Archivo por meses: octubre 2019


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

DE POTE, SUDOR Y GRASA

Luis álvarez Atarés

¡Cuánto tiempo sin vernos! Por un momento pensé que te habías olvidado de mí. Aunque sé que siempre vuelves a buscarme. A sacarme del ostracismo para recuperar mis días de protagonismo y gloria. Todos los años. Puntual. Contento con un lavado rápido que no logran quitar viejos restos de antiguas batallas. Llega la prueba de fuego más temida: ¿te sigo sirviendo? Superado. Seguimos juntos ¿por muchos años? Todo tiene un final pero “que me quiten lo bailao”. Allá vamos. Esquivamos los primeros ataques. Sé que es inevitable y forma parte de la lucha: me resigno. Un manchón de tomate por aquí. Un riachuelo de vino por allá. Del blanco impoluto paso al mimetizado de fiesta. Traje de luces, incluso. Del planchado liso a la arruga que es bella. Pote, sudor y grasa llego con dignidad al estallido del mediodía. Esto no ha hecho más que empezar. Una prueba de fondo a la que estoy acostumbrado. Buen calentamiento para las 204 próximas horas. Pisotones, roces, manchas, enganchones y lavadoras. Soy un veterano en estas lides. Que sarna con gusto no pica.  

DÍA 8

Fernando Astrain Abadia

“Primer encierro multitudinario y rápido”. “San Fermín, protagonista de emociones contenidas en la procesión”. “Gigantes y Cabezudos, deleite de pequeños y mayores”. “Los jinetes navarros, triunfan en la Monumental con calor sofocante”. “La Pamplonesa estrena su Centenario con las primeras Dianas”. «Una ciudad invadida por el turismo, ocupan al completo hoteles y hostales». “Osasuna ya prepara la nueva temporada en Primera División”. «El Tour de Francia se viste con pañuelo rojo». «Las barracas colapsadas en su nueva ubicación». «Terrazas y bares, refrigerio de la fiesta en la calle». “La colección de la Vuelta del Castillo iluminó con notable composición, colorido y tronador ruido la noche donde hizo acto de presencia el viento Norte”.

Tras la lectura de sus titulares, voy enrollando el periódico poco a poco. Hoy hace fresco. El primer cohete ya ha sonado. El volumen del ambiente se eleva, se nota en la calle y en los atestados balcones. Las puertas de los corralillos de Santo Domingo se habrán abierto. Beso la imagen que llevo colgada en el pecho, elevo por un instante la mirada al cielo y espero impaciente escuchar el segundo para dar comienzo una nueva carrera ilusionante donde siempre, en el número setenta y uno de la calle Estafeta.
 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

SOÑANDO EN BLANCO Y ROJO

Cristina Marcos Sarró

El río rojo y blanco inunda las calles. Nace en un balcón, corre por la plaza, el día despierta. El negro del toro tiñe a los valientes, temerarios corazones embriagados de fiesta. Las astas rozan la carne, las suelas gastan las piedras, los cuerpos se doblan, desafían, se derrumban, pasan la Estafeta. Y haciendo la curva bailan con la muerte, con gritos ahogados que a todos alertan. Las barreras se estremecen, ojos curiosos miran, descubren, también se recrean. Tradición y presente en el aire se mezclan, se hacen inmortales en palabras e imágenes eternas. Vibran las emociones, en distintos idiomas al Santo se canta y también se reza.
Y ese río de hombres, mujeres y razas, de animales bravios, de sangre y arena, desemboca en el ruedo donde sigue la gesta, el arte y el toreo en círculo pasean, y brindan a las gradas, al cielo y a la tierra.
La ciudad se vuelve un mosaico de gentes, de pieles y lenguas, emociones y risas, de hambre saciada, romances efímeros, música y promesas.
Y cuando se acaba, en todas las almas un poso se queda, y aquel que lo vive, o el que lo desea, a san Fermín vuelve, con Pamplona sueña. 

¡QUÉ COMIENCE LA FIESTA!

