Archivo por días: 22 de abril de 2020


Certamen Escalera Edición 4º peldaño

SIEMPRE ESTUVO CON LAURA.

Carlos Amat Larraz

Para el, ya, solo soy la empleada que le cuida en el geriátrico, donde residimos. Pero ayer, ante la tarta de su 86 cumpleaños, supe que siempre me recordaría:
– “Recién terminada mi carrera de veterinaria, fui contratado para vacunar ganado, durante un mes. En mi ultimo día, en aquellas montañas Palentinas, me despedí de los pastores y me dirigí, al apeadero mas cercano.
En el bus coincidí al lado de una chica, con quien hablé todo el tiempo. …Ella me contó anécdotas sobre sus estudios de pedagogía en Salamanca; mientras, reía de mis bromas sobre como enseñar pedagógicamente a una vaca.
Al llegar nos despedimos con tristeza y, tras invitarle a los próximos Sanfermines, ella desapareció en otro trasbordo.
Durante los días que siguieron le espere repitiéndome: ¡Ya falta menos! Pero, ella nunca llegó…”
Hoy he pensado como podrían haber sido aquellas fiestas con ella. ¡Que tontería! ¿Verdad?
…Decís que, últimamente, estoy algo trastornado. Pero, le recordé a ella y recordé su nombre, Laura. Espero que haya sido muy feliz,…
Cuando terminó -los que allí estábamos , no podíamos soportar tanta emoción-, entonces, desde la puerta, la enfermera me llamó:
– Laura, es la hora de la cena.
– ¡Gracias, enfermera! Enseguida bajamos…

 

ESE OTRO VIRUS

Miguel Izu

—Doctora, le aseguro que me siento muy mal. Si no, no le hubiera pedido cita, y más sabiendo que este año están saturados con lo del coronavirus.
—A ver, que ya se lo he dicho, que todos los análisis han salido negativos. Ni coronavirus, ni nada. Está usted perfectamente sano.
—Que no, que no, que estoy fatal, no puedo con mi alma.
—Javier, que todas las primaveras me viene con la misma historia, y nunca le encontramos nada.
—¿Y qué culpa tengo yo de que todos los años me pase lo mismo? Hacia el cuatro de abril me sube la fiebre… Aguanto como puedo, pero para el cinco de mayo estoy atacado de los nervios, que no me puedo concentrar, que no duermo, que no descanso. Y para el seis de junio estoy hecho papilla, la temperatura no me baja de 39, siento temblores, taquicardia…
—Sí, pero para el siete de julio se le pasa todo.
—Eso es lo más curioso, lo mal que lo paso todas las primaveras y cómo me recupero al empezar el verano.
—Javier, el único virus que tiene usted es el de los sanfermines.
—¿Y eso es muy grave?
—Gravísimo.
—¿Tiene cura?
—De momento no. Pero ya falta menos…