Archivo por meses: noviembre 2019


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

BRAVO POR LOS BRAVOS

Jose Emilio Cubiella Fernández

Pasado el peligro, nos apoyamos en los árboles para recuperar el aliento y el ritmo cardiaco apropiado. Por mi cabeza desfilaron las imágenes en las cuadradas televisiones, de lo que hemos vivido. Tan alejado lo veíamos, que al final, ¡pobre de nosotros si nuestras piernas no fueran ágiles! El paseo matutino, derivó en fiesta: la fiesta de la vida. ¡Ahora sí que había que celebrar con nuestros paisanos la victoria! Y es que ¡vaya con la valla! Nos secamos las cabezas con el pañuelo: rojo, tras limpiar los envites de las zarzas en nuestra piel y abandonamos el lugar. Cantamos camino del bar, chillábamos por la adrenalina aún humeante en nuestro cuerpo, contábamos las horas para volver a demostrar al bravo morlaco, que detrás de nuestras espaldas lo único que podría hacer, sería perseguir nuestras olorosas pisadas. Y repetimos la hazaña, mientras el cuerpo aguantó. No por afición, sino por devoción. 

DE BLANCO Y ROJO

Ana Belén García Toro

Dejo atrás un sábado de bullicio, caras desconocidas y una lluvia fina que cae: txirimiri, Estafeta es el escenario principal y oigo: ¡VIVA SAN FERMÍN! Es Julio, en Navarra, una extremeña en pleno corazón de Pamplona.

Amanece el 9 de Julio, donde el sol reina sobre un tumulto de gente con mil cosas por hacer: Charanga, peñas, deporte rural, pintxos…la Plaza del Castillo luce de blanco y rojo. Aparecemos mi amiga y yo, en el café que conquistó a Hemingway y donde “echamos unos bailables”, como a los pamplonicas os gusta decir.

Tanta gente… todos con algo en común: de blanco y rojo, pañuelo y faja presidiendo.

Salgo a tomar el aire, te veo entre los innumerables chicos que rodean el lugar. Y de repente, bailo contigo, con acento terrible y ojos que enmudecen. Atrapada entre frases al oído en murciano, ojos verdes y mirada profunda. Ese “ACHO” que no falte y ese baile donde el aire nos sobra. Me besas, y me río. Nos seguimos, y todo comienza.

Mi amiga y yo decidimos irnos y entre risas, desaparezco. Sin intuir que ese murciano dejó la mirada más bonita e intensa que había visto nunca y, que dos años después continúa a mi lado. 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

PANTONE

Elena Olivella

¡Zasca! Así es la vida, que te besa o te abofetea. Años y años esperando ir a los encierros y un paso desleal me corta el rollo y me fastidia el tobillo. ¡Maldita sea! Obligado retiro fiestero con musiquilla de fondo: “Que si sólo tienes dieciocho tacos, que si un año pasa rápido” Pero ¿qué me están contando? Que son los sanfermines, palabras mayores ¿eh?
Cojo mis pinceles y el lienzo. Mi rabia se diluye en las pinturas y me queda un cuadro cojonudo. Me he dibujado con mis colegas corriendo por la calle Estafeta. Le he dado color al griterío. He usado el blanco “corre” y el negro “a que te cojo”.
Hoy siete de julio doy por terminado el cuadro pero no mi condena tobillera. Me amodorro en el sofá…
Estoy corriendo delante de los toros. Josetxo me rasga la camisa al caer. Entiendo ese miedo recubierto por un subidón de adrenalina del que me habían hablado. ¡Qué pasada!
Oigo la voz de mi ama: “Hijo, despierta”. Tienes el tobillo hinchado y estás sudando. Llevas un roto en la camisa. ¿Qué has estado haciendo? Mi sudor huele a acrílico y en el cuadro, ahora, mi camisa está rota también. 

HOTEL SAN FERRMÍN

óscar Fraile

Aquí estoy en el autobús, camino de Pamplona. Ya había reiterado a los amigos que yo ya no estaba para tanta fiesta y que prefería unas vacaciones tranquilas; en fin. Parada en Burgos, el tiempo justo para la «meadita» de turno y comer un refrigerio a toda prisa. Camino de Vitoria y las tripas que empiezan a rugir. Ya está, la maldita mayonesa del bocata.
Tras el interminable viaje, llegamos al hotel; sencillo, pero la amabilidad de la recepcionista, excepcional. Nada más subir a la habitación me tiro en la cama. Éstos, preparándose para la fiesta, risas, copas, ver el encierro y yo, retorciéndome de dolor.
-No salgo- les comento.
-Aguafiestas- me responden
Me daba igual. Bajo a recepción. Al verme en ese estado, Elisa, llama emergencias y, como termina turno, decide acompañarme. La noche, que prometía ser nefasta, se tornó en todo lo contrario. Al darme el alta, se aseguró de que llegara bien al hotel y con la excusa de haber olvidado comentarle al compañero algo de suma importancia y estaba de mañana, se quedó en la habitación de cortesía dadas la horas…y yo …también.