Elizabeth Tayhardad Maestre

¡Qué comience la fiesta!
Veo que Hemingway vuelve a San Fermín cada año, es un torero que recoge a través de su capa toda la pasión desbordada en el ímpetu de las fiestas sanfermines.Sigo el espíritu de San Fermín y, me envuelve, la magia de su alegría, al igual que al escritor que se inspiró en su fiesta.
En cada paso siento el palpitar en las venas de la feligresía que baña las calles con contagioso fervor bailando el «Riau Riau» que cautiva al mundo.
Siempre corro con el corazón desbocado al encierro de los toros, encierro eterno que perpetuo cada año cuando sigo los pasos dados por la tradición. La adrenalina me lleva a la osadía con gusto, y grito con la multitud:
-“Pamploneses, Pamplonesas, ¡Viva san Fermín! Gora san Fermin!”
Cada 6 de julio pregono desde mi techo hasta en mis sueños:
-¡Lancen el chupinazo!,
-¡Quiero qué comience la fiesta!
 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

NUEVAS EXPERIENCIAS

Astrid Pintos De Moreta

Nunca había estado en Pamplona. Aquel 7 de Julio no lo olvidaré jamás.
Al cuello vestía mi pañuelo rojo formando parte de todo aquello. Nerviosa como una chiquilla me emocionó el buen ambiente.
Hablaba con unos y otros comentando que era mi primera vez y todos me daban el mismo consejo: corre, corre como si no hubiera un mañana. Y ante todo disfruta.
Nos pusimos en primera fila y mi amiga me agarró de la mano, como señal de que iba a dar comienzo al fin. Recordé los consejos.
Y con los nervios en el estómago y el alma saliendo por la garganta, cuando la puerta se abrió corrí.
Corrí sin mirar atrás, corrí con mi amiga al lado riéndose como loca. Corrí todo lo que pude como si el mundo fuera acabarse.
Mi amiga me agarró la mano cuando vislumbramos la plaza. No pensé. Sólo me dejé llevar.
Al llegar me sentí como el corredor que atraviesa la cinta de la meta en una carrera. Me sentí grande, victoriosa y totalmente sin aliento.
Una mano se posó en mi hombro y reconocí a una de las personas que me aconsejó:
-Bienvenida a San Fermín. 

LA LEYENDA DE LA MUCHACHA DE CARA BLANCA EN LOS SAN FERMINES; ¿LA HAS OÍDO? YO TAMPOCO. PERO ES VERÍDICO.

Miguel Alfredo Quispe Perez

…Una joven
se ve a veces
de entre la gente;
muy blanca y el pelo muy negro.
Causa sorpresa.
Es muy bella.

Si la ves,
los ojos no apartaras de verla,
y al fin
si, como yo,
decides ir por ella,
cuidado.
Te conducirá por extraña senda.

Yo lo hice,
solo por romper esa leyenda
que me contaron mis amigos.
Pero cuando la seguí
por una esquina
al doblar
casi “hola” le digo.

Es una moza como de 17 años
muy hermosa;
un poema entre el gentío,
una gema en esta fiesta.
Al llegar por la esquina
a donde ella doblaba
de pronto
en mi carne llana
todo sentir
perdí del alma.

El toro en la corrida
salía de ahí
y casi me mata,
como queriendo compañía
busca ahora a otra alma,
como le pasó a esta muchacha
convirtiéndote en uno más
que se fue en esta fiesta,
aunque de mi partida
no era hora
–Dios- determinaría.

No morí,
es cierto,
pero si la ves,
no la sigas.
Pero si te animas
–porque es muy linda-
y pierdes la vida-

cuando solo eres
fantasma ya,
a pensar
que estas con vida
en estas fechas
le acompañaras,
apareciendo solo
ante las almas
más limpias.

 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

CHOMIN 3019

Carlos Buisán Gil

Llegará el día en que resulte difícil distinguir lo real de lo que no lo es. Los animales podrán recrearse en apariencias casi perfectas. Percibirás su piel, sus músculos, el brillo del sudor resbalando por los costillares… Incluso sentirás su aliento cuando se acerquen y bufen detrás de ti. Tu miedo, entonces, ¿será más real que el holograma de un toro de lidia? ¿Más que millones de vóxeles recreando el suelo adoquinado, las vallas, el callejón de acceso al ruedo que se abrirá ante ti al final del recorrido?
Esa excitación en tus vísceras cuando suene el chupinazo, ese deseo de saltar, de cantar, de abrazar a tus semejantes, ¿podrás decir que son reales aunque a tu alrededor solo haya fantasmas?
Sabemos que llegará ese día. El edificio del ayuntamiento será una reliquia en los salones de vídeo-realidad. Los pañuelos rojos, los fajines, las zapatillas de corredor, el olor a vino y pólvora… cualquiera podrá revivirlos con un casco de veinte enlaces sinápticos. El “pobre de mi” sonará como el mar en una caracola, cierto, vivísimo, pero tan lejano… Tu tristeza, entonces, dulce y amarga a la vez, ¿será más real que el holograma de un toro de lidia?
 

