Archivo por días: 7 de diciembre de 2020


XII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

AMANECER EN BLANCO Y ROJO

Esther Jaso Esain

No se ve ya la luna. Los primeros destellos del amanecer se confunden todavía con el resplandor de las farolas. Nace un nuevo día en Pamplona, pero no es uno más en el calendario. Hoy es 6 de julio y hasta el color del cielo se torna diferente. Se diría que los fuegos artificiales que se lanzarán durante la fiesta han iluminado por adelantado la ciudad. Por la calle circulan mujeres y hombres vestidos de blanco con su pañuelo rojo anudado a la muñeca y la faja en la cintura. No son muchos al principio. Conforme avanza el reloj aparecen más personas que se unen a esta comitiva. Huele a jarana en el ambiente y con ella a vino, cerveza y champán, pero también a toro, al agua arrojada desde los balcones, al sudor de los miembros de la comparsa de gigantes. Y huele a música: a la Pamplonesa, a las charangas, a las canciones pachangueras de bares y peñas. Huele a chocolate y churros, a magras con tomate. Y sobre todo, en este amanecer único de Pamplona, huele hoy a ilusión. Esta noche saldrá otra vez la luna, pero será diferente. La fiesta habrá estallado por fin. 

CON UNA BOTA, Y DE MASCARILLA, UN CALCETÍN

Isabel García Viñao

¡Hay que jorobarse con esta pandemia! Este maldito “bicharraco” siendo ridículamente micro-microscópico es capaz de anular una gigantesca festividad como la de San Fermín en Pamplona. Le he cogido semejante desprecio al virus que si se cruzara en mi camino y lo viera cara a cara, lo cogería por sus múltiples ventosas y lo estrujaría bajo mi pie, cargando, previamente a mis espaldas, un yunque de herrero para asegurarme que lo habría desintegrado.
Y para colmo de males, el otro día me probé la vestimenta de San Fermín, ¡y que si quieres arroz Catalina! No pude abrocharme los botones de la camisa blanca, y el pantalón, ¡buenoooooo!, medio palmo me faltaba para sujetar el botón en el ojal. Con la cuarentena, solamente me sirve el fajín y el pañuelo del cuello. Y mi mujer, mucho peor aún. Y no le digas que ha engordado porque sus gritos los escucharían en toda La Navarrería..
Voy a hacer la propuesta a la Concejalía de Festejos de cambiar la canción: “Uno de enero, dos de febrero, tres de marzo,… doce de diciembre y no es San Fermín, pero a Pamplona hemos de ir, con una bota, con una bota; con una bota, y de mascarilla, un calcetín