Archivo por días: 15 de septiembre de 2020


XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

COLETTE

Kike Balenzategui Arbizu

“¡Un minuto y a escena!» sonó detrás de la puerta del camerino. Se dio los últimos retoques de rímel y carmín y con un repaso rápido comprobó que todo estaba en su sitio. Salió con paso firme y se situó detrás del telón. Escuchó la voz enérgica del presentador:
“Con ustedeeees…
en primicia para Pamplonaaaaa
tenemos el placer de presentaaaaar
a la mundialmente famosa cupletistaaaa
¡¡¡Colette!!!”
Subió el telón y los aplausos de aquel público enfervorizado le metieron totalmente en su papel. Era la primera vez que actuaba en casa y no iba a desaprovechar aquella gran oportunidad. La orquesta fue desgranando una a una sus más famosas canciones intercalándolas con temas sanfermineros. Se paseó entre el público y sentándose en las rodillas de algún guapo mozo le sacó los colores con sus coplas sicalípticas.
Por dos veces tuvo que salir a hacer los bises que, desde la platea a voz en grito, le pidieron.
Volvió al camerino donde varios admiradores le esperaban con ramos de flores y ganas de llevarla de juerga. Acabó de desmaquillarse, se puso su ropa habitual, salió del Gayarre por el ambigú y unas mozas le gritaron: “¡eh, Coletas! ¡ Con el palo no, con la verga sí!”
 

CITA CON EL DESTINO

José ángel Gozalo Molina

Como cada año durante los últimos 60 de su vida, William se hallaba sentado entre la gente vestido con su camiseta blanca y su pañuelo rojo ceñido al cuello.
Quedaron en volverse a ver al año siguiente. Pero ella nunca apareció.
De pronto una cara familiar se sienta a su lado.
– ¿Leire? – se atreve a preguntar William.
– Yo soy su nieta, ¿Eres William?
– sí
-Entonces tú eres mi abuelo – dice la muchacha sacando un sobre del bolso – en esta carta lo explica todo.
William abre el sobre, extrae un papel amarillento y comienza a leer.
Querido William, espero que estas palabras te lleguen algún día.
Nuestra última noche juntos quedé embarazada de ti.
Poco después nos trasladamos a Francia para trabajar en el campo. Nuestra hija acaba de nacer hace un rato y la comadrona dice que algo va mal porque no dejo de sangrar.
Me ha dicho que te escriba.
Sé que me muero, lo veo en sus ojos, y quiero que sepas que te quiero más que a nada en el mundo.
Te estaré esperando hasta que volvamos a vernos amor mío.
Siempre tuya allá donde quiera que vaya.
Leire.