Archivo por meses: septiembre 2021


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

LOS DOS PAÑUELOS ROJOS

José Reinaldo Pol García

“ LOS DOS PAÑUELOS ROJOS”

Un afamado corredor de sanfermines decía:
“ San Fermín, quiero salir del burladero de mi hogar. Abandonar el miedo al toro de la ganadería del terror, el que lleva por divisa la muerte. Felicito a todos esos que , sin ser toreros , asumen el riesgo para defender a los que somos corneados por los mortales pitones de ese enemigo. Los de nuestra fiesta son mansos comparados con este que lleva en sus astas la muerte. San Fermín, quiero correr ante los que traen ambiente festivo y, aunque sufra revolcón o cornada es honor de corredor… ”
Interrumpe su reflexión. Se oyen aplausos, las calles llenas de gente que gritan:
¡” Ya hay fiesta. Está descabellado el toro que nos tenía sumidos en el pavor.”!
¡ Vivan los banderilleros que sin miedo le pusieron rejones de muerte y vivan los mejores matadores.!”
El corredor les pregunta:
“¿ Puedo ir a la Estafeta a correr?”
Contestan:
-“ Ven , la fiesta te necesita”
Se pone las zapatillas, su pantalón blanco y, al colocarse el pañuelo rojo, San Fermín le dice:
-“Lleva otro en una mano. Enarbolándolo en la carrera mira al cielo gritando :
“ Por vosotros y los sanfermines!!”
 

IMÁGENES IMPLOSIVAS

Omar Exequiel Quain

Tan pronto como A. Fantasia se recibió del jardín, conoció desde un balcón el encierro de San Fermín, y su mundo se derrumbó. 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EL AMOR DE SAN FERMÍN

Eva Perez Zurbano

Sonó el móvil y cuando ella abrió su whatsapp él le decía: “Solo quedan dos días para San Fermin y estoy deseando celebrarlo contigo. ¿Me dejas invitarte a un cubata el día del chupinazo?”
Sintió que el corazón se le salía por la boca. No podía creer que el chico del que había estado enamorada a los 15 años le escribiera ahora con 36. Alzó la mirada al cielo y pidió a San Fermín que ese amor fuera real. Volvió al móvil y le contestó: “Te espero en la plaza del ayuntamiento el día 6 de Julio a las 11:45h. Si consigues encontrarme, dejaré que me invites a una copa de vino”.
Llegó el gran día y la emoción y los nervios corrían por sus venas. Se duchó, se puso el pantalón y la camiseta blanca, ató la faja roja a su cintura bien fuerte y metió el pañuelico rojo en su mochila.
Almorzó con sus amigas huevos fritos con chistorra y corrió a la plaza consistorial.
La ilusión, la gente, las risas…ya huele a fiesta. Allí de frente, con el pañuelo en su puño estaba él diciendo: “te encontré y jamás te soltaré”. La besó apasionadamente y gritó:

“!!!VIVA SAN FERMÍN!!!”
 

MAÑANA VESTIDA DE BLANCO Y ROJO

Jose Luis Bragado García

MAÑANA VESTIDA DE BLANCO Y ROJO
Ya salen los toros. Una hilera de cuernos espera su ocasión. Sientes los segundos derritiendo el tiempo en tus venas, pero, ha valido la pena tanta espera para debutar hoy. Cumpliste en junio los 18. Tienes el ansia de enfrentarte con los toros, de disputarles corriendo la baza de la vida o, de la muerte. El chupinazo te recuerda el beso de buena suerte de tu madre. Los toros ya están cerca desgarrando el aire a cornadas, van lanzados entre babas y resoplidos. Tú también resoplas fuerte, para que no se note el temblor del corazón. Y sin apenas darte cuenta, estás entre los cuernos. Ahora de tras de ti toda la calle es toro, toda la calle es negra. Y tú, mujer, aguantando entre las astas, eres nieve fajada de rojo para romper tanta negrura. Ahora sí, mujer, ahora sí que se te resecan los labios y un caballo salvaje te galopa la garganta. Ahí, en Estafeta, hay una niña muy mujer, una corredora jugando a la muerte. Cansada, con un hábil quiebro saliste de entre la manada. Y ahí se quedó la mañana, la tuya, vestida de blanco y rojo.
 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

