Archivo por días: 10 de marzo de 2020


XI Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

RESPIRACIÓN CONTENIDA

Matilde Bello Orozco

Los ojos de Asier se encendieron con las primeras luces de la ciudad. Fijó la vista, a través de su ventana, en la muchedumbre que caminaba en un discreto murmullo, dejando en cada pisada un rastro de cautela encubierto por el arrojo de una intención.
La adrenalina se enganchaba en los edificios, era compartida por corredores, salvaba puentes y callejones y se alojaba, caprichosa, tras las vallas, en todos los rincones. A sus ocho años recién cumplidos, el niño podía percibir esa emoción contenida en el aire. Se contagiaba de una excitación colectiva, de un fragor hormigueante.
Un suspiro para las ocho, decía el reloj de su mesilla. ¿Por qué iba a ser diferente este día al anterior, o al siguiente?
Miró hacia abajo. Allí estaba su padre.
Le observaba con la sonrisa confiada de un conquistador, raudo, audaz, imperturbable. Adivinó en los ojos de su hijo un justo temor disfrazado de orgullo. Se lo guardó en el corazón. Sería su armadura en el campo de batalla.
El niño lo vio desaparecer entre las sombras. Luego esperó. Oyó el canto, el chupinazo.
Acto seguido se giró de espaldas a la ventana y dedicó una oración al reloj, para que el tiempo pasara rápido….
 

EXPLOSIÓN BICOLOR

Inmaculada Blanco Blázquez

Hora 0. Punto de partida, el recorrido avanza en el sueño, 204 horas me desvelan el 6 de julio
Inquietante calma, imposible calmarla. Me giro a un lado, al otro como gigante que airea sus faldas. Abro los ojos, despierto. Mi ropa baila sin percha que la sostenga.
Camisa impoluta, pantalón planchado, pañuelo anudado. La faja se agarra a las ganas. Folklóricas alpargatas con cintas de raso.
Bailo sin percha, sin hueso, sin carne, sin persona. La esencia de la fiesta: rojo el santo, Fermín de blanco.
Alma danzante por rincones de historia; jotas cantadas, gaiteros y chistus, calles con riadas de culturas e idiomas; Estafeta a la carrera, artificiales los fuegos, arden las peñas, almuerzos con ansia, alegres mañanas, cánticos y encierros.
El tiempo, inquilino de nervios.
El cuerpo se engalana con pinceladas bicolor.
Son casi las 12:00, quedan minutos. Cuenta atrás, segundos. Hervidero de gentes, impaciencia, pasión, euforia. La respiración se agolpa, vaivenes bailando.
Silencio. El único en palabras
La mecha se enciende, acelerado el corazón, el cielo espera. Miradas. Pálpitos. Instante.
Explosión de “Vivas”
El pecho se contagia del estruendo. Las venas en rojo, blanco el espíritu. Cuerpo y alma unidos en charanga.
La diversión reprimida comienza 204 horas de vida