6 X 3

Ruben Perez Telleria

Esto no las has hecho tú. Pues no, las preparó mi padre. Yo llegué ayer a la tarde. Sí, la ropa también estaba ya planchada. Pero me está bien, y eso es mérito mío. Bueno chico, que están bien buenas. Se lo dices de mi parte. ¿Quién se viene para adentro? ¿Seguro? Sí, ya dije que de este año no pasaba. Qué relajado se te ve…desde tu metro noventa. Ya vamos buenos…bah ni que tuvieras una cita. ¿Dónde vamos? ¿Dónde está este? Se ha juntado con los de su otra cuadrilla. ¿Cuál de todas? Ha batido el récord de permanencia este año, que casi sale ya la Pamplonesa. Ya la emprendía yo con las sobras del almuerzo ahora. Qué duro es el 6. Y lo que queda. Encantado de conocerte, ¿vienes mucho por aquí? Una vez al año. ¿Tomamos algo? Blablabla. ¿Otra? Venga. Creo que estamos solos. Los tres: Pamplona por San Fermín, tú y yo. ¿Rancheras , charangueo? Mejor agarrados, como antes. El tiempo se ha parado pero mañana madrugo. Día grande. Camisa, alpargatas, vermú torero, merienda en el ruedo, primera salidica con la mía, hasta que el cuerpo aguante…creo que mejor me acompaño a casa. Hola. Soy yo… ¿Bailamos? 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EL PARAGUAS ROJO

Isabel Cardenal Alonso

Desde la ventana de aquella casa veía la lluvia, a lo lejos un paraguas rojo. Se sentó frente a un documento en blanco. Sonó una canción en Spotify, las lágrimas salieron de sus ojos despacio, se traslado en el tiempo varios años atrás. Vio a su madre sentada en aquel sillón que ahora estaba en su salón, su imagen le produjo tanta rabia que sus lágrimas se secaron de golpe y su mandíbula se tenso. Era tan injusto que su cuota de felicidad hubiese sido tan pequeña. Ella solía contarles lo que le quedo por hacer con él, le hubiese gustado tanto y a vivir los San Fermines al menos una vez en su vida. Ahora la historia podía volver a repetirse en su propia carne. ¿Y si ella vivía la experiencia por ellos? El documento empezó a llenarse de palabras. Allí estaban ellos, el tiempo les había regalado una lluvia fina y debajo de su paraguas rojo caminaban por las calles de Pamplona amándose con el hechizo de aquellas fiestas tan especiales. Se acercó a la ventana y a través de aquella fina lluvia vio aquel paraguas rojo y su corazón se encogió. Allí estaban aún, amándose.

 

CORRER PARA VIVIR

Victor Daniel Estigarribia

Recorro por mi mente los ochocientos setenta y cinco metros del camino, una y otra vez. Cuento los segundos y sé que temo salir lastimado. Pero por fuera canto, salto, grito y me uno al coro que nos vitorea.
Se escucha el primer cohete y siento que un escalofrió recorre mi espalda. Arrancamos despacio. De repente, veo como vienen todos corriendo completamente desbocados y se escucha el segundo cohete, al mismo momento que observo al imponente toro avanzando por el medio haciéndose amo y señor de la calle. Mis piernas no soportan tanto esfuerzo, pero las sigo presionando para que los embravecidos toros no nos den caza en su recorrido. A lo lejos veo la plaza y caigo en cuenta que estoy corriendo solo seguido de cerca por el animal más increible que vi en vida. Apresuro aun más el paso y entro a la plaza como un bólido.
En total duró dos minutos y veinticinco segundos el total de corrida, pero en seno de mi corazón sentí que fue toda una vida.
Pero mientras todos gritan yo solo puedo pensar en que debo esperar todo un año para volver a vivir este momento, en el que puedo decir ¡VIVA SAN FERMÍN!