THE CHRISTMAS CUPBOARD

Tim Pinks

THE CHRISTMAS CUPBOARD

Morning, July 6th. The fiesta cupboard is open…and there they are. My suits of lights in red and white. Like the Gigantes, hibernating until their re-awakening, my fiesta clothes await their unveiling.
White jeans and shirts hanging, t-shirts folded, red panuelos and fajas packed or rolled, precious green Gutterclub peña jackets protected. Red, white, green and more…the colours of Christmas in my fiesta grotto. Even my favourite alpargatas and trainers…boxed like presents, this Christmassy summertime morning. It’s Chupinazo Day!
For decades, I’ve carefully selected items, almost religiously putting them on. Red and white, like Father Christmas. Unfailingly during San Fermin, but especially this First Day of Fiesta, I feel I’m King of the World. Wonderfully a child again this glorious festive morn.
Then, fully dressed in red, white and San Fergreen, I look in the mirror, wondering why my panuelo is wet. I’m crying. Because it’s Tuesday 6th July, 2021, and Fiesta is cancelled. Again. And the tears flow, as they do all over Navarra and around the world, because once more Fiesta is an impossible, heart-breaking dream.
Pobre-de-mi. Pobre-de-nosotros. Pobre San Fermin. Pero volveremos. Ya falta menos. Viva San Fermin. Gora…
 

SINFONÍA

Nieves Vizcay Cruchaga

Qué bulliciosos son los pamplonicas. Ofician sus fiestas a base de estampidos. Ya sea al mediodía con el chupinazo, al anochecer acompañando al toro de fuego mientras echa chispas persiguiendo a los críos, al compás de los fuegos artificiales que iluminan la noche sanferminera o de madrugada con el cohete anunciando el inicio y el final del encierro; el cielo de esta capital no deja de recibir salvas en el lapso entre el seis al catorce de julio .
Una avalancha de sonidos se amontona por calles y plazas. Las dianas, los cánticos bajo la hornacina, la antesala del encierro, la comparsa, el alarde de txistularis, los dantzaris, las jotas, el estruendo, las vísperas, las procesiones, las peñas, las mulillas, la corrida, las barracas, los conciertos y actos públicos, privados, ambulantes o espontáneos y el pobre de mí, entonan sus particulares acordes.

¿Cuándo acabará el alboroto? ¿Cuándo triunfará la calma? La urbe se liberará irremediablemente de la música y los redobles el día quince. Durante doce meses los pamplonicas rescatarán a su emblemática ciudad de los daños colaterales. Con el nuevo año escalarán los peldaños del uno de enero al siete de julio con el afán de recuperar la jarana.

 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

SANFERMINEROS DE CORAZON

Luis Maria San Martin Urabayen

El virus nos ha robado los actos festivos, pero no podrá con emociones y sentimientos que la tradición ha grabado a fuego en nuestro subconsciente y nuestro corazón. Mientras tanto no se celebren, tiraremos de recuerdos en forma de frases que al empezarlas activen de manera inconsciente el resorte cerebral que las complete. Eso es cultura, lo que está en nuestro interior aletargado esperando el momento justo. Póngase a prueba, leyendo la frase con el tono adecuado:

Pamploneses, Pamplonesas…..(…), A las cuatro el seis de julio…. (…), Patrones, patrones, paga extraordinaria…. (…) Afilar, afilar, afilar…..(…), Todos los curas vienen aquí….(…), A San Fermín pedimos, por ser nuestro patrón….(…). Y es la jota de tu Navarra….(…), Con el palo no,… (…), Pamplonica pamplonica, si el encierro has de correr…(…), Las fiestas de Pamplona, dicen que empiezan hoy…(…), Por la plaza Ayuntamiento “Chun”, un aldeanico pasó…(…), Tres cosas tiene Pamplona y muy castizas las tres…(…), Si no tienes un duro….(…), Esa, Esa, Esa….(…), Uno veinte duros,…(…), Avanti tutti jorobi, comienza la carrera…(…) Pobre de mí, pobre de mí…(…).