Aquí estamos en el autobús un año después, camino de Pamplona, Elisa, nuestro Fermin y yo.

 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

ERREGE

Joxe Aldasoro Jauregi

ERREGE
Jarauta kalean txarangaren burrunban murgilduta koadrilakoekin. Sorbalda sorbaldarekin, besoak besoekin. Gorputzek musikari entzuten zioten: aurrera, atzera, alde batera, bestera, seko gelditu orain, jauzika gero, aztapoak, birak. Gogoek beste gogoei: talde txikiagotan bereizi, multzo-ebaketa berrietan batu erritmo zein abesti aldaketekin.
Izerdiak. Tragoak. Ziztak. Talkak. Algarak.
Izerdiari aurre egiteko kamiseta kopetan lotua ikusi nuen. Garaia, oso. Begien marrak erakarri ninduela esango nuke, aurpegiaren finak, plastikozko belarritako nabarmenegiak, sudur zorrotzak, bizkar sendo eta gerri zurrunak. Mugimendu pausatuak edatean, zigarroa erretzen, begirada altxatzerakoan. Beldur adina zirrara sorrarazten zidaten izaki ahalguztidun, magiko, zintzo, justuak gogorarazi zizkidan.
Txikitan aitari galdetzen nion ea ama haien erresuman egongo ote zen:
– Bai Aitor, han bizi da orain, zoriontsu!
Poz-malkoak omen ziren. Inozentzia.
Liluratuta ninduten jentil dotoreak. Gustatzen zitzaizkidan janzten zituzten soineko, buruko eta pitxiak. Eta gustatzen zitzaizkidan banekielako erregeak gonadun erregina zirela eta erreginak bizarrik gabeko errege. Nire kuttunak, asiarrak, Esther eta Sidi abd El Mohame.
Atzo arte atxiki dut nire burua ulertzeko balio zidan sekretua.
Eskutik heldu nion erraldoiari. Eskutik hartuta dantzan, hatzak hasi ziren mezuak zifratu eta deszifratzen. Gorputzak bereizten zigun airea zurrupatu genuen ezpainak itsatsi zitzaizkigun arte. Anabasa-multzoaren osagarri izan ginen, biderkadura cartesiarra Adham eta bion gorputz atalak.
Zoriontsu naiz nire gogo eta gorputzaren erresumen errege.

 

MOMENTICOS

Amparo Gastaminza Iriarte

Siete de Julio. Es un día lleno de emociones y a la vez un poco triste.
Me preparo para asistir a la procesión de San Fermín. La veré desde un balcón de la calle Mayor.
¡Todo un privilegio!
Hoy es un día muy especial. Es la despedida de Mari Cruz Corral, la voz que durante tantos años nos emocionó cantando esa jota “que hizo a San Fermín llorar” desde el balcón de la calle Mayor.
Este es uno de los “momenticos” más entrañables de la fiesta
Y la despedida ha sido impresionante. Besos de Mari Cruz al público y aplausos del público en general.
Y más de una lágrima corría por nuestras caras.
¡Gracias, Mari Cruz, por este “momentico” a lo largo de estos años!
¡Gracias!

 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

URRUTITIK URRUN, LARANJA LURRAK

Raúl Hernández Guerra

Urrutitik urrun, laranja lurrak, Mediterraneo itsasoa eta paella. Valentziako batek bere gauzak hartu zituen eta gazteluko ​​indar, noblezia eta maltzurrak aurkeztu ziren gaztelu plazan, lehen zuria eta orain zuria eta gorria.

Denbora igaro zen egunsentiaren zain, Tronuak Game izan balitz bezala, ordea, borroka hori ez da odoltsuagoa izango, askoz ere gala eta akabera hobea izango litzateke. Zozketatu nintzen nire txiki-txikiarekin, nire silueta lotzeko ahalegina, eta sufrimendurik gabeko sufrimendua, helmugara heldu nintzen, Santo Domingotik Estafeta-ra joan eta gero, gozoki hauek gozatzeko placeta batean.

