las patas. Aunque sea por el apodo que me han puesto tengo que salir y ser el más veloz. Tengo que salir y llegar a la plaza, sí, sin duda, y mañana saldré en la prensa. Voy a hacerlo muy bien, mejor que mis hermanos. Seré el héroe de la plaza. Daré la vuelta al ruedo. Y me indultarán por ser el más bravo y volveré al campo.

Y así sucedió el 8 de Julio de 1858