¿Ha ido bien? Si lo ha logrado más de diez veces, no se preocupe; los Sanfermines viven en su interior y nada podrá con ellos. 

MEDIODIA PAMPLONA

Jose Ignacio Diaz Lucas

Camino con paso rápido por la calle San Ignacio. Faltan quince minutos para el mediodía del 6 de julio. Llego tarde y eso me pone aún más nervioso. Compruebo mi pañuelico, atado a mi muñeca, aprisionándola, pugnando por soltarse y dar el pistoletazo de salida a la fiesta. La marea blanca inunda la ciudad, poblada de sonrisas y conversaciones en voz alta que acrecientan mi excitación.
Llego a la plaza del Castillo y allá me encuentro con mi cuadrilla de amigos. Nos abrazamos, perfectamente uniformados de blanco nuclear, sabiendo que empezamos una orgía de fiesta y música, baile y cánticos, ajoarriero y calimocho, procesión y toros, encierro y fuegos artificiales.
Doce menos cinco. Nos dirigimos a la plaza del ayuntamiento, superando la riada de gente que impide el paso. A empujones, nos abrimos un hilo de camino, cargados de ilusión y paciencia, de alegría todavía contenida.
Mediodía: Oigo las palabras pronunciadas desde el balcón de la casa consistorial: ¡Viva San Fermín! Con la piel de gallina, grito ¡Viva! mientras la corriente de empujones me lleva de un lado a otro. Empieza la mejor fiesta del planeta. Y un año más estoy aquí para vivirla.
 


XIII Certamen Internacional de Microrrelatos de San Fermín

EMOCIONES DE UN CORREDOR NOVEL

Mónica Ruth Trujillo Gómez

Por fin voy a cumplir ese sueño tan anhelado que ha anidado en mi mente desde que mi maestra de “Cultura Internacional” nos presentó un vídeo de la fiesta de San Fermín en Pamplona. Mi corazón late frenético a cada paso que me acerca un poco más al mundo taurino tan exótico en mi tierra natal, Islandia. Cinco años para materializar mi sueño que durará unos tres minutos, pero que según muchos testimonios, será sin duda, uno de los momentos más sublimes de mi vida. Hincho mis pulmones con el aire tibio, grabo en mi memoria cada detalle: gente con un encanto particular, el sol que inunda de color la ciudad, calles empedradas, balcones pintorescos…..
Ya vestido de blanco con la ropa nueva exclusiva para la ocasión, anudo el pañuelo rojo a mi cuello sintiendo un escalofrío de placer. Partimos en tropel al sitio acordado de la parte vieja de la ciudad. Dan la partida y entonces me hago uno con la multitud sudorosa, el olor de los animales, los gritos y vítores del público me llegan lejanos mientras solo pienso en correr. De repente la puerta abierta de par en par me recibe por fin acogiéndome en su seno que jamás olvidaré.
 

DUDAS

Carlos Velázquez Goya

Hace casi dos años, al terminar el último encierro, se prometió no volver a correr ninguno más. Tenía una edad, un hijo, menos ganas. La vida avanza, se dijo también, y ya no necesitaba convencerse de que él también era capaz. Todo había cambiado, y siempre lo hizo en la misma dirección: era hora de dejarlo. Como antes lo decidieron sus amigos, él también se apartaría. Pero el año pasado ni siquiera hubo Sanfermines. Nadie corrió —él algo menos— y pudo esconder un cierto alivio entre el disgusto general. Había pasado un año, el siguiente será más fácil, pensó entonces. Y sin embargo las preguntas seguían ahí, escondidas. ¿Lo dejo porque no debo o porque no puedo? ¿Porque ya no me hace falta o porque no quiero? ¿Porque no lo necesito o porque ahora me da miedo? Parecía sencillo responderlas, aunque las respuestas eran siempre diferentes o incluso encontraba preguntas nuevas. ¿Las emociones se olvidan? ¿Se apagan? ¿Cómo recordaré un pasado aún tan vivo? Y entretanto siguió la pandemia. Otro año en blanco, sin rojo. Otro año para recordar cómo empezó todo, cuando decidió que tenía que probarlo para probarse él también. Nadie le obligó entonces. Nadie le obliga ahora. Sólo quiere la oportunidad.