Gozatu, gozatzeko, beste urte bat urrun herrialde bat baino gehiago gozatzeko, hurbiltzen da, Foruek eta beren alderdiek lurrak ikonoak gehien. 

EN UN LUGAR

Jokin Berruete Cilveti

Sin dar parte a persona alguna de su intención y sin que nadie le viese, aquella calurosa mañana del 7 de Julio, antes del día, salió por la puerta falsa de su casa destino a …Llegó a la hora en la que el sol se muestra en el lugar más elevado sobre el horizonte. Las calles rezumaban bullicio, armonía, jarana y alegría. Con grandísimo contento y alborozo de ver cuánta felicidad inundaba la muy noble, muy leal y muy heroica ciudad, esta recia persona , seca de carnes y enjuta de rostro, entró en la primera venta que halló. Sentose en la mesa más cercana a la puerta y trájole un sirviente de nombre Serapio una porción de tierno pan, un cuenco con vino rosado de flor y una cazuela de barro rebosante de trozos dorados de cordero con pimientos choriceros. Tras el yantar degustó un fresco licor de intenso aroma y color encarnado desconocido para él. Estando en esto escuchó el sonido armónico y embriagante proveniente de una flauta de tres orificios. Gozó. No se hallaba en el paraíso, estaba en un lugar de Navarra de cuyo nombre no quiero acordarme. Vale. 


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

MAGIA

Amaia Eguillor De La Torre

Los hijos y nietos de Carmen hace meses que no escuchan su voz. Sus sutiles despistes dieron paso al olvido.
Empujan con cariño una torpe silla de ruedas hacia un antiguo balcón de la calle mayor.
Esta mañana, los rayos del sol dan luz y alegría a esa calle abarrotada.
Carmen no es capaz de reconocer quién aprieta sus manos, pero el amor que este gesto desprende le hace sentirse segura.
Sonido de txistus y tambores.
El paso de la comparsa le evoca, por primera vez desde hace tiempo, un dulce recuerdo.
Esa enorme corona le resulta familiar. Se sorprende a sí misma en hombros de su padre, observando todo con admiración.
Sus ojos se humedecen al paso del Santo. Una imagen que sabe a churros y algodón de azúcar. Huele a huevos fritos, una mañana del 6 de julio. Suena a cánticos al cielo y se siente como el abrazo de unos padres que trasmiten el amor por sus fiestas.
Recuerdos de una infancia inmensamente feliz.
Las piernas de Carmen recobran la fuerza perdida. Se levanta erguida ante el asombro de los suyos.
Se escucha su voz, tan firme y clara que hace estremecer:
– Se oyó en el cielo una jotaaaaa 

EZ DIZKIDAZU SAN FERMINAK IZORRATUKO

Goreti Elorza Agirrebarrena

Ferminek sare sozial horretan ikusi du beraien argazkia, eta poztu egin da. Ala ez. Bere aurpegia ez da asko aldatu. Amak gosaldu duen galdetu dio. Atsegina iruditu zaio berarekin dagoena. Berak ere jarriko duela argazkiren bat pentsatu du, gauean, lagunekin dagoenean. Ikusiko duela badaki, baina ez duela “atsegin dut” klikatuko ere bai. Laranja zukua hartu dute, baina ez dute ezer jan. Ez dute kasik hitzik esan. Ez du aspaldi honetan ikusi, berdin zaio. Ferminek badaki zoriontsu dela. Baina Fermin ez. Gaur dira bi urte. Amari gaueko planen berri eman eta bere logelan sartu da gaztea. Azalpenik ez zion eman. Ulertuko zuen. Ala ez, baina orain berdin dio. Dagoeneko berandu da eta ez du behar. Gaur parranda handia egingo du, eta bihar ez da pentsatzeko gai izango. Praka gustukoenak hartu ditu eta zapi gorria jantzi du. Milaka mozkor harrapatu izan ditu gertatu zenetik. Ferminek tristura kanalizatzeko aukeratu duen bidea da. Edo gorrotoa…Gorroto du, bai, eta gaur berari idaztea erabaki du. Esan egingo dio gorroto duela. Bere mina aldenduko du eta lasaiago joango da parrandan. Amari musu bat eman eta atea zabaldu du. Orduan bidali dio mezua: Gorroto zaitut, bai, asko gainera. Ongi pasa San Ferminetan, aita. Atea itxi du eta askoz hobeto sentitu da.